Quienes laboramos más de 30, 40 o 50
años no podemos vivir con $2 mil al mes, expresan
Ferrocarrileros jubilados exigen aumento a pensiones
FABIOLA MARTINEZ
Ferrocarrileros jubilados hicieron ayer un plantón
frente al edificio donde se administra la liquidación de Ferrocarriles
Nacionales de México (Ferronales), en demanda de un aumento a sus
percepciones, que rondan los 2 mil y 2 mil 400 pesos mensuales.
Trabajadores en retiro, representantes de 21 de las 39
secciones del sindicato ferrocarrilero, solicitan aumento a sus pensiones,
aguinaldo de 40 días y 'pago de marcha' por seis meses (en caso
de fallecimiento), así como un reporte financiero del fideicomiso
5012-6 ?administrado por Nacional Financiera? del que se cubren los pagos
mensuales de poco más de 56 mil jubilados de la extinta red estatal
de ferrocarriles.
"Muchos
dirán que estamos locos (al exigir aumento); quizá tengan
razón, pero quienes laboramos más de 30, 40 o 50 años
no podemos vivir con una miserable pensión de 2 mil pesos, por lo
que mientras tengamos vida, seguiremos luchando", señaló
Alfonso Martínez Orozco, presidente de la Organización de
Trabajadores Ferrocarrileros Jubilados de la República Mexicana.
La "rabia" expresada por Martínez y unos 300 jubilados
más que ayer esperaron horas para ser recibidos por algún
funcionario en el edificio de Jesús García 140, en Buenavista,
se origina también por la pensión de 15 mil 375 pesos (más
prestaciones) que obtuvo el actual dirigente del sindicato, Víctor
Flores, cuya categoría máxima en Ferronales fue guardia de
crucero.
También expresaron su inconformidad porque pese
a la liquidación de la relación contractual entre el sindicato
y la empresa en noviembre de 2000, unos 730 ferrocarrileros persisten en
calidad de "comisionados sindicales", que reciben el doble de lo que por
ley les corresponde.
Pese a sus magros ingresos, los ferrocarrileros en retiro
aún cotizan uno por ciento de sus pensiones a las arcas del sindicato
que encabeza Flores, de cuyo patrimonio ?afirman los jubilados? no obtienen
ningún beneficio.
Además, dijo Artemio Pedro Montoro, los jubilados
no tenemos derecho a votar en las asambleas sindicales y mucho menos a
pedir cuentas claras de las finanzas del mismo "porque sencillamente no
nos dejan entrar a las asambleas o nos envían a los golpeadores
para amedrentarnos cada vez que denunciamos los saqueos de Flores y su
equipo".
Ante ello, las organizaciones de jubilados plantean la
posibilidad de unirse en un frente común para exigir cuentas de
"lo que aún queda del patrimonio sindical" y vigilancia de la Secretaría
del Trabajo para impedir el "incumplimiento estatutario de este gremio".
Como otros jubilados del país, los ferrocarrileros
han enviado un sinnúmero de oficios a la Presidencia de la República
y al Congreso de la Unión, entre otras instancias, sin que hasta
el momento se haya ofrecido alguna alternativa a sus demandas.
El fideicomiso en cuestión se integró con
fondos de la venta del Ferrocarril del Noreste entre otros activos y, según
el último reporte que conocen los jubilados, tiene poco más
de 13 mil 500 millones de pesos.