Críticas a Umberto Bossi
Rompen diálogo sindicatos y gobierno italianos
AFP
Roma, 25 de marzo. El gobierno derechista italiano y los sindicatos rompieron negociaciones este lunes, a raíz del clima de tensión desatado por las graves acusaciones lanzadas por varios ministros contra la mayor central sindical del país, la Confederación General del Trabajo (CGIL, izquierda), a la que se atribuye fomentar el terrorismo, después de la imponente manifestación celebrada el sábado en Roma.
El gobierno y los sindicatos programaron reunirse el martes para debatir la polémica reforma de la leyes laborales, pero el encuentro fue aplazado por el gobierno y no fue fijada nueva fecha. "Por el momento no se han dado las condiciones para la reanudación del diálogo con las partes sociales", informó en un comunicado el gobierno del derechista primer ministro, Silvio Berlusconi.
La decisión fue tomada al término de una jornada marcada por las declaraciones y acusaciones entre los líderes sindicales y representantes del gobierno.
Berlusconi intentó una mediación entre las partes al anunciar en un comunicado oficial que "su gobierno está convencido de que no existe convivencia, ni ambigüedad, ni cercanía de los sindicatos con el terrorismo". Sin embargo, las tres mayores centrales sindicales de Italia consideraron "insuficiente" su mediación después que varios ministros de su gobierno acusaron al sindicato de alimentar el regreso del terrorismo de extrema izquierda.
El histórico éxito de la manifestación del sábado, que según los organizadores movilizó a 3 millones de personas, sumado a la dura reacción de varios ministros de Berlusconi, acabó causando la ruptura entre las partes.
Sergio Cofferati, secretario general de la CGIL, condenó a los ministros de Defensa, Antonio Martino, y de las Reformas, el ultranacionalista Umberto Bossi, que acusaron al sindicato de haber alimentado el terrorismo de los herederos de las Brigadas Rojas, después del asesinato el martes pasado en Bolonia del consejero del Ministerio de Asuntos Sociales, Marco Biagi.
Las tensiones se agudizaron tras las declaraciones de Bossi, líder de la xenofóbica Liga Norte, al reiterar en una entrevista que "los terroristas no son extranjeros, sino hijos de la protesta sindical exasperada, que ha dicho miles de mentiras en las fábricas, en los diarios y en la televisión".