El 97 aniversario del Hospital General de México,
marco para recordar sus aportaciones
Rinden homenaje a Clemente Robles, figura señera
de la medicina nacional
Destacan su labor de precursor de la neurocirugía
y del combate contra la cisticersosis
Hizo la única contribución de nuestro
campo médico al mundo en los recientes 50 años
ARTURO JIMENEZ
Considerado uno de los pilares de la medicina mexicana
del siglo XX, Clemente Robles, con aportes en la cardiología, la
neurología y otras áreas, recibió el pasado jueves
un homenaje postmórtem de la comunidad médica del Hospital
General de México, en el contexto de la celebración del 97
aniversario de dicho nosocomio, donde realizó la mayor parte de
su labor e incluso fue nombrado director emérito.
Pero Clemente Robles, quien nació en San Cristóbal
de las Casas, Chiapas, el 18 de agosto de 1907 y murió el 16 de
diciembre pasado, a los 94 años, también desarrolló
gran parte de su trabajo médico, de investigación y docencia
en el Hospital Juárez y la Facultad de Medicina de la UNAM, de la
que fue profesor emérito y doctor honoris causa.
Energía
para ser y hacer
Durante una semblanza el día del homenaje, realizado
en el auditorio Doctor Abraham Ayala González, lleno en su mayoría
por hombres y mujeres de bata blanca y al que asistieron familiares y la
esposa de Robles, Rosalba Loza, el neurocirujano Noé Vargas Tentori
destacó:
''Con su trabajo de investigación clínica,
introduciendo el uso del Praziquantel -con el antecedente de su utilidad
en la cisticercosis porcina, contribución de Manuel Chavarría,
de la Facultad de Veterinaria de la UNAM-, Robles hizo la única
aportación de la medicina mexicana al mundo en los recientes 50
años."
Su personalidad, agregó Vargas Tentori, se caracterizó
''por su inteligencia, su educación, su línea de vida, sus
habilidades, su formación, su energía para ser creativo,
para ser y hacer, con una identidad personal y nacional".
Vasta trayectoria
La trayectoria de Robles como cirujano, investigador,
docente y administrador es muy amplia, pues destaca como uno de los pioneros
de la neurocirugía en México. Aunque quizá uno de
sus aportes más conocidos es el mencionado combate a la cisticercosis,
en el que también es precursor.
Según información proporcionada por Vargas
Tentori, su alumno y colaborador en diversos momentos, Robles debió
advertir en su contacto cotidiano con los pacientes que la atención
a los enfermos de cisticercosis con localización en el sistema nervioso
central quedaba rezagada, ''como una deuda con la sociedad".
No debe olvidarse que todavía en 1979 la mortalidad
por esta enfermedad llegaba a 80 por ciento, sin existir ningún
tratamiento específico. Además, las posibilidades de sobrevivir
después de la neurocirugía llegaban a tres o cuatro meses.
En 1940, señaló Vargas Tentori, Robles escribió:
''De las causas que en nuestro medio originan cuadros hipertensivos intracraneanos,
que dan síntomas de localización y conducen al diagnóstico
de seudotumor cerebral, la cisticercosis ocupa el primer lugar". Y agregaba:
''Difícilmente hay un síndrome neurológico cerebral
que no pueda ser originado por la cisticercosis".
En 1941 Robles describió el cuadro clínico
de la cisticercosis del cuarto ventrículo y cómo esta localización
produce la muerte inesperada de los pacientes. Tres años después
escribió que ''de las lesiones intracraneales 25 por ciento son
cisticercosis".
Vargas Tentori recordó que en 1961 Robles comenzó
a utilizar las válvulas de Pudenz en las hidrocefalias producidas
por cisticercosis y en 1966 informó en la Academia Mexicana de Cirugía
sobre 40 casos derivados.
Pero fue en septiembre y octubre de 1979 cuando introdujo
por vez primera el uso del Praziquantel en el tratamiento de la cisticercosis
cerebral en el humano, al curar con éxito el caso de un niño
desahuciado. Un año después utilizó el medicamento
en una serie de cien casos, que reportó en 1982 con un seguimiento
de dos años.
Reto para la investigación
Robles fundó en 1984 el Centro para el Control
y Profilaxis de la cisticercosis en Morelos. Tres años después
estudió 700 casos y escribió en Journal of Neurosurgery
los resultados del seguimiento de cinco años de 141 pacientes.
Robles, indicó Vargas Tentori, ''comunicó
al mundo sus observaciones; sus trabajos son un manantial de información
sobre el tema y colocó en la mesa de las discusiones y controversias
el tema de la cisticercosis". Aseguró que en la actualidad la enfermedad
se cura en 50 por ciento, se beneficia de la mejoría 35 por ciento
y la mortalidad ha bajado de 80 a 16 por ciento.
''A 21 años de distancia, el doctor Robles dejó
abierto el tema de la cisticercosis como un reto para la investigación
clínica y científica por las grandes interrogantes que han
surgido con las recidivas o reinfestaciones, tratándose de una enfermedad
generalizada."
Fundador de instancias médicas
Entre otros aportes de Clemente Robles, figura haber fundado
en el Hospital General de México el primer servicio de neurocirugía
del país, en 1937, además del servicio de cirugía
cardiovascular en el Instituto Nacional de Cardiología, en 1944.
Hizo la primera intervención quirúrgica en un caso de persistencia
del conducto arterioso que tuvo éxito en el país.
También impulsó la cirugía gastroenterológica
en el Hospital de la Nutrición, cuando éste era una extensión
del pabellón 9 del Hospital General de México. Además
organizó el Servicio de Neurocirugía en el Hospital Infantil
de México. Fue presidente y miembro honorario de las academias Nacional
de Medicina y Mexicana de Cirugía y recibió diversos reconocimientos
en México y el extranjero.
Como indicador de la calidad moral y de la filosofía
médica que caracterizaba a Clemente Robles, cabe destacar su intervención
en el 25 Congreso Nacional de Cirugía General, realizado en Acapulco
el 15 de octubre del año pasado, dos meses antes de morir, el cual
llevó su nombre en homenaje a su labor.
Dijo a unos 2 mil participantes ahí reunidos: ''Los
felicito por haber escogido la carrera de médico cirujano, la más
noble de todas, pues al propio tiempo que hace el bien, permite el engrandecimiento
y el perfeccionamiento de la persona.
''Los invito también a que colaboren en estos momentos
difíciles en los que se parecen conjurar circunstancias adversas
a nuestro país, no tanto el asunto político, sino también
el económico y el científico. Estoy seguro de que el compromiso
que tienen contraído con la nación, con la escuela y con
ustedes mismos de salvar este momento difícil será cumplido
cabalmente."