Este año sólo se han denunciado 4 casos; temen mujeres a sus agresores, afirma Azucena Gómez

En ascenso, la violencia intrafamiliar; se desestima norma de prevención: Adivac

El miedo de médicos a la corresponsabilidad que implica una denuncia penal, entre los obstáculos, dice

ANGELES CRUZ

El cuarenta y dos por ciento de las mujeres en México son víctimas de violencia intrafamiliar, problema de salud pública que se incrementa cada día, mientras la norma oficial mexicana (NOM) que se refiere a la detección y prevención de los casos en las unidades de salud, continúa sin cumplirse, aseguró la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (Adivac).

El organismo denunció que aun cuando la normatividad establece que las instituciones sanitarias públicas y privadas tienen la obligación de otorgar la atención médica a las víctimas de violencia intrafamiliar y de notificar a las autoridades judiciales respecto de esos hechos delictivos, en la práctica no ocurre así.

Como ejemplo de lo anterior, la agrupación comentó el caso del Hospital de la Mujer, dependiente de la Secretaría de Salud (Ssa). Detalló que el personal médico, así como los trabajadores sociales conocen la NOM. Estos últimos, en particular, han participado en cursos de capacitación en esta materia.

Sin embargo, advirtió Adivac, de acuerdo con la norma son los médicos quienes tienen la responsabilidad de llenar los formatos respectivos en caso de detectar actos de violencia contra sus pacientes, los cuales podrían ser constitutivos de delito. Por lo tanto, los doctores deberían recibir dicho entrenamiento, apuntó.

Aun así, cuando llega una mujer agredida a ese nosocomio se le transfiere al área de trabajo social y sólo en algunos casos, como el de violación, se notifica al Ministerio Público. De ahí que en el mes de mayo, el Hospital de la Mujer tenga registro de nueve violaciones sexuales, por las cuales se emprendieron procesos judiciales.

El hospital no cuenta con formatos específicos para el registro de los delitos de violencia emocional y física, a pesar de que ambos están plenamente reconocidos como agresiones contra la integridad de las mujeres o de las personas que las padecen. De ahí que tampoco se ha podido cuantificar el problema, tal como lo dispone la NOM 190-SSA1-1999, relacionada con la prestación de servicios de salud.

Adivac detalló que los únicos asuntos que son atendidos por el hospital, reconocidos como violencia familiar, son cuando las agredidas ya han presentado denuncia formal ante la instancia judicial y llevan consigo el oficio que así lo acredite.

La subdirectora médica del Hospital de la Mujer, Azucena Gómez, explicó a Adivac que el principal obstáculo para abatir la violencia intrafamiliar es que las mujeres no quieren denunciar a los agresores. Por eso, dijo, en este año únicamente se han presentado cuatro denuncias de este tipo, adicionales a las nueve violaciones que sufrieron niñas y mujeres de entre seis y 47 años de edad, durante mayo pasado.

De acuerdo con versiones extraoficiales obtenidas por Adivac entre los trabajadores de unidades de salud pública y en el área de violencia familiar de la Secretaría de Desarrollo Social, la norma que debería ayudar a resolver este grave problema de salud pública, que se produce en uno de cada cuatro hogares en el país, "es desestimada por el personal médico".

Otro problema para la observancia de la normatividad son los términos burocráticos que las instituciones sanitarias deben realizar ante el Ministerio Público, además de la sobrecarga de trabajo que ello representa, porque tendrían que certificar las lesiones ante el titular de la agencia investigadora.

Como parte de la campaña Cada 15 minutos una mujer es agredida, Adivac monitorea las acciones que se realizan en clínicas y hospitales. La finalidad es que la NOM respectiva se cumpla y con ello se empiece a reducir el número de agresiones contra las mujeres.

Para la organización civil, uno de los principales obstáculos a vencer en esta problemática es el miedo de los médicos a la corresponsabilidad que implica presentar una denuncia penal.