La incapacidad de la filosofía en la
política fue una de sus última reflexiones
Falleció Hans-Georg Gadamer, pensador alemán
que consolidó la hermenéutica
Se decía preocupado por las rivalidades religiosas
en los Balcanes, India y otros sitios
La lengua comercial no es la lengua de la cultura, advertía
a sus 102 años de edad
CESAR GÜEMES Y AGENCIAS
Heildelberg, 14 de marzo. El creador de la denominada
filosofía hermenéutica, Hans-Georg Gadamer, falleció
en esta ciudad a los 102 años. Según apunta la reseña
de la más amplia biografía sobre el pensador, escrita por
el canadiense Jean Grondin y publicada en castellano por la editorial Herder,
Gadamer, nacido en Marburgo en 1900, ''vivió con plena conciencia
todos los horrores de las dos guerras mundiales, el derrumbe definitivo
del imperio alemán, el fracaso de la República de Weimar,
la locura del régimen nacionalsocialista, la instauración
del socialismo en la Alemania oriental, la lenta pero tenaz reconstrucción
de la cultura alemana a partir de los años cincuenta y, finalmente,
la desaparición de los grandes bloques políticos".
Saludo a Jürgen Habermas
Eusebio
Val, especialista en la obra de Gadamer, recuerda que en una entrevista
realizada por la agencia Dpa ''el filósofo hizo un ejercicio de
modestia sobre su trayectoria y su pensamiento: '¿Quién puede
sostener que no se ha equivocado nunca? Alguien tan viejo como yo sabe
que se ha equivocado muy a menudo'. Interrogado sobre lo que más
le preocupaba del mundo actual, contestó que las 'rivalidades religiosas,
tanto en los Balcanes como en India y en muchos otros lugares, que desembocan
en enfrentamientos sangrientos. Ante esta situación, las grandes
religiones mundiales deberían defender un interés común
para hacer imposible que las rivalidades degeneren en el uso de la violencia'.
''En cuanto al peligro que las modernas técnicas
de comunicación pueden representar para la cultura de la conversación
y la lectura, Gadamer opinó que la 'la estrechez de las comunicaciones
técnicas provocará necesariamente una reacción contraria
y las cuestiones íntimas se buscarán en el ámbito
personal. No creo, por tanto, que la lengua comercial lo arrase todo',
concluyó.
''Sobre las tendencias filosóficas del presente,
sostuvo: por un lado está la filosofía analítica,
que no cree que el pasado contenga algo relevante; por otro está
seguramente el este europeo en el amplio sentido de la palabra, que engloba
Asia entera y que se aferrará a su diversidad de lenguaje. La lengua
comercial no es la lengua de la cultura. No quiso Gadamer confesar qué
filósofo actual le parecía más interesante, porque
'un hombre centenario no puede permitirse hacer juicios de valor sobre
quienes tienen 40 años'."
Ciertamente Gadamer se encontraba retirado del medio académico
debido a su avanzada edad. Sin embargo, cuando contaba con más de
un siglo escribió las siguientes líneas de saludo (en el
periódico alemán Süddeutsche Zeitung) para Jürgen
Habermas, quien llegaba a los 70 años: ''Cuando uno mismo está
ya en su centésimo año y saluda a uno de sus alumnos para
su cumpleaños número 60 o 70, rememora entonces una fase
determinada de su propia vida. Uno ve, por así decir, que un comienzo
temprano ha conducido a un buen fin. Ahora que Jürgen Habermas festeja
su septuagésimo cumpleaños, mi tarea es por cierto completamente
distinta. No se trata en este caso de un alumno mío, y ciertamente
tampoco de alguien que haya desarrollado mis propios intentos o los haya
tomado como norma del trabajo filosófico. Es más bien en
todo respecto el extremo opuesto de aquello que concierne a mis facultades
y límites. No en vano escribí hace poco en un artículo,
pensando en Heidegger y en Platón, sobre la cuestión de la
'falta de capacidad de la filosofía en relación con la política',
con lo cual pensaba también en mí mismo".
Senderos desbrozados por Karl Otto Apel
En la reciente entrevista concedida a La Jornada
por el filósofo alemán Karl Otto Apel, éste expresó:
''Lo que me interesó finalmente fue lo que en el área conocemos
como filosofía trascendental, que se explica a partir de las condiciones
de validez; el problema de lo que se denomina el consenso intersubjetivo,
que quiere decir cómo nos ponemos de acuerdo. Me di cuenta de que
esos temas no habían sido tratados por Gadamer ni Heidegger y los
elegí como mi camino".
Una bibliografía mínima para acercarse al
fallecido Gadamer la constituyen, en castellano, títulos como El
inicio de la filosofía occidental (Paidós Ibérica,
Barcelona, 1995); Hacia la prehistoria de la metafísica (Alción
Editora, Córdoba, 1992); El inicio de la sabiduría
(Paidós Ibérica, Barcelona, 2001) y Cinco ensayos hermenéuticos
(Cátedra, Madrid, 1994).