Ninguna recuperación está libre de problemas, dice
EU crecerá 3 por ciento en 2002, según el Departamento del Tesoro
DAVID ZUÑIGA
La economía estadunidense crecerá alrededor de 3 por ciento en 2002 y en los años subsiguientes mantendrá una tasa de 3 a 3.5 por ciento. Sin embargo, si ocurren nuevos ataques contra Estados Unidos, México también podría resultar perjudicado, advirtió el subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales de ese país, John B. Taylor, quien llamó al gobierno mexicano a intensificar el intercambio de información para combatir el terrorismo.
El funcionario del gobierno de George W. Bush vino a México para reunirse con el subsecretario de Hacienda, Agustín Carstens, con el secretario Francisco Gil Díaz y con el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz.
Los funcionarios hablaron sobre la reunión de ministros de Hacienda del Continente Americano que se celebrará a finales de septiembre en Washington, y la del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se realizará dentro de dos semanas en Los Cabos, Baja California Sur.
En rueda de prensa, Taylor aseguró que la economía estadunidense se está recuperando de la desaceleración; reconoció que en el primer trimestre el crecimiento fue menor al del mismo lapso de 2001, pero consideró que se alcanzarán las metas oficiales y añadió: "ninguna recuperación se da sin algunos problemas".
Hace unos días Taylor participó en la reunión del Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN) en San Antonio, Texas. Esta institución, financiada por México y Estados Unidos, fue creada en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para financiar proyectos de protección ambiental en la frontera y opera desde 1994; sin embargo, el funcionario estadunidense reconoció que sus resultados han sido muy pobres, por lo cual el año pasado los presidente George W. Bush y Vicente Fox acordaron fortalecerlo. Para ello, hace dos días Taylor y Carstens pusieron en vigor algunas reformas para reducir las tasas de interés del banco y dar más aportaciones directas que préstamos.
Asimismo se amplió el área de cobertura del banco de 100 a 300 kilómetros al sur desde la frontera con Estados Unidos, y se reforzarán los programas de conservación y abasto de agua del río Bravo con un fondo de 80 millones de dólares, que aportaron por partes iguales ambos países.
Interrogado sobre la posibilidad de que el banco financie proyectos de energía eléctrica en la frontera norte, ante la posibilidad de que se apruebe la iniciativa presentada por el Ejecutivo, Taylor se limitó a señalar que la institución no financiará proyectos a menos que estén relacionados con la protección del ambiente.
Taylor también se reunió con empresarios de las maquiladoras de Ciudad Juárez, Chihuahua, con quienes habló sobre los efectos de la recesión económica.
En cuanto a los problemas que enfrentan Brasil, Argentina, Uruguay y otros países latinoamericanos, señaló que el riesgo de contagio en México es menor que en referencia a otras crisis, debido a que el gobierno mexicano ha mantenido un tipo de cambio flexible, sigue reduciendo la inflación y no tiene vencimientos de deuda que presionen las finanzas públicas a corto plazo. Además, el grado de inversión otorgado al país por las empresas calificadoras, la posibilidad de una reforma laboral que flexibilice las condiciones de trabajo y la reducción de impuesto sobre la renta (ISR) son factores que alientan a las empresas estadunidenses a que inviertan y expandan operaciones en México.
Por otra parte, el subsecretario dijo que Estados Unidos es optimista sobre la posibilidad de que un borrador de carta de intención enviado por Argentina al Fondo Monetario Internacional ayudará a ese país a recibir los miles de millones de dólares que necesita para salir de la crisis. ''El hecho de que ellos hayan llevado algo al papel es muy positivo porque ya se puede tener una discusión más constructiva'', opinó.
Por último, Taylor defendió el programa de recortes fiscales aplicado por el gobierno de Bush, que favorece a las grandes empresas de ese país. Descartó que estas devoluciones pongan en riesgo las finanzas estadunidenses y aseguró que es más importante reducir el gasto público.