La Comisión de Vigilancia pide revisar
la ley para garantizar la viabilidad del instituto
En 10 años el ISSSTE sólo generará
33.3% de recursos para pensiones
Se calcula que el número de jubilados podría
incrementarse en 231 mil al final del sexenio
En 2001, el subsidio federal para cubrir el gasto de
20,144 millones de pesos fue de 58.7%
ANGELES CRUZ
En los próximos 10 años el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE)
sólo podrá generar la tercera parte de los recursos necesarios
para pagar las jubilaciones y pensiones de unos 650 mil trabajadores en
retiro. Ante esta situación, la Comisión de Vigilancia propuso
que se revise la ley del ISSSTE con el propósito de corregir los
desequilibrios que mantienen a la dependencia en una severa crisis financiera.
De
acuerdo con un balance actuarial encargado por las autoridades del ISSSTE
a un despacho privado, en la siguiente década se tendrá que
pagar por concepto de pensiones 322 mil 639 millones de pesos, mientras
que el instituto sólo tendrá capacidad para recaudar para
el fondo de pensiones, por concepto de cuotas y aportaciones, 106 mil 490
millones de pesos, es decir, 33 por ciento del monto total del gasto pensionario.
Con excepción del fondo de vivienda y de préstamos
personales, el resto de los fondos que administra el ISSSTE "enfrentan
fuertes presiones financieras y no se cuenta con reservas para afrontar
la magnitud del déficit y los pasivos".
Para el director general del ISSSTE, Benjamín González
Roaro, el agotamiento de las reservas tiene su origen, entre otros factores,
en que nunca se ha revisado el esquema de cuotas y aportaciones, además
de que durante años no se tomaron decisiones que pudieron haber
evitado llegar a la situación actual.
Reiteró que también han intervenido fenómenos
como la transición epidemiológica y demográfica, la
ampliación de los beneficios otorgados por el instituto, la mayor
esperanza de vida de los pensionados y el incremento de los costos de operación.
Al presentar los resultados del balance actuarial, González
Roaro explicó que por cada peso de recursos propios que capte el
ISSSTE se requerirán dos pesos de subsidio federal para financiar
el déficit que enfrenta por el pago de pensiones. El año
pasado la aportación federal para subsanar ese déficit representó
58 por ciento de las necesidades presupuestales.
De 20 mil 144 millones de pesos que se pagó a jubilados
y pensionados del ISSSTE, 58.7 por ciento fue subsidio federal, equivalente
a 11 mil 826 millones de pesos, y el instituto contribuyó con 8
mil 315.9 millones.
Comentó que de acuerdo con las estimaciones actuariales,
para el final de este sexenio podría aumentar en 231 mil el número
de pensionistas, lo que representa una tasa de crecimiento anual de 6.79
por ciento, es decir, un incremento de 58 por ciento entre los años
2000 y 2006.
Tan sólo en la actual administración se
retirará del trabajo activo un número semejante de empleados
a los que lo hicieron en los últimos 15 años. Así,
los recursos que se tendrían que destinar para pensiones podrían
llegar a 29 mil millones de pesos en 2006.
Por este motivo, la Comisión de Vigilancia del
ISSSTE propuso realizar gestiones ante la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público para revisar la ley del instituto, con
el propósito de corregir los desequilibrios financieros existentes.
Para ello sugirió que se forme un grupo de trabajo encargado de
elaborar un proyecto a corto, mediano y largo plazos para capitalizar el
fondo de pensiones.
González Roaro puntualizó que en esta discusión
se mantendrá la apertura al diálogo y al análisis.
Participarán legisladores, representantes de organizaciones sindicales
y especialistas en materia de seguridad social. Se trata, dijo, de que
en un marco plural y democrático se realice un diagnóstico
puntual de la situación del ISSSTE y se presenten las propuestas
y las opciones más viables para resolver el problema estructural
del fondo de pensiones.
Apuntó que la iniciativa para reformar la legislación
debe tener como objetivos asegurar el pago de las pensiones en curso, que
no se afecten los derechos de los trabajadores, detener la tendencia deficitaria
y generar ahorros en el corto plazo.
Además, deberá buscar aliviar el problema
financiero institucional y sus repercusiones en las finanzas públicas;
garantizar la viabilidad financiera en el largo plazo, mediante un modelo
que asegure el equilibrio entre ingresos y gastos. La meta es que en el
futuro no se repita una situación tan crítica como la que
ahora vive el ISSSTE, indicó González Roaro.