Gracias a Los Esquizitos y Lost Acapulco resurgió una corriente casi olvidada
México, principal exponente de la música surf en la actualidad
Sólo en el DF se contabilizan más de una veintena de bandas, aunque con poca difusión
En otros países el género se relaciona con el deporte de las olas; en nuestro país, con los luchadores
MARIANA NORANDI ESPECIAL
En la década pasada la escena underground ha recuperado una vieja corriente musical que ya estaba prácticamente olvidada: la música surf. A mediados de los años 90, México se contagió de esa revalorización musical por conducto de dos grupos -Los Esquizitos y Lost Acapulco-, pero es hasta ahora cuando vive su etapa de mayor efervescencia y popularidad. Actualmente, el Distrito Federal representa la ciudad del mundo que más bandas de surf concentra (sobrepasa la veintena), habiendo logrado que este estilo musical se haya convertido en un incipiente movimiento con características rítmicas y estéticas propias.
Pero, Ƒqué es la música surf? Es un género musical surgido a finales de la década de los 50 y principios de los 60 en la costa sur californiana, cuyos seguidores eran jóvenes que se divertían y surfeaban en las oleadas playas. Estos músicos tocaban temas instrumentales, basados en la reverberación de la guitarra eléctrica y en efectos con palanca vibradora, que se inspiraban en el rocanrol instrumental de aquellos años, representado por guitarristas como Link Wray o Duane Eddy.
De Dick Dale a Beach Boys
Sin embargo, estas inquietudes y experiencias musicales no adquieren verdadera relevancia hasta que llega Dick Dale, el llamado "padre" de la música surf. De origen libanés, y bautizado con el nombre de Richard Monsour, este músico crea un estilo vertiginoso de tocar la guitarra utilizando reverb, amplificación, e introduciendo ritmos árabes y latinos en sus melodías. Con estas características sienta las bases del sonido surf y forma un grupo llamado Del-Tones.
A pesar de que Dick Dale nunca llegó a ser tan hábil con la tabla como con la guitarra, sí alcanzó a sentir la sensación de deslizarse a alta velocidad entre las olas. Estas experiencias playeras provocaron que el guitarrista buscara, a través de su instrumento, emular el sonido del mar y describir esa apasionante emoción de cabalgar sobre las olas, creando un sonido singular que denominó surf music.
A partir de 1962 comienzan a proliferar grupos de surf y bares donde actuaban. Bandas como Bel-Airs, Pyramids, Chantays, Surfaris o The Trashmen hicieron bailar a cientos de jóvenes de bermudas y sandalias, cuya única preocupación era divertirse. Es en esos momentos cuando surgió un grupo que vendría a incomodar las sensibilidades surferas más puristas: los Beach Boys. Este grupo, formado por los hermanos Brian, Carl y Dennis Wilson, Mike Love y Al Jardine, incorporan letras en sus temas "desvirtuando" el verdadero espíritu instrumental de esta música y popularizando mal el sonido surf.
Los años 1963 y 1964 representan el auge de esta música, la cual fue exportada a países tan diversos como Inglaterra, Australia y México. Aquí encontramos bandas como Javier Batiz & His Famous Finks o Los Weelers, que obtuvieron gran éxito. A partir de 1965, la corta vida de la música surf empieza a sucumbir frente a los cambios juveniles. Los nuevos jóvenes se rebelan contra la guerra de Vietnam y se enardecen ante un nuevo ritmo llamado beat. Los ociosos surfistas quedan aislados escuchando temas instrumentales en una época en que la letra, portadora de un mensaje contracultural, adquiere gran importancia. La música surf no desaparece, pero son muy pocos los que siguen escuchándola. Alejada de la escena musical, ve pasar exitosos movimientos como el pop, el hard rock, el heavy metal o el punk, hasta que, en 1994, un excéntrico cineasta llamado Quentin Tarantino incluye el tema Misirlou, de Dick Dale, en su película Pulp Fiction (Tiempos violentos). Este acontecimiento representa un impulso y una renovación de la música surf en todo el mundo, incluido nuestro país.
La experiencia mexicana
En México, a principios de la década de los 90, Nacho Desorden y Güilli Damage trabajaban en una tienda de discos en la colonia Polanco. Esta tienda patrocinaba un programa llamado Radio Bestia, en la estación de radio Rock 101. Nacho, Güilli y Juan Reverendo Moragues (apodo que se ganó porque era el único que compraba en la tienda los discos del Reverend Horton Heat) programaban la olvidada música surf. En 1994, Güilli (guitarra) y Nacho (bajo) deciden formar un grupo que sonara a las bandas que difundían por la radio. Con Brisa en la batería y Alex en la guitarra crean Los Esquizitos, semilla del nuevo surf mexicano.
En enero de 1996, Alex y Brisa dejan la banda y, dos meses más tarde, Nacho y Güilli se unen al Reverendo, a Sury Attié, y a un viejo amigo llamado Roberto Warpig Muñoz y forman los Bombatomix. En octubre, Sury abandona el grupo y, el ahora cuarteto, cambia el nombre por Lost Acapulco. Según cuenta Güilli, Alex y Brisa, al ver el éxito que estaba teniendo Lost Acapulco, deciden regresar y reunir a Los Esquizitos. Durante los siguientes años, Nacho y Güilli tocan en las dos bandas simultáneamente. En 1999 Güilli deja Lost Acapulco, "porque veía más posibilidades creativas con Los Esquizitos y además el surf ya me había hartado". Por esas fechas también Brisa deja la banda y en su lugar entra Carlos Icaza; Mónica Molina, novia de Güilli, se incorpora al grupo tocando efectos sonoros de mar. En 2000 Nacho deja Lost Acapulco porque "tenía un programa de radio con Warpig y el Reverendo en el que ellos cobraban y a mí no me pagaban. Así que preferí separarme antes que pelearme". Finalmente, en noviembre del año pasado, Los Esquizitos se disuelven dejando un disco de larga duración, un EP y otro sin editar.
Según Güilli, dejó la banda para descansar. Las razones de Nacho fueron muy distintas: "me salí porque ya no formaba parte de las decisiones, todo lo decidían Güilli y su chica". Mientras, Lost Acapulco incorporaba a sus filas a Esteban Crunchy López en la guitarra y al Sr. Ramírez en el bajo. En la actualidad, este grupo cuenta con dos EP, dos larga duración, varios acoplados y algunos sound tracks para películas mexicanas como Sexo, pudor y lágrimas o Perfume de violetas. Pero lo más importante de este grupo es que ha ejercido influencia sobre todas las bandas de surf mexicanas y es responsable de que, en la actualidad, el surf en México empiece a ser un movimiento musical.
Entre playeras y máscaras
En nuestro país la música surf no tiene una relación directa con el deporte de la tabla, debido a que es un movimiento nacido y concentrado en una capital sin mar. El Reverendo comenta al respecto: "no existe mucha relación con el deporte, porque ninguno de nosotros surfeamos. Está el caso de Sr. Bikini, que va a amenizar campeonatos de surf, pero no surfea. Incluso, cuando en la televisión salen surfistas, ponen heavy metal".
Pero si esta música en México no está relacionada con el deporte, como lo estuvo en sus orígenes californianos, sí asimila la estética playera de aquellos años. En los conciertos el público viste camisas floreadas, gafas de sol, sombreros de playa y sandalias. En torno a este curioso look existen dos teorías: la primera hace referencia a los orígenes playeros y surfistas de esta música, y la segunda afirma que surge a partir del primer concierto de Lost Acapulco, donde de forma divertida, sus miembros se disfrazaron de playeros acapulqueños en alusión al nombre de la banda. A partir de ahí, los seguidores de esta música incorporan la imagen veraniega como parte de su vestimenta.
Pero si hay algo en el surf mexicano que lo distingue respecto a otros países es el uso de la máscara de luchador. Gran parte de sus músicos y de sus fans utilizan esta prenda durante los conciertos. La máscara en el surf tiene varios significados y orígenes. La mayoría la relaciona con las películas de los años 60 de El Santo o Blue Demon, las cuales, además de seguir cautivando a los integrantes de este movimiento, incluían surf como música de fondo. Big máscara, guitarrista del grupo Sr. Bikini expone: "nosotros usamos máscaras con la idea de emular toda una época donde la cultura popular se nutría con héroes nacidos del surrealismo". Biani, bajista de Fenómeno Fuzz, añade: "es que el surf no sólo es subir y tocar en un escenario, es toda una cultura". Sin embargo, no sólo los músicos usan máscaras, también el público. Julio Ignacio Godínez, estudiante de comunicación de 21 años, también se cubre el rostro como un luchador: ''uso máscara porque me gusta esta música y porque siempre me han gustado las películas de enmascarados".
Este singular atuendo nos lleva a preguntarnos, Ƒcómo se fue imponiendo una estética tan surrealista en este movimiento musical? Existen varios momentos en la historia del nuevo surf mexicano que fueron implantando esta costumbre. Por un lado, la influencia que ejercieron los conciertos que ofrecieron los Straitjackets en nuestro país en mayo del 2000. Este cuarteto estadunidense es la única banda extranjera que utiliza máscaras, debido a que su líder, Danny Amis, es un apasionado de lo mexicano. Otro antecedente es la canción de Los Esquizitos Santo llamando a la nave, donde Güilli se ponía una máscara para homenajear a este superhéroe. Un tercer precedente fue el concierto que Lost Acapulco dio en un local llamado El Pájaro. Nacho nos cuenta la anécdota: "era un antro con sexo en vivo frente a la Arena Coliseo. Nos daba tanta pena tocar ahí, que cruzamos adonde vendían las máscaras y nos compramos unas para que no nos reconocieran. Después las seguimos usando". Por último, otra relación de máscaras y surf, aunque de mínima influencia, es la del surfista Angel Salinas, originario de Zicatela, Oaxaca. Este deportista, que aparece en la portada de uno de los discos de Sr. Bikini, es el surfista mexicano más importante y usa máscara para surfear.
Un elemento que ha heredado el movimiento mexicano de los orígenes del surf es la carencia de ideología. Curiosamente, el surf renace en México de forma paralela a una convulsión política y social como fue el levantamiento zapatista, la devaluación de la moneda, el asesinato de Colosio y la huida de Salinas. Como respuesta a estos fenómenos que vivía el país, grupos de rock, punk o ska criticaban a través de sus canciones un régimen político corrupto y decadente, y le daban la palabra a esas voces que empezaban a emerger de la selva chiapaneca. Como ocurrió en los años 60 con la Guerra de Vietnam, nuevamente los surfers se alejan de los problemas sociales y políticos, y reivindican su derecho a divertirse y bailar. Se ponen sus playeras floreadas y bailan estilo a go-go recordando aquellos maravillosos años 60.
Problemas de difusión
El surf en México, a pesar de que ha crecido mucho durante estos años, encuentra problemas de difusión. Existen muy pocos lugares donde tocar, las discográficas no muestran interés y los grupos son ignorados por los medios de comunicación. Esta música aparece a veces como fondo de algunos anuncios televisivos, pero nunca se habla de sus creadores. En radio, el único programa que emite surf es 2 horas Dbrayan, de Warpig y el Reverendo (lunes y miércoles, a las 12 de la noche por el 98.5 de FM). Lugares donde tocar, está FreeStyle (Magdalena 111, colonia Del Valle) y Multiforo Alicia (Cuauthémoc 91 A, colonia Roma). En este espacio resurge el surf y es aquí donde se graban y distribuyen la mayoría de los discos de este género. Su responsable, Ignacio Pineda, nos comenta: "nuestro primer toquín de surf fue en 1996, y desde esa fecha hasta ahora, hacemos uno cada mes".
Existen posiciones encontradas entre los protagonistas de esta música a la hora de definir si realmente existe un movimiento. Hay quienes piensan que el surf en México carece de calidad y que, pasado este boom, menguará hasta quedar otra vez en el olvido. Nacho Desorden opina: "me da mucha pena la música surf, porque los chavos no la conocen y piensan que todo comenzó con Lost Acapulco. Ahora son todos una copia barata de Lost Acapulco y han tomado esta música como moda". Güilli: "no son grupos que me emocionen escénica ni musicalmente, se copian entre ellos y no proponen nada nuevo". Big Máscara: "es una música que todavía la gente no comprende, muchos dicen que tocan surf y hacen puros ruidos".
Existe otra corriente que piensa que en México existen buenas bandas y que son parte de un incipiente movimiento musical. Biani, de Fenómeno Fuzz, afirma: "las disqueras dicen que aquí no se sabe tocar surf, pero no es cierto". Ignacio Pineda: "es un movimiento independiente, subterráneo, que cada vez atrae a más gente". El Reverendo: "el surf va hacia una consolidación. Hay grupos que empiezan a sacar discos y van teniendo un sonido propio con el que se identifican. Como es música instrumental, nunca va a ser un movimiento masivo, pero puede llegar a ser un movimiento interesante". Luis González, conductor del único programa de surf que existe en España, llamado The Secret Spot, de Radio Ciutat Vella, Barcelona, opina: "en México hay bandas de calidad, y además todas bordean una de las partes del surf que más me gusta, la que se mezcla con el garage".
Guste o no, lo cierto es que en México la música surf ha adquirido las características de todo un movimiento: posee un sonido particular, está representado por un numeroso grupo de bandas, cada vez convoca a más seguidores y asume una estética propia. Si esta corriente musical logrará emerger algún día del ambiente underground o volverá a su estado de olvido, sólo el tiempo y la calidad de estos músicos lo dirán.