José Cueli
Niños con déficit de atención
Uno de los múltiples problemas de la educación
en México es la escolarización y el futuro de los niños
con trastornos de aprendizaje y la infinidad de variantes y escollos en
el proceso de desarrollo. En ocasiones son los propios padres los que lo
detectan y solicitan ayuda profesional. En otros casos el asunto pasa desapercibido
o negado por los padres y la escuela es quien detecta las dificultades
y solicita a los padres que el niño sea atendido. En este caso algunos
padres responden en forma positiva y cooperan con la escuela, sin embargo
en otros ?¿la mayoría?? hay una marcada resistencia terapéutica,
suelen depositar las fallas en la escuela y no acuden a solicitar ayuda
o sólo lo hacen por cumplir con el requisito solicitado sin tomar
conciencia del problema real y con el mínimo pretexto abandonan
el tratamiento.
Por el lado de las escuelas existen planteles con apertura
y conocimiento sobre el tema y, cuando los problemas de aprendizaje son
detectados en forma temprana y adecuada, solicitan apoyo terapéutico
a los padres, colaboran con la familia y brindan una ayuda especial dentro
del aula a estos niños, respetando la asesoría del neurólogo,
terapeuta o sicopedagogo para lograr una labor conjunta entre familia,
escuela y especialistas, todo esto en beneficio directo del niño.
Sin embargo hay escuelas en las que el manejo más
que de cooperación se torna en situación persecutoria o de
velado rechazo.
En el aspecto escolar las manifestaciones preponderantes
son el bajo rendimiento académico, las manifestaciones conductuales
agresivas, dificultades de adaptación e integración al grupo
y socialización. En lo conductual, el abanico de posibilidades es
muy amplio; desde el niño que manifiesta franca inquietud y agresividad
hasta el niño que se aisla y resulta portador de un franco cuadro
depresivo. En otras circunstancias son las manifestaciones sicosomáticas
las que predominan y se ven con frecuencia cefaleas tensionales, neurodermatitis,
procesos infecciosos repetidos, gastritis, etcétera.
Las fallas de socialización son muy frecuentes,
al aislarse o agruparse con otros niños a su vez rechazados a causa
de las mismas dificultades. Las fallas perceptuales no se limitan o manifiestan
sólo en la lectoescritura, sino en su percepción general
del entorno. Sus respuestas sociales, juicios y formas de aproximación
a los demás no responden a los estandares del grupo y terminan por
ser rechazados o criticados lo cual aumenta la confusión y la herida
narcisista en el niño y en los padres.
Por otra parte, cuando el niño es atendido y los
padres le dedican más atencióno sólo en casa sino
que emplean tiempo en llevarlo a terapias, los otros hijos pueden reaccionar
con mayores demandas o quejarse de que se les dedica menos tiempo.
Todos estos aspectos requieren de asesoría a los
padres para que el proceso se realice en forma fluida y armónica.
La finalidad no se limita a mejorar sólo el rendimiento escolar,
sino a promover una mejor integración del niño en todos los
niveles y evitar el deterioro en su estructura de personalidad y dinámica
familiar.
Cabe destacar que me refiero a un tipo de población
de clase media alta que tiene acceso a este tipo de apoyos, pero que en
alguna forma son una minoría y que cada vez se reduce debido al
deterioro en las condiciones económicas por las que atraviesa el
país. ¿Pero que sucede y cómo se dan las circunstancias
en las clases sociales menos favorecidas?
Este tema merece especial atención por su complejidad
y gravedad. A ello dedicaremos el espacio de la próxima semana.