Citan Batres Guadarrama y Ochoa Camposeco el caso de la quebrada WorldCom

Pretende Fox entregar las telecomunicaciones a empresas extranjeras fraudulentas: diputados

Destacan la vinculación que tuvo el secretario de Hacienda, Francisco Gil, con Avantel

ROBERTO GARDUÑO

El modelo privatizador del gobierno del presidente Vicente Fox pretende ''entregar a empresas extranjeras fraudulentas'' el sector energético y de telecomunicaciones, afirmaron el coordinador parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, Martí Batres Guadarrama, y su compañero de bancada Víctor Manuel Ochoa Camposeco.

Al destacar la vinculación que tuvo el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, con la empresa de telecomunicaciones Avantel, que es controlada en 45 por ciento por la quebrada trasnacional WorldCom, ambos legisladores propusieron un plan nacional de política económica con los siguientes contenidos:

Flexibilización del crédito bancario; plan de austeridad del gobierno federal para ahorrar recursos y reorientarlos a necesidades productivas; ampliación del gasto en inversión productiva de parte del gobierno federal; proyecto de repatriación de capitales, y estrategia emergente de apoyo a la empresa media.

El señalamiento obedeció a las presiones emergidas desde el seno de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para abrir a la inversión extranjera hasta 100 por ciento de las telecomunicaciones ''a cambio de posibles inversiones, porque las empresas trasnacionales de ese sector se encuentran en crisis y no tienen posibilidad de invertir, como es el caso de WorldCom'', dijo Ochoa Camposeco.

Y a la SCT se sumó la Comisión Federal de Competencia, que insistía también en el porcentaje de apertura de 100 por ciento a la inversión extranjera: ''La noticia de la quiebra de WorldCom confirma nuestra tesis. ƑQué pueden invertir empresas que están quebrando? ƑCómo pueden estar interesadas en invertir en un país como el nuestro, cuando están a punto de cerrar? Si se hubiera hecho caso a las presiones de la SCT y de la comisión estaríamos en este momento entregando nuestra industria de telecomunicaciones de manera gratuita''.

Y es que, recordó Ochoa, la privatización de la industria de las telecomunicaciones se empezó a gestar en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, porque en 1993 se reformó la Ley de Inversiones Extranjeras, otorgándole autoridad a la comisión respectiva para autorizar al 100 por ciento la inversión foránea en telefonía celular, y el segundo capítulo se estaba fraguando con el proyecto de la SCT, que se frenó con 49 por ciento establecido por la ley para el resto de las telecomunicaciones.

No obstante que ahora resulta imposible revertir la apertura de 100 por ciento en la telefonía celular, ''abrir al capital a 100 por ciento de las industrias trasnacionales en el ámbito de las telecomunicaciones es casi un suicidio financiero y económico. Si lo hubiéramos hecho con la industria del petróleo sufriríamos las consecuencias de la quiebra de Enron. Si lo hubiéramos hecho en telecomunicaciones estaríamos pagando la factura de la quiebra de WorldCom''.

A su vez, Martí Batres consideró que la tesis del gobierno foxista en términos de las privatizaciones ''es la de engancharnos a Estados Unidos para que México entre al Primer Mundo. Eso nos genera un deterioro económico muy fuerte. Se ha reflejado en crisis sucesivas y en el deterioro de la economía mexicana''.

Pero no sólo WorldCom -dijo- está vinculada con el interés a ultranza por abrir el sector de las telecomunicaciones. ATT también ha insistido en las reformas porque ''quieren que México los subsidie (junto a WorldCom) y utilizar nuestro mercado para recuperarlo sin aportar más infraestructura, inversión y empleos. Por ejemplo, Teléfonos de México tiene 60 mil empleos y en cambio todas las empresas extranjeras que quieren competir con Telmex, juntas, no tienen más de 3 mil''.

Al recordar la vinculación entre WorldCom y Avantel, Víctor Manuel Ochoa llevó a la mesa la relación entre esa empresa y Citibank, y consideró: ''Avantel fue una de las empresas que mayor presión ejercieron para que México se abriera a la inversión extranjera. Hoy el socio mexicano de Avantel es estadunidense. La parte mexicana de Avantel es Citibank. Llegaron a esa situación en cuanto adquirieron los bancos. El socio mexicano que tenía 51 por ciento de Avantel era Banamex, y ahora ese banco no es de capital nacional. Entonces, el socio mexicano resulta ser estadunidense''.

Sobre el particular, Batres apuntó que la legislación actual sólo permite 49 por ciento de la inversión extranjera y el resto, por obligación, debe ser nacional: ''Pero en el caso de Avantel, 49 por ciento es de WorldCom y 51 por ciento restante de la parte mexicana Citigroup o Citibank; en el caso de Alestra, la parte extranjera es ATT y la parte mexicana es el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Si vemos cada uno de estos casos es para preocuparse, porque WorldCom está en medio del escándalo y su socio Citigroup es investigado por lavado de dinero. En el caso de Alestra, ATT es el socio extranjero y el socio nacional Barco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) se encuentra en medio de otro escándalo de corrupción mundial''.

Batres Guadarrama recordó también que Telmex como empresa mexicana debe ser protegida por las leyes del país, porque en las naciones desarrolladas ese tipo de conglomerados empresariales son resguardados por las legislaciones correspondientes, por la simple y llana lógica de que se protege la soberanía y el interés de los pueblos respectivos. Y para fundamentar su dicho recordó que en los últimos cinco años Teléfonos de México ha invertido 25 mil millones de dólares en el país, y las transnacionales WorldCom y ATT no han erogado en el mismo periodo ni 3 mil millones de esa moneda.

''Así, lo que debe hacer México es cuidar lo que tiene, apoyarlo e impulsarlo, en lugar de estarnos arriesgando a favor de inversiones extranjeras por simple y sencillo dogma; ellas no van a generar más empleos ni a traer más infraestructura, pero si traerán riesgos que no tenemos necesidad de comprar'', concluyó.