Son responsables de ocultar información
financiera: Auditoría Superior de la Federación
Piden proceder contra funcionarios del IPAB
Otorga AN su respaldo para auditar Bancomer, Banamex,
Bital y Mercantil del Norte
ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ SILVA
La Auditoría Superior de la Federación solicitará
a la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo
(Secodam) que actué legalmente contra funcionarios del Instituto
para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) que resulten responsables
de no haber cumplido con lo dispuesto por el artículo quinto transitorio
de la Ley del IPAB, que obliga a entregar la información bancaria
a las autoridades revisoras para iniciar las auditorias a Bancomer, Banamex,
Bital y Banco Mercantil del Norte, instituciones beneficiadas por la compra
de flujos de cartera que efectuó el Fobaproa con el aval del gobierno
federal.
La solicitud a la Secodam se respalda con la decisión
del juez noveno de distrito en materia administrativa, Alvaro Tovilla León,
quien el pasado 30 de julio resolvió negar el amparo solicitado
por BBVA Bancomer, Banamex, Bital y Banco Mercantil del Norte, intermediarias
que se oponen a ser auditadas por el máximo órgano de vigilancia
del país.
La razón del juez de la causa para determinar improcedente
la solicitud de suspensión definitiva es "que no son ciertos los
actos que se atribuyen a la Auditoría Superior de la Federación
consistentes en las recomendaciones contenidas en la revisión de
la cuenta pública de 2000 y de avance de la gestión financiera
de 2001, por medio de las cuales se insiste en practicar auditorías
o revisiones a los demandantes (los bancos)".
Incluso,
el juez Tovilla León consideró que las instituciones bancarias
en cuestión no han sufrido ningún perjuicio de difícil
reparación por la exigencia de auditarlas.
A este entramado se sumó la omisión del
IPAB, que, pese a la demanda de la Auditoría Superior de la Federación
por realizar supervisiones, aceptó desde junio de 2001 la respuesta
de la Asociación de Banqueros de México (en representación
de Bancomer, Banamex, Bital y Banorte) en los siguientes términos:
los bancos "no están en condiciones de consentir revisiones de créditos
que se hace referencia en los oficios, ni de consentir ni formular comentario
alguno a los términos de referencia para créditos reportables
que el IPAB envió a su consideración".
El pasado 21 de junio, Julio César Méndez,
secretario ejecutivo del IPAB, y Margarita de la Cabada Casarín,
secretaria adjunta jurídica del instituto, enviaron un oficio a
los titulares de los bancos involucrados en el caso, por el que notificó
el procedimiento para dar por terminados los contratos y cancelar las operaciones
celebradas por esas instituciones bancarias y el Fobaproa, con motivo del
Programa de Capitalización y Compra de Cartera (Procapte) y realizar
el canje de los instrumentos de pago correspondientes.
La argumentación de los funcionarios del IPAB redundó
en recordar que las auditorías ordenadas por la Cámara de
Diputados ya se ejecutaron y concluyeron desde el informe Mackey; por lo
tanto, el instituto no tiene oportunidad ya de realizar nuevas revisiones:
"El IPAB carece de facultades legales para realizar una
nueva auditoría a las instituciones de crédito con el objeto
de buscar posibles irregularidades o ilegalidades en las operaciones que
fueron objeto del Procapte, sin que medie para ello el consentimiento expreso
de las instituciones de crédito afectadas."
De tal forma, el IPAB cerró la puerta a la posibilidad
de una nueva auditoría a los cuatro bancos citados, pero dejó
abierto un resquicio "dentro de lo jurídicamente factible" para
cumplir con las recomendaciones efectuadas por la entonces Contaduría
Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados y ratificadas por la
Auditoría Superior de la Federación:
Revisión de la gestión; revisión
de identidad de objeto, existencia y legitimidad; y revisión de
los papeles de trabajo que fueron elaborados por los despachos contratados
por la Cámara de Diputados cuando realizaron las auditorías
a que se refiere el artículo quinto transitorio de la Ley del IPAB,
para determinar si de dichos papeles de trabajo se desprende alguna posible
ilegalidad en los créditos identificados en tales documentos.
La negativa del IPAB a la solicitud de la Cámara
de Diputados fue rechazada por el diputado del PRI Roberto Infante, quien
consideró que ante esta "actitud cínica de los funcionarios
del instituto, lo menos que podemos exigir es que se finquen procedimientos
administrativos contra aquellos que resulten responsables, porque es lamentable
que ahora se nos anuncie que las revisiones serán suficientes. ¡Debe
quedar claro que el Congreso de la Unión demanda auditorías
y no simples revisiones!"
El legislador Infante, quien forma parte de la Comisión
de Vigilancia de la Cámara de Diputados, manifestó que de
no realizarse las auditorías pendientes -aparte de la limitada que
presentó Michael Mackey, como reconoció la Auditoría
Superior de la Federación-, "habrá nuevos cómplices
del Fobaproa desde la Secodam, la Secretaría de Hacienda, la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Procuraduría Fiscal,
y quizás otros desde la Cámara de Diputados si no verificamos
su cumplimiento".
Una vez que ha quedado reabierto el expediente IPAB en
la Cámara de Diputados, se espera que en las próximas semanas
la Secodam responda a la demanda de la Auditoría Superior de la
Federación.
Respaldo de la fracción panista
La fracción parlamentaria del Partido Acción
Nacional en la Cámara de Diputados dio su total respaldo a la Auditoría
Superior de la Federación para que el IPAB realice las auditorías
demandadas por ese órgano superior de fiscalización. En un
documento, los legisladores panistas manifestaron su "total repudio a la
actitud asumida por la Secretaría Ejecutiva del IPAB, que asumió
posiciones ambiguas al manifestar que carece de facultades legales para
realizar una nueva auditoría a las instituciones de crédito,
lo que resulta totalmente aberrante desde todos los puntos de vista".
De tal forma, señalan los legisladores del blanquiazul,
"si del secretario ejecutivo del IPAB dependiera, los elementos a informar
a la autoridad judicial competente serían prácticamente en
el tenor de absorber la posición de la Asociación de Banqueros
de México, muy contraria al espíritu que se estableció
como mandato en los artículos transitorios que dieron origen a la
institución".