Los estados, reprobados en facilitar la instalación y operación de empresas

El Distrito Federal, con el peor nivel de simplificación administrativa, revela el CEESP

Para abrir un negocio en la capital se requieren 88 días y 13 mil pesos en mordidas

ISRAEL RODRIGUEZ Y MIRIAM POSADA

Todos los estados, a excepción de Nayarit, están reprobados en calidad de mejora regulatoria, y el Distrito Federal ocupa el último lugar en simplificación administrativa, reveló un estudio elaborado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Claudio X. González, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), consideró que mientras haya más tramitología, habrá más empresas en la ilegalidad. Para ejemplificar lo anterior indicó que para abrir un negocio en la ciudad de México se requieren 88 días y mordidas hasta de 13 mil 143 pesos.

En este estudio realizado entre empresas que se crearon desde hace tres años revela que no hay nuevos negocios. González Laporte, quien asistió a la presentación de este análisis, dijo que lo más alarmante es que muchos de los nuevos negocios que pudieron haberse creado seguramente se hicieron en el sector informal.

El presidente del CCE señaló que estos resultados se divulgan con el fin de elevar la competitividad entre los estados e incentivar la generación de empleos, y de ninguna manera para ofender a los gobernadores o presidentes municipales.

El estudio, denominado Calidad del marco regulatorio en las entidades federativas mexicanas tiene el objetivo de identificar los avances en materia de mejora regulatoria en las entidades durante 2001 respecto a los resultados de 2000, con el fin de que las autoridades y empresarios locales puedan evaluar la eficiencia de los programas de mejora regulatoria y las estrategias desarrolladas.

La mejora regulatoria es un elemento central para facilitar el establecimiento y operación de las empresas mexicanas, las cuales constituyen la fuente principal de empleos e ingresos en México.

El precio de la mordida

Las entidades que también se encuentran mal en simplificación son el estado de México, Puebla, Yucatán y Oaxaca, pero existen otras donde los índices de corrupción por mordidas son elevados, como Chihuahua, donde en promedio se piden 40 mil pesos; Tabasco, con más de 17 mil pesos, o el Distrito Federal, con 13 mil pesos.

Entre los trámites evaluados por el análisis del CEESP elaborado cada 12 meses desde hace cuatro años, estuvieron las licencias por uso de suelo, construcción, contrato de agua potable, autorización de protección civil y manifestación de impacto ambiental.

La media nacional de la calidad en el procesamiento y resolución de trámites en 2001 registró una caída al pasar de 51.2 por ciento en 2000 a 50.2 por ciento durante el año pasado. Esto indica, en opinión de los empresarios, que las autoridades estatales todavía no son mínimamente eficientes (60 por ciento) de acuerdo con una escala de cero a 100, revela el análisis.

El plazo de apertura promedio de un negocio se incrementó de 56 días en 2000 a 57 días en 2001. Aunque no es significativa la pérdida en el plazo promedio nacional, 57 días continúa siendo un plazo excesivo por parte de las autoridades para resolver sobre trámites de apertura en comparación con otros países económicamente exitosos.

Por primera vez se preguntó a los empresarios el monto de pagos extraoficiales solicitados para llevar a buen término sus trámites de apertura. De los resultados se puede inferir que en 2001 a 15.30 por ciento de las empresas que se establecieron les fueron solicitadas gratificaciones.

El monto promedio del pago solicitado fue de 11 mil 348 pesos. Sin embargo, se presentó una gran variabilidad, ya que en el caso de Nuevo León ascendió a 725 pesos promedio, mientras en Chihuahua llegó a 40 mil pesos.

Sobre la inminente sucesión al frente del CCE, Claudio X. González dijo que cada uno de los organismos tiene su opinión y se espera que haya un consenso sobre la base de buscar el mejor representante. Añadió: ''Contarán con todo el apoyo y el entusiasmo de todos los que formamos el CCE''. Rechazó que haya divisiones en el organismo cúpula del sector privado y explicó: ''hay discusiones que son saludables, de análisis, de evaluación y que se deben dar como en todo proceso democrático''.