Función especial de su filme El espinazo
del diablo en la Muestra de Guadalajara
La percepción de nuestro cine en el extranjero
''es más fuerte que el ninguneo local'': Del Toro
La productora Bertha Navarro y el cineasta negocian
serie televisiva mexicano-española
ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA
Guadalajara, Jal., 14 de marzo. La percepción
del cine mexicano en el extranjero ''es muy fuerte, sin importar lo que
digan los ninguneadores locales", afirma el director Guillermo del Toro,
quien este miércoles llegó a Guadalajara para asistir a una
función especial de su cinta El espinazo del diablo dentro
de la Muestra de Cine Mexicano. El cineasta tiene en puerta varios proyectos,
entre ellos el estreno de la película Blade II a finales
de mes, la filmación de Hellboy y El puente de Mefisto;
además de la grabación de una serie de horror mexicano-española
de la mano de la productora Bertha Navarro, de Tequila Gang, en la que
se prevé la participación de cineastas de ambos países
(siete de México y seis de España).
La serie, que se transmitirá por televisión,
es un proyecto en el que estarían involucrados Televisa y Canal
Plus de España, aunque apenas se realiza la fase de negociaciones,
indicó por separado la productora Bertha Navarro, quien la semana
pasada participó en el encuentro Mujeres y Cine en América
Latina efectuado en esta ciudad.
Conocer el juicio de la academia
Con
su humor característico, Del Toro se refirió a su decisión
de no inscribir su película El espinazo del diablo para los
Arieles. Al respecto, explicó que su declinación se debió
a que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas
consideró hace unos meses que su cinta no tenía la nacionalidad
mexicana porque se filmó en España con la participación
exclusiva de actores españoles, y por ello no podía entrar
en la preselección del largometraje que representaría a México
en el Oscar.
El director de Mimic y Cronos subrayó
que ''valdría la pena, por lo menos, saber cuál fue el juicio
de la academia para decir que El espinazo del diablo no es mexicana.
Me costó mucho trabajo que tuviera la doble nacionalidad y todo
estaba preparado para ser recibida como película mexicana. Eso es
negar una oportunidad importante" al cine mexicano.
Si bien se deben replantear los reglamentos de la academia,
lo más importante es dejar a un lado los ataques o pullas para abrir
un diálogo con esa institución y ''tengo la esperanza de
que habrá un diálogo para que clarifique (los criterios)
y abra el camino hacia la democracia participativa". Lamentó que
los miembros de la academia no se presenten a votar para la elección
de las películas, porque eso demuestra que no valoran la importancia
de las cintas.
La percepción, añadió, ''es que el
cine mexicano está muy fuerte en el extranjero y valdría
la pena que en lugar de hacer pullas internas nos juntemos, y formar un
solo frente de cara al mundo".
El cineasta no descartó la posibilidad de filmar
en México, pero ''desafortunadamente tengo pata de perro; además,
el género y el tiempo de factura que escogí no son económicos.
Desde que tenía 16 años y vivía en Guadalajara pensaba
en películas gigantescas", y el dinero para realizarlas sólo
es posible conseguirlo en Estados Unidos o Europa.
Ni
poder ni dinero, pero sí grilla
En el viejo continente, prosigue Del Toro, ''hay más
libertad, hay un poco más de respeto a la autoría de la película;
te prestan juguetotes y entreno mucho a nivel narrativo y técnico.
Eso permite crecer como artesano y ayuda a soltarte un poco la greña".
Tampoco hay grilla como la que existe en México, donde ''ya
es una sublimación de la política y se llega a niveles surrealistas.
No hay poder ni dinero, pero sí hay grilla". En el extranjero,
precisa, la ambición es económica y se trata de que el largometraje
funcione desde el punto de vista comercial.
Sin embargo, dijo, en México y Europa sí
se puede hablar de libertad creativa, al contrario de lo que sucede en
Estados Unidos, donde acaba de filmar la segunda parte de Blade,
una historia de vampiros.
No importa dónde filme porque ''yo me encuentro
muy a gusto trabajando donde sea bienvenido, ya sea en España, Japón
o Hollywood. Lo que quiero es hacer cine y disfrutarlo", aun cuando no
se trate de proyectos personales, como es el caso de El espinazo del
diablo, sino de filmes netamente comerciales como Blade II,
protagonizada por Wesley Snipes.
Si bien no ha filmado en México en años
recientes, Del Toro no se ha alejado del cine nacional, ya que su compañía
productora Tequila Gang, que dirige con Navarro, coprodujo Asesino en
serio, del director Antonio Urrutia. ''Soy cineasta mexicano y quiero
seguir haciendo cine aquí."