Nadie se atreve a hacer pronósticos en torno a los comicios legislativos para junio próximo
Frente común de las tres principales fuerzas de izquierda contra Le Pen
La izquierda no supo resolver "sus querellas internas", lamenta ex ministro socialista
ONG anuncian un gran día de manifestaciones contra el racismo y la intolerancia para el 27
AFP, DPA Y REUTERS
Paris, 22 de abril. Más de 100 mil personas salieron este lunes a las calles de numerosas ciudades francesas en protesta contra la extrema derecha, que el domingo logró un éxito histórico al conseguir que su líder, Jean-Marie Le Pen, pasara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Los partidos socialista, comunista y ecologista formaron un frente común contra Le Pen, anunciando su apoyo en la segunda vuelta al presidente saliente, el derechista Jacques Chirac. Pero si bien las encuestas -que fracasaron en predecir el triunfo de Le Pen- vaticinan que Chirac barrerá el 5 de mayo, ya nadie se arriesga a hacer un pronóstico para las legislativas de junio.
Chirac habló hoy de una Francia "herida" y llamó a unirse alrededor de "los valores esenciales", mientras la prensa local manifestó este lunes conmoción ante el logro de Le Pen, hablando de un "sismo" o "bomba" política. "No", publicó el cotidiano Liberation como único titular, acompañado de una foto de Le Pen.
Este, por su parte, llamó hoy a los "patriotas" franceses a "oponerse a la Europa tecnocrática", apoyando su candidatura.
En la mayoría de las ciudades del país las manifestaciones espontáneas fueron iniciadas durante la mañana por estudiantes secundarios y luego se les unieron universitarios y simpatizantes de diferentes partidos políticos y diferentes sindicatos.
Protestas
En París 10 mil personas salieron a las calles. En la noche del domingo, otras tantas ya habían manifestado su descontento espóntaneamente por las avenidas capitalinas. En Nancy se concentraron unas 10 mil personas; otras siete mil en Reims; unas 12 mil en Tour; unas 4 mil en Marsella (la segunda ciudad del país, donde Le Pen llegó a obtener la mayoría de los votos), y una cantidad similar en Lyon.
Organizaciones de derechos humanos, como el Movimiento contra el Racismo y la Liga de Derechos Humanos, entre otros, propusieron por su lado fijar el 27 de abril para "un gran día de manifestaciones y congregaciones contra el racismo y la intolerancia". En las calles, en tanto, eran numerosos los inmigrantes que manifestaban preocupación por su seguridad. "Le Pen culpa a los inmigrantes por la delincuencia", dijo Kamissoko Makan, obrero de origen africano.
Tradicionalmente fuerte en el sur y el este de Francia, Le Pen también ganó el domingo votos en áreas suburbanas alrededor de París, como Saint Denis.
Según los resultados definitivos revelados este lunes por el Ministerio del Interior, Chirac obtuvo 19.88 por ciento de los votos y Le Pen 16.86 por ciento, mientras el primer ministro socialista, Lionel Jospin, quedó en tercer lugar y eliminado con 16.18 por ciento.
Los franceses se dividieron en cuatro grupos: los abstencionistas (27.6 por ciento, índice sin precedente), los extremistas de izquierda (10.3 por ciento) y de derecha (aproximadamente 20 por ciento), la izquierda gubernamental (alrededor de 30 por ciento) y la derecha parlamentaria (alrededor de 30 por ciento).
Para todos los comentaristas estos resultados reflejan una grave crisis del sistema político francés, con una atomización de las fuerzas políticas que amenaza con desembocar en una situación de bloqueo institucional.
En la segunda vuelta Chirac va a beneficiarse -hecho sin precedente- del apoyo de una enorme parte de la izquierda que anunció su voluntad de cerrar el camino a la extrema derecha.
Las tres principales corrientes de la izquierda en el poder desde 1997 -socialistas, comunistas y ecologistas- llamaron a votar por el presidente de la derecha republicana. "Sabemos que Jacques Chirac es nuestro adversario, pero también sabemos que Jean Marie Le Pen es un peligro para la República", advirtió el primer secretario del Partido Socialista, Francois Hollande.
En cambio, la extrema izquierda, cuyos tres aspirantes reunieron más de 10 por ciento de los votos, no logró hoy alcanzar una posición conjunta frente a la segunda vuelta.
Por los abstencionistas
Le Pen pidió el voto a los abstencionistas de la primera vuelta y aseguró que su primera decisión al llegar al poder sería retirar a Francia de la Unión Europea (UE).
Los sondeos anticipan que Chirac será relegido el 5 de mayo, pero tendrá que esperar las legislativas para saber si podrá contar con mayoría en el Parlamento.
La derecha parlamentaria y la izquierda de gobierno salieron del escrutinio debilitadas y desacreditadas, con elecciones legislativas muy cercanas, el 9 y el 16 de junio, lo que les da muy poco tiempo para ponerse en orden de batalla.
A la derecha, Chirac obtuvo el más débil resultado de un presidente saliente en una primera vuelta. Su aliado de la derecha liberal (DL), Alain Madelin, está a la baja con 3.91 por ciento; y solamente François Bayrou, de centroderecha (UDF), sale bien parado con 6.84 por ciento.
En la izquierda la situación es mucho más grave. El Partido Socialista ha sido desautorizado con el resultado logrado por Jospin, el Partido Comunista -el aliado más a la izquierda- firmó su parte de fallecimiento con sólo 3.37 por ciento de los votos, su resultado más bajo en la historia; mientras que los verdes, movimiento que era marginal, limitó los daños con 5.25 por ciento.
La candidatura del ex ministro socialista Jean-Pierre Chevènement (5.33 por ciento), agravó la derrota de la izquierda en el poder, mientras que el buen resultado de la extrema izquierda, de 10.3 por ciento, confirmó un fuerte rechazo a la izquierda gestionaria entre el electorado.
El ex ministro socialista Dominique Strauss-Kahn criticó este lunes a "la izquierda en su conjunto" que no supo superar sus "querellas internas" y se comprometió a "conducir con otros" su reconstrucción.
Pero analistas y comentaristas se preguntaban cómo partidos tan divididos van a poder reconstruir una dinámica para elecciones legislativas tan próximas.
La brutalidad del choque del 21 de abril "amenaza con dejar a la izquierda groggy por un buen momento y se ve mal cómo va a volver a movilizarse para las elecciones de junio", escribió el diario Le Monde.
Paradójicamente, reina la incertidumbre en la derecha sobre las posibilidades de ganar las legislativas, incluso después de la victoria esperada de Chirac el 5 de mayo. "El resultado de la primera vuelta, que nadie preveía, obliga en efecto a considerar un escenario igualmente increíble", escribió el lunes el diario derechista Le Figaro.