Más sobre las bibliotecas de aula
Estimada Carmen: Hay muchas cosas que discutir
sobre las compras que la Secretaría de Educación Pública
(SEP) ha realizado a las editoriales, privadas y del Estado, para formar
las bibliotecas de aula de las escuelas mexicanas.
Se trata de un debate sobre el criterio de los contenidos
que llevará tiempo y está bien que así sea, pero hay
un asunto central acerca del procedimiento que ha seguido la Secretaría
de Educación Pública para recibir los libros de las diversas
editoriales, analizarlos y, al final, contratarlos: ¿quién,
cuándo, cómo, mediante qué vías se convocó
a los editores, nacionales e internacionales, establecidos en el mercado
editorial mexicano?
El secretario Reyes Tamez Guerra afirmó lo siguiente:
"nosotros invitamos a un grupo de especialistas muy amplio a participar
en este proceso de selección. Se inició a partir de 6 mil
500 títulos diferentes y ellos llegaron a esta conclusión.
Yo lo que le puedo decir es que éste es un primer inicio, cada año
se va a sumar una cantidad de títulos similares; los títulos
que no fueron considerados en esta primera prioridad no quiere decir que
no serán considerados".
Correcto, esperemos el segundo y el tercer o hasta el
cuarto inicio si fuera necesario, al fin y al cabo los inicios no siempre
son principios. Yo lo que le puedo decir al secretario de Educación,
Reyes Tamez Guerra, es que la editorial Cal y Arena tiene 14 años
de presencia en el mercado cultural mexicano, más de 200 títulos
en su catálogo, y nunca, por ninguna vía oficial ni de otro
tipo, fue convocada a presentar los libros que según nuestra casa
editorial podrían concursar para obtener un lugar en las bibliotecas
de aulas. Repito mi pregunta: ¿Cómo, cuándo y quién
convocó a los editores? En este caso, el procedimiento no es un
asunto menor sino fundamental si pensamos en la transparencia, esa palabra
que tantas bocas ha llenado entre los funcionarios del gobierno federal.
No quisiera ser demasiado insistente, pero me gustaría
saber, ¿quién, cómo y cuándo convocó
a los editores?
Atentamente
Rafael Pérez Gay, director de Ediciones Cal
y Arena
Apoya información sobre omisión de escritores
en bibliotecas de aula
Señora directora: Agradezco la oportunidad
de poder expresar mi apoyo a la nota en primera plana del pasado 12 de
agosto, sobre la omisión de escritores en la literatura de aula
hecha por la Secretaría de Educación Pública.
Como sicóloga social y madre mexicana, me preocupa
el presente y el futuro de nuestras jóvenes generaciones. ¿Por
qué impedirles usar el "imaginario", al leer escritores de altura
como los que se excluyeron?, ¿qué nuevo estilo de terrorismo
está penetrando en las aulas de la educación pública
en México?, ¿qué tipo de jóvenes se desean
formar?, ¿quizá, acaso, una educación nintendo y adicta
al Internet (¡Mááás!, diría mi abuela),
¿a qué realidad social responde este cambio? Si alguien puede
responder a esas preguntas, quizá no todo esté perdido.
Mi admiración, agradecimiento y respeto a todos
los escritores latinoamericanos.
Cordialmente
Ana González
Nota aclaratoria del INBA a carta de Iván Restrepo
Señora directora: En relación a la
carta del maestro Iván Restrepo, publicada en El Correo Ilustrado
el pasado 12 de agosto, quisiéramos informar lo siguiente: en días
pasados se hizo uso, para fines ajenos al Instituto Nacional de Bellas
Artes (INBA) ?de manera indebida y cometiendo un serio abuso de confianza?
del vehículo placas 6HR-62, por lo que se aplicará la sanción
correspondiente a la persona responsable.
Por tal motivo consideramos procedente hacer esta nota
aclaratoria, ya que el INBA está al margen de cualquier campaña
o actividad ajena a su vocación, que consiste en la preservación
del patrimonio artístico, la educación e investigación
artísticas, así como la difusión y la promoción
de las artes.
Agradecemos la atención que se sirva dar a la presente
y le envío un cordial saludo.
Atentamente
Guillermina Ochoa, directora de Difusión
Continúa polémica por El crimen del
padre Amaro
Señora directora: Da tristeza ver, que en
pleno año 2002, la Iglesia católica sigue siendo un lastre
y símbolo de retraso en nuestro país. La nueva es esta absurda
polémica por la cinta de Carlos Carrera, El crimen del padre
Amaro.
Nadie, incluido el obispo de San Cristóbal de las
Casas, Felipe Arizmedi Esquivel, ha podido ver la cinta, lo cuál
no sólo descalifica sus comentarios, sino que habla de la estupidez,
sinrazón y retraso en los que la Iglesia católica pretende
mantener a nuestro país. Lo increíble, y es de agradecerse,
es que esta polémica sólo está generando una gran
promoción para la película, caso idéntico a La
ley de Herodes, de Luis Estrada, que terminó siendo un éxito
en salas mexicanas.
Esa película tambien la pagó el Estado,
aunque después se arrepintiera y provocara renuncias varias en el
Imcine. Pues bien, señor Arizmendi, ante su molestia y rechazo al
apoyo del Estado al cine nacional (lo cual, para su información,
es ya prácticamente nulo) habría que ver cuál es la
relación real Iglesia y Estado, narcotráfico e Iglesia, etcétera.
Se lo dejo de tarea.
Espectador con tres dedos de frente.
Alvaro Curiel
Exigen libertad a todos los presos políticos
Señora directora: Hoy se cumple un año
de que fueron detenidos los estudiantes Héctor, Antonio y Alejandro
Cerezo Contreras, así como el indígena Pablo Alvarado Flores.
Todos fueron objeto de la tortura cruel que en plenos albores del siglo
XXI aún practican los cuerpos policiacos y militares mexicanos.
Aprehenidos por poner unos petardos que después
siempre no pusieron, según la voz de las propias autoridades del
sistema judicial mexicano, de todas formas los mantienen encarcelados en
un centro de exterminio como lo es la cárcel de máxima seguridad
de Almoloya de Juárez.
Durante el proceso judicial, fue dolorosamente asesinada
su abogada, la licenciada Digna Ochoa y Plácido, caso aún
sin esclarecer, han cambiado en dos ocasiones de juez, las audiencias no
son públicas y las conversaciones con su actual defensora Bárbara
Zamora son grabadas.
Lamentablemente no existe el principio de legalidad en
este país, apena que se violente constantemente el estado de derecho
mediante la conculcación de la Constitución Política,
la Declaración Universal y la Convención Americana de Derechos
Humanos. ¡Cuánta impunidad!
Los jóvenes son buenos estudiantes, poetas, deportistas,
músicos y solidarios; del indígena sólo se escuchan
buenas referencias de los vecinos. Nosotros protestamos por su encarcelamiento
injusto y elevamos nuestra voz porque en México no existan presos
y presas por motivos políticos.
Exigimos a Vicente Fox Quezada y a Santiago Creel Miranda,
presidente de la República y secretario de Gobernación, respectivamente,
que reestablezcan el estado de derecho y que liberen a todos los presos
políticos del país.
Por el Colectivo Libertad: Ofelia Medina, Begoña
Lecumberri, Oralba Castillo Nájera, Raquel Gutiérrez y otros.
En solidaridad: Erika Zamora, general José Francisco Gallardo y
Felipe Edgardo Canseco Ruiz.
Aclara información de nota publicada
Querida Carmen: Te pido que publiques en un lugar
adecuado del diario la siguiente aclaración sobre la entrevista
que me hicieron Víctor Cardoso y Juan Antonio Zúñiga
y que La Jornada publica hoy.
Tal como se redactó el texto de la entrevista y
la cabeza en la primera plana, da entender que yo sostengo que hay 65 millones
de pobres en el país. Los que me conocen y me han venido leyendo
se habrán sorprendido de cómo fue que bajé de los
75 millones que suelo manejar a 65 millones.
Los 65 millones no son míos, sino del comité
técnico que formó la Sedel. Este comité definió
tres niveles de pobreza, de los cuales la Sedel eliminó el más
alto, que consiste en una línea de pobreza de $52.17 por persona
por día y que arroja, según el documento síntesis
de dicho comité, 59.9% de los hogares y 65% de las personas. Es
decir, la verdad técnica del comité es que dos terceras partes
de la población del país son pobres. Además de eliminar
este nivel más alto introdujo un nuevo nivel intermedio, al que
denominó pobreza de capacidades.
Julio Boltvinik