El año pasado se reportaron siete y en
éste van 36, asegura Alvarez Icaza
Aumenta número de casos de tortura: CDHDF
Establecerán mesas trabajo para revisar quejas
y resultados de recomendaciones
SUSANA GONZALEZ G.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos
del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, aseguró que
al adoptarse "estándares internacionales para medir la práctica
de la tortura" se ha detectado un aumento de este tipo de casos en la ciudad
de México. Y anunció que el organismo establecerá
mesas de trabajo con la Procuraduría capitalina y la Secretaría
de Seguridad Pública (SSP), para revisar tanto quejas recientes
como los resultados de recomendaciones emitidas con anterioridad.
"El
hecho es que la tortura continúa siendo una práctica sistemática
de los cuerpos de seguridad. No se ha erradicado". De siete casos de tortura
registrados el año pasado en el Distrito Federal "pasamos a 36",
manifestó.
El "momento privilegiado" de la tortura, subrayó,
es cuando un presunto delincuente es detenido pero no es presentado de
inmediato ante un juez, y eso tiene que ver, dijo, "con la fabricación
de delitos o culpables. Es el momento en el que el sospechoso está
bajo la responsabilidad de la autoridad, según organismos internacionales
y nacionales".
Sin embargo, Alvarez Icaza aclaró que una cosa
es que la autoridad "someta" a un sospechoso y otra que lo torture, puesto
que "la autoridad tiene que ejercer su autoridad".
Alvarez Icaza, entrevistado durante un foro en la CDHDF
sobre trabajadoras domésticas, criticó también que
aunque la ley contempla sanciones para quienes
practican la tortura, éstas son "mínimas,
prácticamente inexistentes". Por ello, se pronunció por que
dichas sanciones sean "sustantivas" e incluyan la inhabilitación
o la encarcelación.
El ombudsman capitalino explicó que el repunte
de la tortura en la ciudad de México puede atribuirse a "un cambio
de registro" aplicado por la CDHDF, que se basa en los parámetros
de la norma internacional para medir el fenómeno, como los dictados
por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El objetivo es cuantificar la tortura "en su justa dimensión",
pues existen casos que son tipificados como abuso de autoridad y lesiones,
aseveró al hacer alusión al caso de Guillermo Vélez,
presunto secuestrador que murió luego de ser capturado por agentes
federales.
El titular de la CDHDF refirió que aunque en México
la tortura está tipificada en una ley federal aprobada por el Senado,
la concepción que al respecto tiene la CIDH es mucho más
incluyente.
Incluso resaltó que esta última "es ley
suprema" para nuestro país, puesto que así lo establece la
Suprema Corte de Justicia de la Nación al haber sido ratificada
como pacto o convención internacional. "Eso quiere decir que está
por encima de la ley federal y por debajo de la Constitución", puntualizó.
Alvarez Icaza informó que la Comisión Nacional
de Derechos Humanos (CNDH) lleva a cabo un proyecto para establecer indicadores
que permitan medir y determinar las diferentes formas, métodos,
alcances, instrumentos, momentos y razones para medir la tortura.
El funcionario aclaró que la tortura no debe confundirse
con el sometimiento de un presunto delincuente, y señaló
que "los policías tienen que actuar enérgicamente con un
delincuente y la CDHDF demanda eso, pero tiene que ser dentro del marco
del respeto a la ley. No es justificable el uso indebido de la fuerza.
La autoridad tiene que intervenir, pero lo que es un hecho es que no se
pueden justificar las lesiones y los daños cuando el sospechoso
ya está detenido y no ha sido presentado ante el juez".
Tortura, dijo finalmente el ombudsman, "es un daño
físico o psicológico cometido por la autoridad contra una
persona, y la finalidad con que se ejerce puede ser atribuible a distintos
motivos, como el obtener una declaración o incidir en ella".