La obra de Víctor Hugo ha sido vista por 45 millones
Se estrenará el musical Los miserables en un contexto social de desempleo
ARTURO CRUZ BARCENAS
El musical Los miserables, basado en la inmortal obra de Víctor Hugo, se escenificará en el foro del Centro Cultural Telmex, en unos dos meses. Ocesa Presenta, empresa que trae a México la puesta en escena, ofreció la tarde del miércoles una charla didáctica introductoria al contexto sociopolítico, cultural e histórico que rodeó la génesis de la novela, de hambre y pan, de amor y sentimientos profundos.
El escenario del teatro uno fue habilitado como aula. Los encargados de dar la plática fueron Alvaro Cerviño y Claudia Romero, quienes hablaron generalidades sobre la Francia de Víctor Hugo, desde 1796. Los miserables es un clásico. Llega a México con una fuerza inusitada por el contexto del desempleo galopante (y 40 millones de pobres, según datos oficiales), de hambrientos, pordioseros, limosneros, vagabundos y delincuentes, el hampa organizada y desorganizada en todos los terrenos, la inseguridad a plena luz del día.
Cerviño y Romero expusieron la cronología política, histórica, social y artística que vivió Víctor Hugo, así como el acontecer en México. Arrancaron desde 1789, año del inicio de la Revolución francesa, suceso que cambió el curso de la historia. El hambre y el terror iban de la mano. A la injusticia social había que añadir la intolerancia y la represión.
Los brotes de rebeldía ocurrían a diario. Los primeros años de Víctor Hugo se desarrollan en medio de la guerra social (en México se da la gesta de Independencia). A los 18 años (en 1820), escribe Oda al Duque de Berri. En 1825, es premiado con la Legión de Honor por sus servicios a la literatura.
Hacia 1831 publica El jorobado de Notre Dame. En 1845 es nombrado Par de Francia; inicia una lucha por los desarraigados. Comienza a escribir Los miserables, originalmente llamada La misere. Se publicará hasta 1862, en diez volúmenes, de abril a junio. Muere el 23 de marzo de 1885.
La obra en números
Este musical se estrenó el 18 de septiembre de 1980, en versión original en francés en el Palacio de los Deportes de París. Lleva más de 6 mil representaciones en Nueva York, donde la han visto 8.5 millones de personas. En el mundo la han presenciado 45 millones de espectadores, por medio de 42 producciones realizadas en 33 países y hablada en 20 idiomas. Van 34 mil funciones en 200 ciudades.
Actualmente hay ocho producciones en el mundo; se han hecho 31 grabaciones. Ha ganado 50 premios internacionales, entre ellos dos Grammy.
Cuando se estrene en México habrá muchas resonancias, muchas actualizaciones. Nada de lo humano nos es ajeno, parafraseando a Carlos Marx, quien en varias de sus obras retoma algunas ideas del escritor. La historia de Víctor Hugo comienza cuando el personaje central, Jean Valjean, ex presidiario, entra a la cárcel de Toulon, en 1796, por robar un pedazo de pan. Pasa 19 años en la cárcel, tras varios intentos de fuga.
Toda su vida lo perseguirá Javert, policía inefable, sombra del mal, de la justicia más inmisericorde, antecedente del poder omnímodo kafkiano. Valjean nunca podrá librarse de él. Javert es una especie de inspector Gerard, de la serie El fugitivo. La pluma maestra de Hugo aborda y profundiza en los sentimientos de odio, traición, en los móviles nefastos del robo, pero ofrece la contraparte, la antítesis, lo opuesto.
Cuadro por cuadro, escena tras escena, el francés pinta un gran cuadro del ser humano en todas sus contradicciones. Al leer la obra cada quien contrasta su ser, el más íntimo, el verdadero.
Para los expositores, Cerviño y Romero, luego de ver o leer Los miserables surge un instinto de superación, un afán de ser mejores. Se les hizo ver que la mayoría de los políticos en el mundo no han leído tal obra y que lejos está el ser humano de ver castigados a los de alma negra. El mal y la delincuencia prevalecen en la impunidad. El deber es una utopía, una aspiración sucicida, un sueño guajiro.
Los miserables tiene varias posibilidades de interpretación y reflexión. El musical que veremos en el DF ofrecerá la escenografía y los colores de Lautrec, con su patriotismo, la lucha por la igualdad, justicia y fraternidad. Puede hacerse una lectura light o una profunda y crítica comparación con el presente. Los miserables es una obra clásica, por lo tanto universal y vigente.