Visión de inversionistas extranjeros; desperdicia México su situación energética
Nacionalismos extremos obstruyen cambios estructurales
HUMBERTO ORTIZ MORENO
Los inversionistas del exterior hablan de México "con una mezcla de desaliento y rechazo" por nacionalismos extremos que obstruyen los cambios estructurales que requiere el país, advirtió Fernando de Mateo, coordinador general de Negociaciones con Europa y del Sector Servicios de la Secretaría de Economía (SE).
Es necesario actuar ya para resolver las reformas energética y laboral, porque estamos perdiendo una ventaja comparativa ante los competidores, previno, pero aclaró que en las naciones desarrollados existe la percepción clara de que México no forma parte de los países con problemas energéticos sino que, al contrario, los tiene resueltos.
En entrevista con La Jornada, reconoció que los TLC "no curan males de amores", pero aseguró que el gobierno mexicano seguirá firmando cuantos acuerdos de este tipo le salgan al paso, porque le sirven para enfrentar prácticas desleales de comercio y la escalada proteccionista que está a la vista en el mundo.
A su juicio, el país ha resultado menos dañado por estos problemas gracias a los tratados que tiene firmados, pero "no podemos pedirle peras al olmo..."
Decano de las negociaciones comerciales internacionales, pues lleva dos sexenios en la dependencia y ha tenido contactos con inversionistas, empresarios y funcionarios de casi todo el mundo, De Mateo Venturini refutó a quienes buscan que se corten de tajo los flujos comerciales, de inversión extranjera directa (IED) y de tecnología al país. "No podemos repetir tres veces la historia", aseveró, ni está México para soportar otra crisis en su balanza comercial.
"Los TLC no curan males de amores", insistió, por lo que deben conjugarse con estabilidad macroeconómica y un desarrollo armónico, además de una eficaz política pública contra la pobreza.
Por lo tanto, el funcionario descartó una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), porque "la otra parte nos podría hacer mucho daño y no podemos pedirle peras al olmo".
Tampoco, recalcó, hay que ponerle condicionantes a la IED, porque ha sido la principal promotora del crecimiento económico y transmisora de tecnología moderna para el país.
De Mateo Venturini consideró que México tiene que meterse por fuerza a la cuarta revolución industrial en el mundo, y las negociaciones de tratados comerciales han permitido un rápido crecimiento de las exportaciones, a 19 por ciento anual promedio; del empleo (el 50 por ciento generado hasta ahora corresponde al comercio exterior), del producto interno bruto y de los sueldos.
Reconoció el imperativo de solucionar los problemas económicos del país mediante una eficaz política monetaria, fiscal, de reducción inflacionaria y, especialmente, de lucha contra la pobreza.