Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 23 de abril de 2002
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Cultura

Argelia Hernández Cortés

El alma del hombre

El 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. El libro, ese soporte universal de comunicación que a través del tiempo ha pasado por todo tipo de peligros y amenazas de extinción. Algunos letrados de épocas pasadas pensaban que la escritura era temible porque hacía decrecer el poder de la mente al ofrecer a los hombres un alma petrificada, una caricatura de ideas vagas, una memoria mineral.

Ahora es sabido que el desarrollo de una civilización implicó el tránsito de la comunicación oral a la palabra escrita mediante la escritura. El invento del libro permitió recordar lo que de otra forma se olvidaría. La historia del libro se remonta a más de 5 mil años y los hombres que comenzaron a exponer sus ideas y sentimientos en pieles y papiros no podían imaginar siquiera que dicha labor sufriría transformaciones, sino que habría de ser la palanca más poderosa que movería al mundo rumbo a asombrosas conquistas.

Los antecedentes de la persecución libresca datan desde los misioneros, quienes destruían todo lo que representara ideas diferentes a su pensamiento. Podríamos esperar que con el paso del tiempo se extinguiera este sentimiento de rechazo, pero eso no fue así.

En los años cincuenta la incredulidad se extendió entre los estadunidenses al conocerse en el Departamento de Estado que sus bibliotecas de información en el extranjero se dedicaban a un programa de censura y quema de libros. La reacción fue tan violenta que el presidente Eisenhower intervino y trató de disculpar al gobierno de ese país pronunciando su famosa frase: ''No os unáis a los quemadores de libros".

Y no obstante tantos acechos, los escritores auguran al libro venturosos presente y futuro. Como el Premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago, quien confía y ha expresado: ''Aunque es cierto que se puede llorar sobre la página de un libro, es imposible hacerlo sobre el disco duro de una computadora".

Günter Grass, Nobel de Literatura 1999, ha manifestado su entera confianza de que siempre habrá alguien quien se deje llevar por un libro, por encima de otros medios ''para disfrutar de la maravillosa experiencia que brinda un libro y con su ayuda descubrir un mundo diferente". Sin escritores y, por ende, sin libros no conoceríamos el inicio del ser humano, la repercusión, la historia; viviríamos una época de oscurantismo.

La imprenta convirtió lo escrito en un medio, el primero de comunicación.
El descubrimiento de Juan Gutenberg, el más grandioso del ingenio del hombre, es el que más ha beneficiado a la humanidad. Ninguno ha superado al arte tipográfico como propagador de ideas e impulsor de la cultura y la civilización.

En la actualidad, con el avance de las tecnologías, un libro que sólo era visto por investigadores, podría ser consultado en bytes con la mejor calidad digital por todos al mismo tiempo; no habría que viajar, y esto es una ventaja, ya que algunos libros son maltratados, robados o mutilados además de que el gran inconveniente de una biblioteca es el espacio. Una biblioteca virtual con miles de obras podría caber tan sólo en un cajón. El libro como instrumento y medio, como resumen y clasificación, como síntesis histórica y plan futuro, es todo menos un alma petrificada. Lo que la humanidad ha sido y es, lo que ha pensado y vivido, lo que ha querido y proyectado, sus visiones y sus dudas. El libro es el acceso a la memoria y la imaginación.

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