El presidente Musharraf denuncia campaña
para perturbar el "renacimiento económico"
Estalla coche-bomba en Pakistán; 14 muertos,
entre ellos 11 franceses, y 36 heridos
Jacques Chirac condena el atentado Las autoridades
sospechan de la red Al Qaeda
AFP, DPA Y REUTERS
Paris, 8 de mayo. El presidente francés,
Jacques Chirac, expresó hoy su consternación por el atentado
suicida perpetrado este miércoles en la ciudad paquistaní
de Karachi, en el que murieron 14 personas, entre ellas 11 franceses, por
lo que condenó "sin reservas ese acto innoble que nada puede justificar".
Chirac envió de inmediato a Pakistán a la
recién nombrada ministra de Defensa, Michele Alliot-Marie, y solicitó
a las autoridades de Islamabad tomar las medidas de seguridad necesarias
respecto de la comunidad francesa, las instó a que hagan todo lo
posible para que hallen y castiguen a los autores del atentado y reafirmó
"la determinación de Francia de luchar contra el terrorismo internacional".
Pakistán está sometido a una campaña
terrorista "sistemática" para "debilitar su defensa nacional", declaró
a su vez el presidente paquistaní Pervez Musharraf, tras el atentado
que además de 14 muertos dejó al menos 36 heridos, incluyendo
a los 11 franceses y otra docena de heridos de esa nacionalidad.
Tanto el jefe del Estado Mayor de las fuerzas francesas,
Jean-Pierre Kelche, como el jefe de la policía de Karachi, Syed
Kamal Shah, no descartan que Al Qaeda pueda estar implicada en el atentado,
perpetrado mediante un coche-bomba de gran poder que causó grandes
daños materiales.
Testigos dijeron que en el atentado fue utilizado un taxi
que estaba estacionado frente a una zona hotelera, y que arrancó
para chocar contra un autobús en el momento en que empleados franceses
de la Dirección de Construcción Naval abordaban el vehículo.
Tras el estallido el autobús quedó convertido en un amasijo
de fierros retrorcidos y restos humanos regados en un vasto sector.
La fachada del hotel Sheraton quedó devastada,
así como las vidrieras del hotel Pearl Continental, que está
enfrente, además de que todas las tiendas colindantes fueron dañadas.
La gente creyó en un principio que se trataba de un terremoto, según
testigos, pero al conocerse la tragedia los huéspedes y gente de
la zona comenzaron a ser desalojados, en medio de la llegada de ambulancias.
Musharraf sostuvo que hay una "conspiración contra
la nación" y estimó que el único deseo de "los enemigos
de Pakistán es perturbar su renacimiento económico y abrir
un foso entre Francia y Pakistán", pues los ingenieros franceses
afectados en el atentado brindaban asistencia técnica en la construcción
de un submarino en los astilleros de la ciudad portuaria de Karachi.
"Con este acto terrorista contra ciudadanos franceses
que estaban implicados en un proyecto vinculado a la defensa nacional,
los terroristas intentan claramente debilitar la defensa del país",
por lo que su gobierno anunció la adopción de nuevas medidas
administrativas y en materia de seguridad.
El jefe policial Kamal Shah acusó indirectamente
a la India de estar implicada en el atentado, al señalar que "cuando
hablamos de mano extranjera, es evidente el país al que nos referimos".
También el ministro de Información, Nisar Memon, habló
de que se trata de un acto de sabotaje de terroristas que atacan la capacidad
defensiva de Pakistán y sus intereses estratégicos, aludiendo
también a un posible ataque de musulmanes radicales paquistaníes.
Mientras la Dirección de Construcción Naval
francesa decidió el retiro de todos sus empleados del país,
de unas 40 personas, Estados Unidos se sumó a la condena pero dijo
no tener informes de que Al Qaeda pueda estar involucrada en el atentado.
El Departamento de Estado dijo que Francia y Pakistán, dos de sus
más cercanos aliados en la lucha contra el terrorismo, han sido
atacados.
A su vez, el presidente estadunidense, George W. Bush,
también condenó el atentado y envió condolencias a
las familias de las víctimas.