Alejandra Moreno Toscano concretó la "transformación radical" entre 1977 y 1982

El Archivo General de la Nación cumple 20 años de haber sido trasladado a Lecumberri

ALONSO URRUTIA

El Archivo General de la Nación (AGN) cumple hoy 20 años de haber sido trasladado al Palacio de Lecumberri y de haber iniciado un proceso de reorganización del patrimonio documental histórico que permanecía disperso, mismo que, aunque formalmente estaba abierto a la consulta pública, prácticamente era inaccesible.

Con la mesa redonda denominada Historia, memorias y archivos, en la que participarán los historiadores Luis González y González, Jean Meyer y Enrique Florescano, así como el director de El Colegio de México, Andrés Lira, y la directora del AGN, Stella González, se pretende reconocer la labor de Alejandra Moreno Toscano, quien fuera la directora del archivo en el periodo 1977-1982, periodo en el cual se concretó una "transformación radical".

Los documentos que ahí se conservan, dijo Moreno Toscano la mañana del 27 de agosto de 1982, "atestiguan el proceso de formación del Estado, de la conformación de sus aparatos administrativos, de sus estructuras políticas".

Para el director del Archivo Histórico del AGN, Juan Manuel Herrera, gran parte de la modernización de los fondos documentales del país obedece al proyecto, impulsado hace 25 años, y que tuvo como conclusión el traslado al Palacio de Lecumberri.

Actualmente, cuando los archivos históricos han cobrado mayor atención pública con la apertura de los documentos de la Dirección Federal de Seguridad, del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, así como de la Secretaría de la Defensa Nacional, a partir de la ley de acceso y transparencia informativa, todo lo cual pone de relieve la reorganización impulsada en 1982.

"Si bien desde Lucas Alamán el AGN adquirió el estatuto de público, también es cierto que esto era una ambigüedad, pues quienes pretendían investigar en documentos originales tenían que lidiar con una montaña de papeles sin ordenar. Es decir, aunque formalmente era público, no había condiciones para su acceso."

Antes de su traslado a Lecumberri, el AGN tenía su sede en el antiguo Palacio de Comunicaciones, pero sólo albergaba parte de los documentos históricos, pues muchos otros se encontraban dispersos en diversos sitios, entre ellos la Casa Amarilla de Tacubaya, donde se resguardaba, prácticamente sin organizar, la mayor parte de la documentación del siglo XIX, el de la consolidación de México como nación, algo así como mil metros cúbicos de documentación valiosa.

Moreno Toscano, subrayó Herrera, impulsó un conjunto de proyectos que significaron una transformación radical del archivo, con la participación de un número importante de académicos que permitió ordenar el enorme volumen de documentos del país. Este proceso involucró la recuperación y reorganización de los archivos estatales, municipales, parroquiales y privados -realizadas por la actual directora del AGN, Stella González Cicero-, lo que permitió complementar toda una estrategia de recuperación de la memoria histórica nacional.

"Sólo si se tiene conocimiento del trayecto seguido por la historia -señaló en 1982 Moreno Toscano- pueden mirarse esos momentos sin desasosiego y encontrar en ellos la ocasión para continuar los cambios. En los papeles que aquí se conservan hay múltiples testimonios de ello. Aquí se encuentra el registro de las luchas sociales, algunas extremadamente violentas, de las alternativas políticas no siempre ajustadas a los intereses mayoritarios que muestran un país complejo y desigual, pero que ha sabido hallar y mantener respuestas que lo preservan y lo cohesionan."

Herrera planteó que el traslado del AGN al Palacio de Lecumberri supuso un proyecto de protección del patrimonio documental que, entre otros aspectos, sirvió como detonante de las investigaciones históricas en el país. Ello implicó una labor de convencimiento para que la administración pública entendiera la importancia de proteger este patrimonio, pues entre otras consecuencias uno de los principales beneficiarios de la organización de los archivos históricos es la propia estructura administrativa. Finalmente comentó que la apertura que representó en su momento la reubicación del AGN en Lecumberri ha cobrado "nuevos bríos" con los traslados de acervos fundamentales para el conocimiento de la historia reciente del país.