Continúan en Francia las manifestaciones de rechazo al ultraderechista
Abuchean en el Parlamento Europeo a Le Pen
En breve discurso, el candidato del Frente Nacional criticó la inacción ante el conflicto en Levante
AFP, REUTERS Y DPA
Bruselas, 24 de abril. El candidato presidencial francés de ultraderecha, Jean-Marie Le Pen, fue recibido hoy en el Parlamento Europeo -del cual es miembro- por diputados y manifestantes que lo abuchearon y le hicieron desistir de comparecer ante los medios, al tiempo que en Francia continuaron las manifestaciones de protesta contra el líder del Frente Nacional.
Le Pen llegó al Parlamento Europeo para participar en un debate sobre Medio Oriente. A su entrada en el pleno, el orador, comisario Europeo de Relaciones Exteriores, Chris Patten, interrumpió su discurso para señalar: "tengo la impresión que uno de los aspectos menos agradables de la civilización europea se está manifestando en la puerta".
Más tarde, en el momento de su intervención en el debate, los diputados mostraron su rechazo al grito de: š"no"!, y aunque el presidente del Parlamento llamó a orden, interrumpieron el breve discurso de Le Pen con abucheos.
El fundador del Frente Nacional -quien dijo que de ganar sacaría a Francia del bloque europeo- habló menos de un minuto, durante el cual criticó la falta de acción de Francia y Europa ante la violencia en la "cuna de Jesús", inacción que atribuyó a que siguen "las órdenes de Estados Unidos y de Javier Solana (el responsable de exteriores del bloque)".
Tras el debate, la conferencia de prensa prevista fue anulada "por razones de seguridad", dijeron dos compañeros de partido de Le Pen, los eurodiputados Jean Claude Martinez y Bruno Gollnish. Ambos explicaron, entre los abucheos de muchos manifestantes que habían logrado ocupar lugares de reporteros, que un grupo de personas portando carteles con el lema "paren el nazismo" bloqueaban el pasillo por el que Le Pen debía acceder a la sala de prensa. Los diputados invitaron entonces a los periodistas a la sede del Frente Nacional, el viernes, en las afueras de París, donde "la seguridad es mucho mejor.
Las protestas también se sucedieron en el exterior del Parlamento Europeo, con sede en Bruselas. En una plaza cercana se congregaron unas mil personas. "Refugiados políticos franceses, bienvenidos a Bélgica", rezaba una de las pancartas.
También en Francia, por cuarto día consecutivo, hubo manifestaciones contra la extrema derecha, cuyo triunfo en la primera ronda del domingo dejó a los socialistas fuera de la carrera y provocó sorpresa. En las protestas de este miércoles, que reunieron a unas 40 mil personas, se movilizaron particularmente los estudiantes secundarios, al grito de "somos todos inmigrantes" o con carteles en los que se leía: "hay que votar por el ladrón (Jacques Chirac), y no por el fascista".
Incidentes en la capital francesa
Casi no hubo incidentes, excepto en París, donde el domingo y el lunes pasados resultaron heridos 15 policías, y en Dijon, donde varias cabinas telefónicas fueron destruidas. El senador Josselin de Rohan, del partido neogaullista Reunión para la República, del presidente Chirac, pidió a los jóvenes que "se reúnan con sus profesores" en las escuelas, en lugar de salir a las calles, porque "podrían ser usados por algunas formaciones que tienen una parte de responsabilidad en los resultados de la primera vuelta", en alusión a los partidos de izquierda.
Políticos socialistas, de izquierda y sindicalistas se han unido al voto por Chirac para el 5 de mayo. El socialista Laurent Fabius, ministro de Finanzas, dijo que aunque le pesaba hacerlo, llamaba a los franceses a relegir al presidente, porque "será en realidad un referendo contra Le Pen". El derrotado primer ministro socialista Lionel Jospin, que anunció su retiro de la política para el 5 de mayo, ha dejado en manos de sus lugartenientes los pedidos de votar por el mandatario conservador.
Aunque las encuestas dan a Chirac 75 por ciento de los votos en la segunda vuelta, las parlamentarias de junio aparecen amenazantes, en momentos en que los analistas destacan la brecha entre los políticos tradicionales y los votantes, parte de los cuales se sienten abandonados en sus preocupaciones por el aumento de la inseguridad. Le Pen fue elegido incluso por obreros y empleados que alguna vez votaron por los radicales de izquierda o los comunistas: "Esos ya no son combativos", explicó una mujer que votó por Le Pen.
Por su lado, Chirac defendió hoy su decisión de rechazar el tradicional debate televisivo de los rivales presidenciales, al asegurar que "en estas circunstancias no tengo nada en común con Le Pen" o con "representantes de la extrema derecha", agregando que cuando esta fuerza "ha logrado hacerse legalmente del poder, ha terminado muy mal".
En el ámbito exterior, el canciller federal alemán, Gerhard Shcroeder, llamó a "no dramatizar" la situación en Francia, al expresar su confianza en que Chirac seguirá siendo presidente. A su vez, el primer ministro británico, Tony Blair, sostuvo que las ideas de Le Pen "eran repugnantes", y en Italia, el líder de la xenófoba Liga Norte, Umberto Bossi, rechazó cualquier analogía con Le Pen, que "es un fascista ultranacionalista y antieuropeo".
Y en Manhattan, unos 300 franceses se manifestaron ante el consulado de su país en protesta por el pase a la segunda roda del ultraderechista Le Pen.