Sólo busca fortalecer su imagen, afirma catedrático
El Ejecutivo no ha dudado en mentir y manipular, acusa pastor evangélico
ALMA E. MUÑOZ
Como ciudadano, Vicente Fox tiene derecho a profesar y expresar su religión, pero en su condición de jefe del Ejecutivo "no puede ir por encima de la investidura presidencial y de la Constitución que juró cumplir para expresar su fe"; además, debe esperar el "cobro de factura que el Vaticano le hará a mediano plazo por utilizar al catolicismo como propaganda política", coincidieron líderes religiosos y especialistas en el tema.
Asimismo, el mandatario "pagará un costo político" por cuestionar "la determinación de la jerarquía católica de no reconocer a Marta Sahagún como su esposa ante la Iglesia al sentarla junto al pontífice" en la ceremonia de bienvenida, aseveró el profesor Josué Tinoco Amador, jefe del área de Sicología Política de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Los entrevistados criticaron el "exacerbado" fervor del Presidente y su gabinete, al grado de "manipular leyes" para ignorar que el Estado mexicano es laico, y señalaron que la investidura presidencial "está al nivel de quien no ha sabido honrarla".
En defensa del mandatario salió el arzobispo de la Iglesia ortodoxa, Antonio Chedraui: "como humano tiene derecho a ser un hombre con sentimiento religioso. No cometió ningún error ni pecado mortal. Besar el anillo del Papa fue una declaración de respeto, porque el Pontífice es su padre espiritual. (...) Si actúa mal o no cumple su palabra, entonces vamos a criticar, pero no digamos que por su actuación del martes violó la Constitución".
Adoniram Gaxiola, pastor evangélico, puso en entredicho que Fox se postrara ante el jefe del Estado Vaticano. "Habría que preguntarse si no implica la subordinación de Fox ante un gobierno extranjero, y en el terreno de la relación Iglesia-Estado, lamentar que una ley secundaria sea violentada por el jefe supremo del país. (...) Si él no cumple con lo establecido, no tiene autoridad moral para exigirle a nadie, en ningún terreno, que acate las disposiciones".
Agregó: "los actos católicos del Ejecutivo realmente ya no nos llaman a sorpresa, porque son la mera expresión de un hombre que se ha distinguido por su falta de integridad y que no ha dudado en mentir, en simular y en manipular".
Añadió que "esperaría que las iglesias y las asociaciones religiosas no católicas asumieran su responsabilidad histórica y en conjunto confrontaran los excesos del gobierno foxista".
En tanto, Josué Tinoco consideró que la actitud presidencial responde al "amarre de fuerzas y de grupos" para fortalecer su imagen política, con miras a las elecciones intermedias del próximo año.
"Fox no cuidó la etiqueta y dejó aflorar su fervor. Besó el anillo papal porque seguramente le ganó la emoción de estar frente al pontífice (...) Después de esto, seguramente buscará un acercamiento con los líderes evangélicos."
Expresó que como analista le preocupa que "no se hace bien la separación del Estado laico y esté abierta la posibilidad de que quien esté en contra de esas acciones no sea considerado más que un retrogrado, un jacobino o un callista".
Debemos estar pendientes, dijo, del cobro que hará la Iglesia a Fox, porque, "aunque Marta Sahagún llore, esto no le hace ser santa, y sigue estando en pecado. Creo que si el Papa hubiera tenido más vigor la levanta de su asiento o impide de alguna manera tenerla cerca".
Aseveró que en el encuentro de ayer por la noche seguramente "se comenzó a trabajar sobre la política educativa, informativa y gubernamental de los próximos años, después de que Vicente Fox antepuso a la nación sus intereses particulares, en este caso religiosos".