A una semana de la reunión en Guanajuato, todavía no se define cuál será la agenda

Teme AN que la interparlamentaria México-EU se convierta en ocasión para atacar a Vicente Fox

ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ

A una semana de la reunión interparlamentaria México-Estados Unidos aún no se define la agenda que abordarán ambas delegaciones. Sin embargo, en reuniones y entrevistas privadas algunos legisladores del PAN y del PRI, entre ellos la senadora Silvia Hernández, advierten que el encuentro podría convertirse en un foro para atacar al gobierno de Estados Unidos o al presidente Vicente Fox.

La posibilidad de que la interparlamentaria sea un escenario de confrontación y de reclamos de diputados y senadores mexicanos contra las administraciones foxista y de Washington ha provocado que el coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Felipe Calderón Hinojosa, negocie con los representantes del PT y del PRD para garantizar que no haya agravios ni acusaciones mutuas.

El líder panista teme que los diputados Martí Batres Guadarrama, Sergio Acosta y José Narro (los dos primeros del PRD y el otro del PT) lleven a la mesa de debate los temas de las relaciones de México con Cuba y la presión que Estados Unidos ha ejercido para cortar los tradicionales lazos de amistad entre las dos naciones, así como la renuncia del canciller Jorge Castañeda.

La agenda de la reunión que no convence a Calderón es aquella que incluye el análisis de los derechos humanos de los trabajadores migrantorios mexicanos a territorio estadunidense, la discusión de la política interior y el narcotráfico.

De tal forma, la negociación que realiza Calderón Hinojosa ha restado tiempo al grupo de diputados y senadores que asistirán a la reunión, que se celebrará en la ciudad de Guanajuato del 16 al 19 de mayo, al grado que aún no se ha nombrado un vocero de la representación parlamentaria.

Al descontrol persistente en la organización de la 41 reunión parlamentaria, el coordinador de la bancada perredista, Martí Batres, trató de aportar un mínimo de orden porque envió una escueta carta a Calderón Hinojosa para sugerirle incluya en la agenda tres asuntos básicos:

"Me permito solicitarle se consideren los siguientes temas para ser tratados en la reunión interparlamentaria con los Estados Unidos: migración, el impacto del Tratado de Libre Comercio a ocho años de su entrada en vigor y los derechos humanos de los trabajadores migratorios".

Sobre el particular, el líder de la bancada perredista comentó que la intención de su partido no será llevar a la discusión temas que provoquen polémica y desvíen la atención de los problemas de índole binacional. "Hemos concluido que de nuestra parte no se desviará el cauce de los debates en la reunión. Lo que hacemos saber desde ahora es que el tema migratorio es fundamental para el PRD, y lo asumimos porque el gobierno del presidente Vicente Fox lo abandonó, lo suspendió y lo dejó ir por su actitud obsecuente con George Bush".

Para el perredista, desde el inicio de las relaciones Fox-Bush ambos gobernantes se comprometieron a encontrar vías de solución al problema que afecta a millones de trabajadores migratorios mexicanoss:

"Si recordamos que George Bush y Vicente Fox hicieron su gran anuncio político para resolver los añejos problemas migratorios, y de paso el presidente de Estados Unidos nos recetó su intención de garantizar el abastecimiento ilimitado de petróleo mexicano a su país, entonces nos damos cuenta que la ausencia de respuestas a los problemas de los mexicanos pobres que viajan a aquel país no son considerados importantes por los dos gobiernos".

En el Palacio Legislativo de San Lázaro trascendió que la delegación estadunidense que asistirá a Guanajuato -que será encabezada por el republicano Jim Kolbe- "ha enviado señales de enfado" porque algunos legisladores de México pretenden denunciar "la cercanía" del canciller Jorge Castañeda con la política exterior de Washington.

Además, y en consonancia con las dudas de Calderón Hinojosa, el grupo de representantes de Estados Unidos "se ha preparado" para enfrentar "un embate" contra su gobierno, al que se acusará de "fomentar el el trato inhumano e irracional que muchas veces padecen los indocumentados mexicanos".