Pobreza, escaso nivel educativo e inseguridad,
obstáculos al crecimiento, reconoce
Apuntalar la economía interna, promete Fox a
comerciantes
El gobernador René Juárez alabó
la política incluyente del Ejecutivo e instó a olvidar rencores
Queda pendiente beneficiar los bolsillos de las familias,
destacó el líder de la Concanaco
HUMBERTO ORTIZ MORENO ENVIADO
Acapulco, Gro., 14 de marzo. No tiene caso que
México ocupe el noveno lugar mundial por el tamaño de su
economía, si ''no somos capaces'' de convertirlo en ingresos y calidad
de vida para los mexicanos, reconoció aquí el presidente
Vicente Fox.
Identificó
tres debilidades que obstaculizan lograr una economía sólida
y crecer con rostro humano, y que otros países importantes no tienen:
la pobreza de 40 millones de personas excluidas del desarrollo; el nivel
educativo, con siete años y medio de escolaridad por 14 de los demás
competidores, y la inseguridad que implican la corrupción, impunidad
y delincuencia.
Por ello, estableció que en la estrategia presupuestal
de 2002 un propósito fundamental es defender el empleo; asegurar
el crecimiento y la generación de fuentes de ocupación; reducir
la inflación por debajo de 4.5 por ciento; disminuir las tasas de
interés para que promuevan la inversión y faciliten la expansión
y reconversión de los negocios, y proteger el mercado interno de
manera que estimule el consumo.
Recordó que al principio de su administración
los mexicanos recibían una ''tajada muy pequeña'' de 10.8
por ciento del producto interno bruto (PIB) por concepto de recaudación,
pero con la reforma hacendaria de este año el nivel de ingreso tributario
estará por encima de 13 por ciento, además de que durante
el año 2001 se incorporaron un millón 400 mil causantes a
la estructura fiscal.
''No solamente vamos a esperar la reacción de las
economías líderes y que éstas vuelvan al crecimiento.
Vamos a apuntalar la economía al interior del país'', pues
la debilidad provino del sector externo, puntualizó Fox Quesada
al inaugurar los trabajos de la 85 Asamblea General Ordinaria de la Confederación
de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco).
En su intervención reiteró que la mesa está
puesta para que los empresarios inviertan en el país y para que
despegue el crecimiento.
Gobernadores priístas aplaudieron fuerte al
Presidente
El encuentro congregó a los gobernadores priístas
de los estados de México, Arturo Montiel; de Tabasco, Manuel Andrade,
y del anfitrión Guerrero, René Juárez Cisneros, quienes
aplaudieron fuerte al mandatario.
En especial, llamó la atención el discurso
del guerrerense, pues en tono inusual alabó la política incluyente
del Ejecutivo federal y exhortó a olvidar amarguras y rencores,
dejando a un lado partidismos y construir, sin abandonar convicciones ideológicas,
una visión de Estado que anteponga el interés de la nación
a cualquier otro.
Gobernante de un estado caracterizado por la pobreza,
marginación e inseguridad, Juárez ofreció a Fox una
relación de respeto institucional y comprometida con México,
y pidió cerrar filas, palabras que fueron aplaudidas sin cortapisas
por sus colegas del PRI en el presídium.
Arturo González Cruz, presidente de la Concanaco,
compartió las afirmaciones del jefe del Ejecutivo federal al advertir
que pese a los sólidos cimientos de la economía, es preciso
trabajar más para hacer de México una nación justa
y equitativa. ''No debemos voltear la espalda a la imperiosa necesidad
de tener una economía más dinámica, que permita corregir
los enormes rezagos sociales que aún padecemos. La estabilidad macroeconómica
es importante, pero queda pendiente llevar estos beneficios a los bolsillos
de las familias mexicanas''.
Persiste la deuda histórica con millones de mexicanos
que viven en condiciones de marginación y extrema pobreza ''como
una pesada carga que nos obliga a todos a no postergar más la instrumentación
de las medidas que están a nuestro alcance para contribuir a su
solución'', subrayó.
Crisis financiera
Agobiada por las deudas, la dirigencia de la Concanaco
arrancó sus trabajos con la imposición de una cuota adicional
de 10 por ciento por cada cámara afiliada, lo cual provocó
una fuerte inconformidad interna que, para muchos miembros, podría
desembocar en la desaparición de organismos y un proceso paulatino
de desafiliación.
Con la asistencia de apenas 78 de sus 180 socios, el comercio
organizado del país inició aquí su 85 Asamblea General
Ordinaria 2002 y presentó estados financieros que manifiestan su
vulnerabilidad: arrastra un débito de 33 millones de pesos que Arturo
González Cruz, reelecto presidente para un periodo más, está
decidido a solventar a como dé lugar al concluir este año.
Para ello, presentó a los integrantes de la confederación
una propuesta para que pagaran una cuota adicional de 15 por ciento por
número de afiliados, es decir, un mínimo de 15 mil y un tope
de 150 mil pesos, dependiendo del tamaño y padrón de cada
cámara.
Sin embargo, las voces opuestas al proyecto, particularmente
de las asociaciones de comerciantes más pequeñas, se multiplicaron
y lo echaron para atrás, no sin antes denunciar maniobras para acallar
la inconformidad de la mayoría de los afiliados, pues quedaron fuera
del encuentro 110 cámaras que, aseguró González Cruz,
sí fueron invitadas pero no asistieron.
MISAEL HABANA, CORRESPONSAL