Después los bluseros ofrecieron una hora
de música
Acompañó Real de Catorce a José
Agustín en happening en el Zócalo
GABRIEL LEON ZARAGOZA
Rememorando
la contracultura musicoliteraria de los hippies, los bluseros de
Real de Catorce y el escritor José Agustín realizaron el
pasado domingo un happening en el Zócalo capitalino, ante
miles de asistentes que dos horas antes ha habían saturado el espacio.
Al tiempo que el irreverente literato leía cuatro
cuentos sobre Eric Clapton, Rolling Stones, Jefferson Airplane y Muddy
Waters -de su libro Los grandes discos de rock- la quinteta de roqueros
improvisaba sabrosos acordes del azuloso ritmo de origen afro.
El público, in crescendo, pausaba su andar
para escuchar detenidamente la lectura que el representante de la onda
ofrecía.
A Real de Catorce el espectáculo le pareció
una forma muy adecuada de improvisar ante la espontaneidad de los cuentos
del maestro José Agustín.
Media hora más tarde, los bluseros mexicanos ofrecieron
un concierto ante unos 10 mil espectadores que les pedían temas
de los nueve álbumes que han producido desde el 12 de diciembre
de 1985.
En entrevista José Cruz, vocalista de la banda,
se manifestó firme en su posición de encontrar y abrir espacios
para los grupos independientes en estos foros "que se han vendido a disqueras
y artistas como Alejandra Guzmán y Aleks Syntek. Creemos que la
cultura popular, que es la que nos da identidad, es una de las bases fundamentales
de R14".
Sobre su presentación en el Zócalo, a invitación
del gobierno capitalino, aclaró: "Hay que distinguir muy bien de
qué tipo de apertura estamos hablando. Somos una entidad que tiene
un acervo musical, considerado como un bien cultural por el propio grupo
y sus seguidores. Nuestro trabajo es exigir que este tipo de proyectos,
como el nuestro, estén presentes porque nacimos y somos voz de la
sociedad.
Lucha por abrir espacios
"No es una concesión que nos hace la Secretaría
de Cultura. Es una negociación que hacemos por espacios que se han
ido cerrando. Con nuestro concierto, hacemos patente nuestra lucha. No
es un simple concierto y la presentación de un libro. La importancia
política y cultural que tiene para nosotros es la apertura de los
espacios. Por eso somos muy necios."
Durante la hora de concierto y un par de encores
que solicitó el público, José Cruz se presentó
con el rostro pintado por dos líneas azules y un punto rojo entre
las cejas. A este detalle lo definió como "el coraje de la lucha
y la esperanza de los huicholes y de nuestra cultura".