Indicios de que Emilio Botín incurrió
en 138 delitos fiscales y de falsedad documental
La Audiencia Nacional española investiga ahora
al presidente del Banco Santander
El y cuatro ex directivos habrían trasladado
cuentas de sus clientes fuera de ese país
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 28 de junio. El presidente del Banco Santander
Central Hispano (BSCH), Emilio Botín, habría incurrido en
al menos 138 delitos fiscales y uno de falsedad documental entre 1988 y
1991, según un auto dictado hoy por la juez de la Audiencia Nacional,
Teresa Palacios, que investiga desde hace cinco años los entresijos
de este presunto fraude. En estos momentos los dos principales bancos españoles,
el BSCH y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), son escrutados por
la justicia por gestiones turbias de sus respectivos directivos.
Según la magistrada hay "indicios" de que el banquero
cántabro y cuatro ex directivos del Banco Santander -que después
de su fusión se convirtió en el BSCH- incurrieron en 138
delitos fiscales mediante la cesión de créditos que trasladaban
a cuentas opacas para evadir al fisco. Además de Botín,
se sospecha de Rodrigo Echenique, José Ignacio Uclés, Lorenzo
Solana y Ricardo Alonso como los autores intelectuales de estas transacciones,
similares a las realizadas de forma reiterada por el BBVA en diversos paraísos
fiscales.
La justicia española indaga desde hace 10 años
la supuesta ilegalidad de un producto financiero que el Banco Santander
comercializó entre 1988 y 1991, que consistía en captar clientes
que buscaban evadir al fisco, a los que les ofrecían la posibilidad
de la cesión al propio banco de la titularidad de un crédito
para posteriormente refugiarlo en cuentas opacas y evadir el pago
de 25 por ciento que correspendería a Hacienda. La suma de los 138
casos investigados supera los 50 millones de dólares.
La juez Palacios finalizó la instrucción
del caso, y pidió a las partes del proceso que se pronuncien y presenten
su escrito de acusación, lo que propiciaría el inicio del
juicio oral y la comparecencia ante la justicia de Botín, el banquero
más rico y con más poder de España.
En los delitos presuntamente cometidos con las cesiones
de crédito, la juez considera que han podido incurrir en un delito
fiscal y falsedad todas aquellas personas que se prestaron a que se utilizase
su identidad en sustitución de los titulares verdaderos de las cesiones
de crédito que comercializó el antiguo banco Santander. Entre
estas personas, la juez destaca a Alfonso Derqui Barranco, a quien atribuye
tres delitos fiscales y falsedad documental continuada, y a María
Salat Burzón, con dos delitos fiscales y falsedad continuada. Pero
el Santander también utilizó como titulares de los créditos
a personas fallecidas y a supuestos testaferros.
Entre estos años, el Santander hizo cerca de decenas
de miles de operaciones, lo que causó un perjuicio a Hacienda, según
afirma la juez, de 145 millones 120 mil de pesetas (alrededor de 53 millones
de dólares), procedentes de 9 mil 566 operaciones en la que la titularidad
del cliente estaba cambiada. En el auto emitido por la juez, contra el
que cabe recurso, se afirma que, tras varios años de instrucción,
se deduce que el banco aseguraba a sus clientes esta opacidad a
Hacienda para comercializar el producto.
"El Banco de Santander las venía haciendo sin practicarse
retenciones sobre los rendimientos pagados a los clientes", y además
la entidad defendía que esta "ausencia de retención significa
una venta económica y financiera para los clientes. Omite el banco
que tan importante es la ventaja financiera de la ausencia de retención,
como la ausencia de información a Hacienda sobre la identidad de
los titulares, que el banco se comprometió a no dar al ofrecer el
producto como opaco, como 'pretendidamente opaco' para ser exactos",
señala el auto de la juez Palacios.
Este caso se inició a finales de los años
80, cuando medio centenar de entidades se lanzaron a la comercialización
de productos fiscalmente opacos a Hacienda, como fueron las cesiones
de crédito, en 1990 y ante la constancia de que estos productos
estaban sirviendo de cobijo para el dinero negro, el gobierno
español inició una campaña inspectora para detectar
las operaciones defraudatorias. Si bien la única investigación
que prosperó fue la del Santander.
Perú abrirá archivos a Garzón
En relación con la trama de las cuentas secretas
del BBVA, trascendió que la justicia peruana autorizó al
juez Baltasar Garzón investigar el supuesto pago de un soborno millonario
al ex presidente peruano, Alberto Fujimori, y a su mano derecha, Vladimiro
Montesinos, que habría servido para que el banco español
adquiriera la mayoría accionaria del Banco Continental, entonces
sometido a un proceso de privatización. Garzón podría
viajar al país andino para recabar documentos e interrogar a personas
involucradas en este supuesto ilícito.