REFORMA INDIGENA
La decisión cancela la esperanza de lograr
la paz y pagar la deuda histórica a indios, dicen
El fallo de la SCJN es una invitación a la violencia
generalizada, consideran indígenas
Definirán los días 12 y 13 de septiembre
en Chilpancingo la estrategia a seguir
ROSA ROJAS Y ALMA MUÑOZ
Declarar improcedentes las controversias constitucionales
interpuestas por 322 municipios contra la reforma sobre derechos y cultura
indígenas "cierra los caminos políticos y legales a los pueblos
indios del país" para lograr el mínimo reconocimiento de
sus derechos, consideraron diversas organizaciones al conocer la resolución
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Por su parte, el Consejo Indígena Popular de Oaxaca
Ricardo Flores Magón (CIPORFM) manifestó que los ministros
de la SCJN cometieron "otro error histórico" en contra de los pueblos
indios de México y "decidieron la guerra" al rechazar el recurso
legal de las controversias mostrando "su verdadero rostro: excluyente,
racista y de subordinación a los intereses del gran capital. En
pocas palabras, su decisión es una invitación a la violencia
generalizada y el paso a un estallido social de gran envergadura", pues
se cierra la posibilidad de alcanzar la paz y pagar la deuda histórica
con los pueblos indígenas.
En un comunicado firmado por Reyna Pérez, Gonzalo
Santiago, Celia Martínez,
Cesar Chávez y Raúl Gatica, el CIPORFM
añade: "No nos queda más que ejercer en la práctica
cotidiana nuestros derechos como pueblos, como la libre asociación,
autonomía, autogestión, defensa de nuestras raíces
y de nuestros recursos naturales por las vías pacíficas,
aunque estas sean enmarcadas dentro de las "leyes como ilegales".
Algunos grupos como Servicios del Pueblo Mixe (Ser), de
Oaxaca, y el Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena
(CG-500), expresaron que tenían "cierta esperanza" de que la resolución
de la SCJN fuera favorable a los indios.
Otras, como la Unión de Comunidades Indígenas
de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), de Oaxaca, consideraron que "era
previsible que la SCJN iba a responder en esta forma", dado que se negó
a tomar en cuenta una serie de pruebas que se le quisieron presentar. "La
Corte actuó dentro de una perspectiva blanca y racista", indicó
Carlos Beas, coordinador de comisiones de esta organización social.
Las contradicciones de la SCJN
Carlos
Chávez, de la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas
(AJAGI), consideró que "definitivamente se cierran los caminos políticos
y legales para los pueblos indios y se ponen las cosas en una tesitura
muy difícil. Me imagino que los amparos van a correr la misma suerte;
es un poco absurdo lo que está diciendo la SCJN porque en una instancia
inferior, ante un tribunal colegiado, te puedes amparar contra un lineamiento
constitucional que afecte tus garantías, es el caso de Manuel Camacho;
¿cómo es posible que ahora en este caso se declare incompetente?
Agregó: "es imprevisible lo que vaya a suceder,
pero estoy seguro de que no se va a fortalecer la gobernabilidad en este
país sino todo lo contrario; hay serios enfrentamientos entre la
realidad y el desfase de la realidad que con esto queda asentado en la
Constitución".
El priísta Enrique Ku Herrera, dirigente de la
organización Movimiento Indígena Popular, consideró
que la SCJN "radicalizó la demanda de los pueblos porque los están
expulsando del desarrollo. La Corte los marginó y excluyó
de sus derechos como mexicanos. Otra vez evidenciamos que somos una sociedad
excluyente y racista." En síntesis, remató, "mató
la esperanza de garantizar la igualdad entre los desiguales".
Marcos Matías, ex director del Instituto Nacional
Indigenista y actual miembro del Foro Permanente de Pueblos Indígenas
en la ONU, vislumbró un retorno "a lo que se vivió en enero
de 1994". Subrayó su preocupación ante la posibilidad de
que otros movimientos busquen caminos beligerantes, "especialmente en estados
como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, donde la situación de por sí
es conflictiva".
Oscar Banda, de la organización Yax' Kin, manifestó
que la decisión de la Corte es un "golpe político" para los
indígenas. Además, "creará tensiones entre organizaciones
no gubernamentales y el gobierno federal". Resaltó que su organización
propondrá a otros grupos similares presentar una queja contra el
gobierno federal por el incumplimiento del convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), para dejar constancia de que la lucha
por los derechos indígenas no ha culminado.
Acudirán a instancias internacionales
Otras organizaciones consultadas también coincidieron
en que ahora sólo quedan las instancias internacionales, como la
comisión y la corte interamericanas de derechos humanos y la OIT.
Amador Cortés, del CG-500, manifestó que
esta decisión de la SCJN "es grave, pues nos mete en el agua helada,
porque las leyes deberían avanzar para que velen por un desarrollo
pacífico entre los pueblos de México. Al parecer era una
línea política de los magistrados".
"Es aberrante además -agregó-, porque la
resolución está ligada con la decisión política
del Estado mexicano; ¿adónde tenemos que ir si en México
no existen leyes para apelar por nuestros derechos? Es una posición
de la ultraderecha que cierra la puerta, nos ignora, sentimos que (la SCJN)
era una ventanilla por la que podría avanzar el mínimo reconocimiento
de existencia de multiculturalidad del pueblo, pero con esta decisión
se canceló el anhelo de vivir en paz con dignidad; seguiremos construyendo
la multiculturalidad desde la perspectiva de los pueblos indios, ya que
las leyes no sirven".
Se hicieron humo las esperanzas
En el CG-500 "esperábamos una respuesta favorable
de la SCJN. Me sorprende muchísimo que no tengan una mínima
sensibilidad para reconocer nuestra existencia como pueblos indígenas.
En el Encuentro Nacional de Pueblos Indígenas, a realizarse el 12
y 13 de septiembre en Chilpancingo, las organizaciones y pueblos indígenas
vamos a tomar decisiones sobre este hecho, ya que se trata de un tema de
interés nacional", agregó Cortés.
Sofía Robles, de Ser, comentó: "había
cierta esperanza en que iba a lograrse algo, en que la Corte iba a asumir
su papel, pero realmente es una decepción muy grande ésta
que estamos recibiendo y que como se ha dicho se tendrán que tomar
otras medidas y sobre todo creo que los pueblos tienen que seguir firmes
en la forma en que se han mantenido desde siempre".
Ahora, apuntó, las instancias internacionales son
el camino para hacer explícito lo que está pasando aquí.
Será necesario acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
"insistir ante la OIT en que se está violando un derecho y no estamos
siendo atendidos como debía de hacerse; eso de que la SCJN no puede
revisar lo que haga el Congreso y los poderes legislativos de los estados,
entonces ellos pueden seguir haciendo lo que sea y nadie les puede decir
nada. Es grave que dentro de la instancia nacional no tengamos con quien
quejarnos ni quien nos haga justicia".
Beas, por su parte, subrayó que sigue siendo una
asignatura pendiente reconocer los derechos y la cultura de los pueblos
indios en los términos de los acuerdos de San Andrés; "se
van a tener que impulsar y realizar nuevas oleadas de movilización
de las organizaciones indígenas, porque este es un reclamo que tiene
raíces profundas. Seguiremos impulsando acciones para que los acuerdos
se cumplan".
Por un lado "era previsible la cargada en la legislatura
que aprobó la ley indígena, y por otro la sentencia que emitió
la SCJN, porque al final de cuentas lo que se está ventilando en
el fondo es el control sobre los recursos estratégicos que están
en los territorios indígenas. De hecho, de muchas maneras se ha
denunciado la disputa por agua, por petróleo, recursos minerales
y biodiversidad, está en el fondo la disposición del Estado
para entregarlos en manos de particulares".