Espera Chirac una mayoría legislativa de derecha
Jean Pierre Raffarin fue nombrado nuevo primer ministro de Francia
AFP, REUTERS Y DPA
Paris, 6 de mayo. El presidente francés, Jacques Chirac, relegido el domingo para un mandato de cinco años, designó hoy a un político moderado como primer ministro, para poner en marcha un programa económico que considera recortes fiscales y de las cotizaciones sociales, pero sobre todo para transformar la victoria del mandatario en una mayoría de derecha en las legislativas de junio próximo.
El senador Jean Pierre Raffarin, de 53 años, asumió la jefatura de gobierno poco después que su antecesor, el socialista Lionel Jospin, de 64 años, presentara su renuncia al cargo, tal como había anunciado la noche del 21 de abril, cuando sorpresivamente quedó fuera de la carrera a la presidencia al ser superado en la primera vuelta por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
Poco conocido fuera de Poitou-Charentes, el área al oeste de Francia en torno a Poitiers, donde encabeza el consejo regional, Raffarin prometió, tras asumir el cargo: "no nos olvidaremos del descontento expresado por el pueblo francés (...) y este pedido de acción, esta demanda de que estemos más cerca de la gente".
A pesar de ser hijo de un ex ministro, Raffarin cuenta con una imagen de origen popular y es el primer ministro en los últimos 19 años que no pasó por la ENA, la escuela política y administrativa de la elite.
Dado que no pertenece al partido de Chirac, Reagrupación para la República, sino al de Democracia Liberal, se cree que fue elegido para ayudar a unir todas las facciones de la derecha con vistas a las elecciones parlamentarias del 9 y 16 de junio. Su único cargo previo a escala nacional fue como ministro para pequeños negocios y comercios entre 1995 y 1997.
Chirac, de 69 años, obtuvo una apabullante victoria en la segunda vuelta de las presidenciales frente a Le Pen, con 82.21 por ciento de lso votos, para convertirse así en el presidente elegido con mayor porcentaje en la Quinta República, fundada en 1958, por encima de Charles de Gaulle, Georges Pompidou, Valery Giscard d'Estaing y Francois Miterrand.
Sin embargo, las cifras electorales reflejaron más que nada el rechazo a las ideas xenófobas y antieuropeas de Le Pen, antes que un voto de confianza al mandatario.
La designación del nuevo ministro fue hecha apenas una hora después de que Jospin presentara su renuncia, y con él la de su gobierno, en una visita de 13 minutos al Palacio del Eliseo, donde se reunió con Chirac, con quien compartió el poder durante cinco años en una complicada coalición.
Raffarin, senador de la derecha moderada, formará ahora un nuevo gobierno de transición que podrá emitir decretos, pero no podrá presentar proyectos de ley ante la Asamblea Nacional, en la que el Partido Socialista y sus aliados aún gozan de mayoría.
Este gobierno, cuya composición será anunciada este martes, será el pilar de la campaña conservadora para una victoria en las parlamentarias. Ilustrando el desafío que tienen por delante Chirac y Raffarin, sólo 13 por ciento de los consultados por la firma Louis Harris dijo que había votado por Chirac convencido de apoyar su plataforma, basada en reformas como el recorte en 30 mil millones de euros (unos 27 mil millones dólares) de los impuestos y las cotizaciones sociales en los próximos cinco años, y en la lucha contra la delincuencia.
De los entrevistados, 75 por ciento dijo que la principal razón de su voto fue frenar a Le Pen, mientras que 44 por ciento admitió que ni siquiera sabía quién era Raffarin.
El partido neogaullista de Chirac declaró abierta la campaña para las parlamentarias este lunes, al instar al electorado a que lo lleve al triunfo en junio para terminar con la desgastante situación de poder compartido entre un mandatario de derecha y un primer ministro de izquierda, que algunos señalan como una de las razones que ayudaron al ascenso de Chirac. "Si gana la izquierda será como si no hubiésemos aprendido la lección de la primera vuelta", dijo el vocero Patrick Devedjian.
A su vez, el Partido Socialista (PS) juzgó este lunes "relativa" la legitimidad del presidente Chirac, recordando que fue el presidente saliente que logró el peor resultado en una primera vuelta. El vocero del PS, Vincent Peillon, afirmó además que la izquierda "hará todo lo posible para ganar las legislativas" del 9 y 16 de junio, observando que "millones de electores se sintieron frustrados al no poder votar por Jospin en la segunda ronda".
Por primera vez desde 1969, el principal candidato de la izquierda fue eliminado de la carrera presidencial. El credo de Jospin, el respeto de los compromisos asumidos, la responsabilidad, la sencillez y la transparencia, no le dio los resultados esperados. Durante la campaña, primero se inclinó hacia la franqueza, llegando a confesar cierta "ingenuidad" en cuanto al tema de la inseguridad, primera preocupación de los franceses, para replegarse luego.
El primer secretario del PS, Francois Hollande, que dirigirá la campaña de su partido con vistas a las legislativas, reconoció hoy que Jospin -quien desapareció de la vida pública tras su humillante derrota- "no será remplazado en pocos días".
De todas maneras se mostró optimista al considerar que la izquierda demostró su capacidad de movilización para frenar a Le Pen. Pero el vocero de los verdes, Jean Bennhamias, dijo no ver indicios que permitan creer en una victoria de la izquierda, ya que "tres semanas es muy poco para redefinir un proyecto que tenga sentido".
Por otro lado, gobiernos de América, Europa, Asia y Africa saludaron la victoria de Chirac, aunque Israel juzgó "preocupante" que casi un francés de cada cinco votara por Le Pen, y varios responsables europeos manifestaron la necesidad de una reflexión en la clase política para enfrentar la intolerancia.