Conferencia de la especialista en el inicio de actividades del grupo Teratoma

La admiración por la obra de Toledo debe trascender el ámbito de AL, dice Lampert

Pendiente, montar una magna exposición del pintor juchiteco en Estados Unidos

MERRY MAC MASTERS

La retrospectiva con más de 90 obras de Francisco Toledo, organizada hace dos años por la Galería de Arte Whitechapel, de Londres, y que después viajó al Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, constituye para el artista juchiteco la incursión ''no del dedo gordo, sino del pie entero" en las aguas de los museos del extranjero, afirma Catherine Lampert.

Asimismo, la curadora de la muestra y ex directora del recinto londinense hace votos para que dicha experiencia motive a Toledo para exhibir ''tal vez en el continente americano o en alguna otra parte del mundo". Dedicada a la curaduría independiente, Lampert pretende llevar obra del oaxaqueño a la India, porque una vez concluida la retrospectiva de la Whitechapel, por lo menos en la Gran Bretaña no habrá otra oportunidad de ver su obra.

Mentor de artistas

Desde finales de agosto de 2001, Francisco Toledo radica en Santa Mónica, California. Para Lampert, el artista multifacético debería tener una magna exposición en Estados Unidos, y Los Angeles sería uno de los lugares ''apropiados". Sin embargo, la curadora advierte que la exhibición de las obras de Toledo no sólo deben admirarse en un contexto latinoamericano, ni únicamente mexicano, sino universal.

''Toledo es un artista relevante. Es una figura cultural de extrema importancia. Es un mentor y parámetro para artistas que trabajan medios muy distintos". Anteanoche, en la Sala de Arte Público Siqueiros, Lampert impartió una conferencia que fue el primer acto público del grupo interdisciplinario Teratoma, mismo que fue presentado por el crítico de arte Cuauhtémoc Medina.

En su charla, la curadora habló de cinco artistas: Frank Auerbach, Chris Ofili, Miquel Barceló, Peter Doing y Francisco Toledo, a los que llamó misfits (inadaptados), debido a ''su escaso interés en los nuevos medios y la tecnología, porque al parecer no han contribuido con el principio omniabarcante que imperaba en el arte a finales del siglo XX y que se relaciona con preguntas como, ¿qué constituye el arte? ¿Qué materiales? ¿Qué conceptos?"

Para Lampert, esos cinco creadores, a pesar de ser articulados, inteligentes y carismáticos, comparten la inclinación de trabajar más y más para ellos mismos.