Aportación del México antiguo
a las disciplinas del deporte universal
El Tajín es la cuna del juego prehispánico
y ritual de pelota, sostiene especialista
Personas de otros lugares iban a jugar a la ciudad sagrada
de los totonacas: Wilkerson
PL
Especialistas en la cultura totonaca, una de las civilizaciones
más florecientes de Mesoamérica (asentada en el norte del
estado de Veracruz), afirman que allí nació el juego de pelota,
aportación del México antiguo al deporte universal.
En
declaraciones a Prensa Latina, el director del Instituto para la Ecología
Cultural de los Trópicos, el antropólogo Jefrey Wilkerson,
dijo que en esa zona, asiento de la ciudadela sagrada de El Tajín,
se llegaron a disputar hasta 15 partidos. Gentes de toda la región
y de otros lugares de México venían a jugar aquí -añadió-,
en una especie de torneo casi olímpico equivalente a los realizados
en Grecia.
Respecto de esas declaraciones, la oficina de prensa del
Instituto Nacional de Antropología e Historia, a cargo de Ruben
Reignier, señaló que el organismo se reserva el derecho de
verificar con sus especialistas las interpretaciones manifestadas. Asimismo,
está abierta a nuevas interpretaciones sobre nuevos orígenes
del juego de pelota.
Juego predilecto de la elite
El Tajín, según Wilkerson, creció
como centro de poder político, administrativo y militar en torno
de un deporte investido de carácter ritual, y en el que convergían
lo lúdico y lo competitivo. Los que participaban no sabían
quién sería vencedor, aunque de manera oficial triunfaban
los dioses.
Este juego ceremonial llegó a ser el predilecto
de la elite dominante y transcurría frente a la Pirámide
de los Nichos, donde radicaba el cetro del poder.
La pelota, de hule, pesaba 3.60 kilogramos y era golpeada
por los jugadores con la cadera y los hombros, en un giro que requería
fortaleza física y habilidad.
Muchos de los juegos, por no decir casi todos los que
se practican en Europa y utilizan una bola -subraya Wilkerson-son posteriores
al descubrimiento de Mesoamérica, de ahí que México
se erija en el creador de esta modalidad. La ceremonia estaba dedicada
al dios del pulque y había partidos en los que el ganador era conducido
a la piedra ritual.
Si en El Tajín, en vez de uno o dos partidos -lo
tradicional en las urbes prehispánicas- se disputaban hasta 15 es
considerado por Wilkerson como el origen de las primitivas Olimpiadas en
América.