Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 8 de abril de 2002
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Capital
El año pasado se reportaron siete y en éste van 36, asegura Alvarez Icaza

Aumenta número de casos de tortura: CDHDF

Establecerán mesas trabajo para revisar quejas y resultados de recomendaciones

SUSANA GONZALEZ G.

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, aseguró que al adoptarse "estándares internacionales para medir la práctica de la tortura" se ha detectado un aumento de este tipo de casos en la ciudad de México. Y anunció que el organismo establecerá mesas de trabajo con la Procuraduría capitalina y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), para revisar tanto quejas recientes como los resultados de recomendaciones emitidas con anterioridad.

"El hecho es que la tortura continúa siendo una práctica sistemática de los cuerpos de seguridad. No se ha erradicado". De siete casos de tortura registrados el año pasado en el Distrito Federal "pasamos a 36", manifestó.

El "momento privilegiado" de la tortura, subrayó, es cuando un presunto delincuente es detenido pero no es presentado de inmediato ante un juez, y eso tiene que ver, dijo, "con la fabricación de delitos o culpables. Es el momento en el que el sospechoso está bajo la responsabilidad de la autoridad, según organismos internacionales y nacionales".

Sin embargo, Alvarez Icaza aclaró que una cosa es que la autoridad "someta" a un sospechoso y otra que lo torture, puesto que "la autoridad tiene que ejercer su autoridad".

Alvarez Icaza, entrevistado durante un foro en la CDHDF sobre trabajadoras domésticas, criticó también que aunque la ley contempla sanciones para quienes

practican la tortura, éstas son "mínimas, prácticamente inexistentes". Por ello, se pronunció por que dichas sanciones sean "sustantivas" e incluyan la inhabilitación o la encarcelación.

El ombudsman capitalino explicó que el repunte de la tortura en la ciudad de México puede atribuirse a "un cambio de registro" aplicado por la CDHDF, que se basa en los parámetros de la norma internacional para medir el fenómeno, como los dictados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El objetivo es cuantificar la tortura "en su justa dimensión", pues existen casos que son tipificados como abuso de autoridad y lesiones, aseveró al hacer alusión al caso de Guillermo Vélez, presunto secuestrador que murió luego de ser capturado por agentes federales.

El titular de la CDHDF refirió que aunque en México la tortura está tipificada en una ley federal aprobada por el Senado, la concepción que al respecto tiene la CIDH es mucho más incluyente.

Incluso resaltó que esta última "es ley suprema" para nuestro país, puesto que así lo establece la Suprema Corte de Justicia de la Nación al haber sido ratificada como pacto o convención internacional. "Eso quiere decir que está por encima de la ley federal y por debajo de la Constitución", puntualizó.

Alvarez Icaza informó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) lleva a cabo un proyecto para establecer indicadores que permitan medir y determinar las diferentes formas, métodos, alcances, instrumentos, momentos y razones para medir la tortura.

El funcionario aclaró que la tortura no debe confundirse con el sometimiento de un presunto delincuente, y señaló que "los policías tienen que actuar enérgicamente con un delincuente y la CDHDF demanda eso, pero tiene que ser dentro del marco del respeto a la ley. No es justificable el uso indebido de la fuerza. La autoridad tiene que intervenir, pero lo que es un hecho es que no se pueden justificar las lesiones y los daños cuando el sospechoso ya está detenido y no ha sido presentado ante el juez".

Tortura, dijo finalmente el ombudsman, "es un daño físico o psicológico cometido por la autoridad contra una persona, y la finalidad con que se ejerce puede ser atribuible a distintos motivos, como el obtener una declaración o incidir en ella". 

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