Países de Asia y Africa proponen analizar
la lucha antiterrorista
Divide a la CDHONU la propuesta mexicana de examinar
los derechos de discapacitados
KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL
Ginebra,
14 de marzo. La propuesta de México y Chile de examinar el tema
de los discapacitados en el marco del llamado "segmento especial" de la
Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones
Unidas (CDHONU) ha dividido a los participantes. Los países de Asia
y Africa, opuestos a la moción latinoamericana, impulsan, en cambio,
el análisis del terrorismo en el seno del organismo.
Los trabajos del "segmento especial" están en riesgo
por la falta de consenso y la reunión programada para efectuarse
del 18 de marzo al 26 de abril podría no realizarse.
México y Chile apoyan el proyecto de fundar una
convención internacional sobre los derechos humanos de las personas
discapacitadas. Mientras, India y algunos países de Asia y Africa
promueven que se aborde el tema de la lucha contra el terrorismo, en coincidencia
con la política exterior de Estados Unidos hacia Afganistán
y la persecución de grupos radicales en todo el mundo, principalmente
en Levante.
Para los países asiáticos es incomprensible
la postura latinoamericana, ya que naciones co-mo Argentina, Perú,
Colombia y aun México se enfrentan a la problemática que
representan los grupos armados. México y Chile subrayan que el mundo
de los discapacitados es "real" y que éstos sufren discriminación
y carecen de protección adecuada de sus derechos humanos.
Empero, el coordinador del Grupo Latinoamericano y el
Caribe (Grulac), el embajador chileno Juan Enrique Vega, expresó
a La Jornada que el tema del terrorismo estará presente en
las deliberaciones de la comisión.
Sobre la situación de los derechos humanos en países
sujetos a resoluciones condenatorias del organismo, como es el caso de
Cuba, Vega indicó que el Grulac no toma acuerdos generales y por
ello no se pronuncia sobre temas nacionales; "son decisiones de cada gobierno",
indicó.
Si el tema de los discapacitados gana consenso, no pocos
países respirarán aliviados porque, para muchos, un debate
sobre terrorismo y terroristas no hará sino abrir una caja de Pandora
y, dada su politización, se estará poniendo en peligro el
de por sí menguado prestigio y la dudosa credibilidad de la CDHONU.