Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 13 de mayo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Deportes
COPAS DEL MUNDO

Con el gran retorno de su artillero, la squadra azurra venció en la final 3-1 a los germanos

Paolo Rossi llevó a Italia a obtener su tercer triunfo

Alemania Occidental y Austria arreglaron su encuentro para eliminar a la selección de Argelia

AFP

La gran novedad del Mundial de España fue la ampliación del número de participantes en la fase final: de los habituales 16 se pasó a 24. También se multiplicaron las sedes -14 ciudades- para que, además de disfrutar del deporte, los visitantes pudieran admirar la rica diversidad española.

El partido inaugural, disputado en Barcelona, deparó la primera sorpresa. La campeona Argentina cayó 1-0 ante los belgas, a pesar de que el equipo era prácticamente el mismo de cuatro años atrás, salvo por los debutantes Diego Armando Maradona y Ramón Díaz, que nada pudieron hacer para evitar la derrota en un momento en que su país libraba una guerra por las islas Malvinas.

La primera fase se caracterizó por la buena actuación de equipos "pequeños", muy eficaces en el contragolpe, como Honduras o Camerún; este último no perdió un solo partido -cosechó tres empates- y no pasó a la segunda fase por un gol de diferencia con Italia, a la postre campeona.

Sin embargo, la que contravino todos los pronósticos fue Argelia, que ganó a la República Federal Alemana 2-1 y a Chile 3-2. Este resultado obligaba a los alemanes a no perder contra los austriacos, y a éstos a no dejarse meter más de dos goles si ambos querían pasar a la siguiente fase eliminatoria.

El encuentro se resolvió con gol teutón de Horst Hrubesch, a los 10 minutos, y el resto fue una parodia bochornosa ?el balón se "paseaba" de un lado a otro? que terminó con el sueño argelino y un gran abucheo del público español. El escándalo sirvió al menos para que la FIFA decidiera unificar, a partir de ese momento, los horarios de los partidos decisivos.

El despertar

En la segunda fase quedó por el camino la extraordinaria selección brasileña de Zico, Sócrates o Junior, que bajó la guardia ante una Italia criticada por su mal juego en la primera parte, pero que más tarde "despertó" gracias, sobre todo, a un fabuloso artillero, Paolo Rossi.

Rossi le encajó tres goles a los auriverdes (3-2) y, en semifinales, contra la Polonia de Grzegorz Lato y Zbigniew Boniek (2-0), volvió a brillar al marcar los dos goles de la victoria (2-0).

La otra semifinal fue de infarto. En Sevilla y bajo un sol de justicia, Francia, con un juego potente y deslumbrante gracias a jugadores como Platini, se enfrentó a una Alemania Occidental menos consistente, pero con talentos como Rummenigge o Fischer.

Los 90 minutos concluyeron con empate a uno. A los nueve minutos de la prórroga, los galos vencían 3-1. Faltando 13, los germanos empataron. Se necesitaron dos tandas de penales y una parada del portero alemán para resolver un partido dramático.

Sin embargo, las más de dos horas que duró el encuentro pasaron factura en la final contra Italia. Los alemanes se derrumbaron en el Santiago Bernabeu ante una squadra azurra que no tuvo muchos problemas para imponerse por 3-1 y conquistar, sin acabar de convencer, su tercer título mundial.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año