Enfrenta en Estados Unidos una demanda por plagio

Llega hoy a México K-Pax, el visitante, copia fiel de una cinta de Eliseo Zubiela

JORGE CABALLERO

Hoy los extraterrestres vuelven a tomar las pantallas con la película K-Pax, el visitante, protagonizada por el dos veces ganador del Oscar Kevin Spacey y Jeff Bridges, que plantea una vez más la posibilidad de existencia de vida alienígena en otros planetas. ¿Le suena el argumento? Pues K-Pax, según se dice, es una copia fiel de la cinta argentina Hombre mirando al sudeste, de Eliseo Zubiela, y que ya tomó su curso legal en una corte estadunidense por plagio; la única diferencia son los colores resplandecientes de Hollywood.

Spacey encarna a Prot, hombre que después de ser detenido por las autoridades por auxiliar a una mujer es internado en un hospital siquiátrico, por aferrarse a sostener que viene de un planeta distante llamado K-Pax, situado en una galaxia lejana, donde no hay estado, natura, familia, dios ni diablo.

Prot es asignado al doctor Mark Powell (Bridges), quien tiene sobrada experiencia con personas que sufren ese tipo de síntomas y está convencido de poder romper el infranqueable muro que lo separa del paciente y regresarlo a la realidad.

En sus terapias Prot, con irreductible paciencia, explica en detalle al médico que está en la Tierra por una misión de reconocimiento y antes de que finalice el verano regresará a su planeta. Mientras su fecha de partida se aproxima los pacientes del nosocomio están seducidos por las inverosímiles historias del visitante, quien además ha prometido llevarse de vacaciones a quien le entregue el mejor ensayo en el que expliquen las razones de por qué quieren ir a K-Pax.

Las descripciones del planeta, que se encuentra a mil años luz de distancia, despiertan la curiosidad no sólo de los desquiciados, sino del personal médico del hospital. Incluso Powell debe aceptar la posibilidad de que Prot pueda ser en verdad un extraterrestre, cuando el paciente presenta su sofisticada teoría ante un grupo de expertos en astronomía.

Basada en la novela de Gene Brower, y adaptada a la pantalla por el guionista Charles Leavitt, K-Pax, el visitante trata sobre "un hombre apasionado que va en contra de la convencionalidad por creer en algo que parece imposible para los demás", según comentó el productor de la cinta, Lawrence Gordon.

Filme mágico, pero realista

Después de seis años de intentos por llevar a la pantalla esta historia, Kevin Spacey leyó el guión y aceptó encarnar a Prot. "Leí el guión hace unos años mientras estaba trabajando en Londres. Pensé que el material era muy bueno y que Prot era un personaje vigoroso", opinó el actor.

El siguiente en entrar al proyecto fue el director Iain Softley: "No me pude resistir. Este es uno de los mejores guiones que he leído y lo más importante es que es difícil predecir el final de la historia".

El rol del segundo protagonista fue otorgado a Bridges, quien cuenta con 50 películas en su haber y cuatro postulaciones al Oscar. "En la actualidad es muy popular la utilización de droga en la siquiatría y en muchos casos los medicamentos pueden ayudar mucho al paciente. Sin embargo, el intercambio entre doctor y paciente ya no se estila tanto como se solía hacer. Cuando las drogas no parecen tener efectos en este hombre que asegura venir del espacio, eso intriga a mi personaje y hace su vida más interesante", aseguró Bridges.

"Lo que hace a Prot más interesante es su aparente normalidad", explicó el director Softley. "Sus historias sobre K-Pax son poco sensacionalistas a pesar de ser sumamente interesantes. Sin importar que Prot esté loco o no, su efecto es profundo en el doctor y el resto de los pacientes con los que entra en contacto", agregó.

El director mencionó además que para K-Pax "utilizamos todas las herramientas cinematográficas a disposición para crear una realidad distinta. Mi intención era hacer de K-Pax un filme mágico y entretenido, pero al mismo tiempo busqué que estuviera fundado en el realismo".

Aunque seguramente no tenía conocimiento de Hombre mirando al sudeste, vea y juzgue por usted mismo.