Escapó lanzándose a un barranco,
donde rodó 200 metros; no sufrió lesiones graves
Reportan fallido linchamiento de zapatista en Polhó
Informan de nueva "banda de paramilitares" en Altamirano,
que recibiría apoyo del Ejército
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
municipio autonomo 17 de noviembre, chis., 22 de agosto.
Estos días se vive en Chiapas el pleno resurgimiento de los
grupos paramilitares, mismos que oficialmente "nunca han existido". En
pocos días han hecho evidente su presencia en Ocosingo, Altamirano
y Chenalhó. El súbito agravamiento de las hostilidades contra
las comunidades zapatistas, mediante acciones de contrainsurgencia mal
disfrazadas de "conflictos comunitarios", parecieran marcar un nuevo escalón
de la guerra de baja intensidad que padecen sin cesar los pueblos indígenas
de Chiapas.
San Manuel, Ricardo Flores Magón, San Pedro Polhó,
17 de Noviembre y Francisco Gómez son, hasta ahora, los municipios
autónomos contra los cuales se ha "destapado" directamente la ofensiva.
Mientras el municipio 17 de Noviembre denunció
la aparición de un nuevo grupo paramilitar en la región de
Altamirano (donde el pasado día 7 fue asesinado el representante
zapatista José López Santiz), en las afueras de Polhó
30 personas, reconocidas como afines a los paramilitares, intentaron asesinar
a un miembro del municipio autónomo, quien se salvó al tirarse
por una barranca y rodar cerca de 200 metros.
En tanto, el municipio Francisco Gómez denunció
la amenaza de un ataque paramilitar contra el retén instalado por
los zapatistas en El Salvador, asunto que ahora se ha abierto paso en los
medios electrónicos, a quienes muertos y heridos zapatistas no lograron
conmover, pero una cuota de 10 pesos en un solo poblado de la cañada
de Patihuitz los pone a temblar de cólera.
Estas novedades se suman a los bien organizados ataques
de miembros de la priísta Organización para la Defensa de
los Derechos Indígenas y Campesinos, Opdic, contra las comunidades
La Culebra y Nuevo Guadalupe, dejando alrededor de 15 heridos zapatistas
(dos de ellos, de gravedad). En Nuevo Guadalupe (crucero Quexil) hubo además
cinco heridos priístas.
Se identificó a nuevo grupo paramilitar
Las
autoridades autónomas de 17 de Noviembre denunciaron que en la región
de Altamirano, donde "la impunidad sigue", se está desarrollando
"una banda de paramilitares, que se denomina SISEN". Esta organización,
agregan, "está en su conocimiento del presidente municipal, la Seguridad
Pública y la base militar".
En la comunidad Galilea, "un grupo de personas del PRI
y el PT tienen un campo de entrenamiento" (y no precisamente deportivo).
El gobierno "hasta ahora sigue sin hacer nada en contra de este campo.
Los líderes José Lino Gómez Hernández, Gerardo
Aguilar Gómez y Floriberto Morales siguen gozando de libertad".
Entran y salen de Altamirano, según la denuncia zapatista.
"Usan uniforme azul marino, tanto la camisa y la gorra
como el pantalón, idéntico al que usa la Seguridad Pública.
Contamos con una fotografía del señor Floriberto Morales
Vázquez cuando estaba uniformado.
"Un capitán segundo, de nombre Alfredo Alvarado
R. (adscrito a la base del Ejército federal en la ciudad de Altamirano),
es la persona que tiene contacto directo con los paramilitares; es el que
les entrega cámaras fotográficas, videocámaras y radios
de comunicación para que nos rastreen, nos vigilen y tengan en sus
manos todo lo que hacemos y cómo somos. Su contacto también
les obliga a tomar informes por escrito de lo que sucede dentro de la región
y son pagados de acuerdo a la importancia del informe. Ellos se meten más
en las comunidades divididas y ofrecen dinero y láminas para que
los pobladores abandonen su resistencia. Pero prefieren dar dinero más
que láminas, porque es menos visible."
La autoridad zapatista indica que "dentro de la región
se han visto gentes extrañas uniformadas de camisa, gorra y pantalón
negros, que portan armas de alto calibre". Esta "estructura" del Ejército
federal con los paramilitares, apuntan, "nos preocupa, porque es una prueba
de que nos quieren provocar, con la intención de sembrar el terror
dentro de nuestro municipio. Nosotros ya no queremos ver más sangre
o muerte de indígenas en nuestros poblados. Nosotros estamos trabajando
en calma, sembrando nuestra tierra", declaran.
Sin embargo, "los gobiernos federal, estatal y municipal
están dispuestos a romper nuestra unidad y generar violencia y guerra
entre indígenas".
Lo acusaron de robar unas cuerdas
El concejo municipal autónomo de San Pedro Polhó,
por medio de sus representantes Agustín Pérez Parcero y Agustín
Pérez Santiz, condenó y rechazó "enérgicamente"
los hechos del domingo 18 de agosto, cuando a las 12 del día, "en
el terreno de banco de grava" Mariano Pérez Gómez "fue agredido
e inculpado injustamente por robo de cuerdas para medir terrenos".
Pérez Gómez "venía de trabajar en
su cosecha cuando un grupo de personas le ordenó detenerse como
a cinco metros. El compañero hizo caso sin miedo e inmediatamente
se le acusó de haber robado unas cuerdas. El compañero negó
su culpabilidad varias veces, y cuando se le ordenó que dijera la
verdad por las buenas o por las malas, y él aseguró no saber
nada, fue apedreado. En seguida se le lanzaron más de 30 personas
con agresiones y amenazas de muerte, pero pudo escapar con suerte a lo
que parecía una masacre.
"Al ya no verlo -prosiguen las autoridades de Polhó-,
los agresores rodearon la zona, pero no pudieron agarrarlo pues el compañero
se aventó en un barranco para esconderse, cayendo aproximadamente
200 metros para salvar su vida. Por suerte las lesiones no fueron graves,
y miró cómo los agresores lanzaban rocas grandes que sólo
pudieron caer a 150 metros aproximadamente, por lo cual no lo alcanzaron."
El concejo autónomo asegura que los atacantes "atentaron
contra la vida del joven compañero, que ya fuera de peligro se dirigió
a su casa para dar aviso e investigar si alguien salió muerto. En
el lugar de los hechos se encontraron muchas rocas y un sombrero blanco
de palma propiedad de los paramilitares".
En los hechos ocurridos "se encuentra involucrado un grupo
de priístas y cardenistas (vinculados con lo que fue el Partido
del Frente Cardenista), encabezado por el comisariado de bienes comunales
del municipio de Chenalhó, Pedro Mariano Arias Pérez como
presidente, Antonio Pérez Santiz, Mariano Hernández Pérez,
Gilberto Gómez Pérez y otros". Estos son identificados como
"los encargados de organizar grupos paramilitares, con acuerdo del presidente
municipal constitucional Armando Vázquez Pérez.
"Pedimos se tome muy en cuenta este problema, relacionado
con el predio que se encuentra en el banco de arena de Majomut, que desde
el 21 de noviembre de 1996 quedó en administración del H.
ayuntamiento municipal autónomo de Polhó, tal y como lo establece
el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo". Allí,
argumenta el concejo de Polhó, se estableció que queda estrictamente
prohibido explotar por grupos particulares o colectivos, "en este caso
cardenistas", terrenos que sean propiedad de comunidades indígenas.
Las autoridades municipales consideran "una provocación"
el ataque (ocurrido a un par de kilómetros de Acteal, que sigue
siendo, como Polhó mismo, un campamento de refugiados). En estos
momentos, denuncian, "se están organizando algunas comunidades priístas
para atacar nuevamente a los compañeros desplazados".