Indispensable modificar la ley para prevenir el maltrato
Alarmante, la violencia ejercida por hombres en el hogar, dice la CDHDF
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Una de cada tres familias del Distrito Federal enfrentan situaciones de violencia física, emocional o psicológica, y las más afectadas por esos hechos son las mujeres, sostuvo Sonia Araujo, responsable de los derechos humanos de la mujer, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, quien precisó que por cada agresora del sexo femenino hay cuatro del sexo masculino.
Al participar en un foro organizado por la Asamblea Legislativa, Araujo Osorio sostuvo que "la tasa de violencia masculina en el ámbito doméstico resulta alarmante", y a pesar de eso los centros de atención a la violencia familiar, tanto del sector público como privado, así como las medidas legales adoptadas al respecto, "han sido hasta hoy incapaces" para frenar las agresiones y prevenir los homicidios domésticos.
"Las oficinas que se supone debieran brindar protección en realidad provocan mayores daños al no garantizar la integridad de la víctima que se atreve a denunciar. La inexistencia de sanciones para los ofensores familiares en las primeras etapas de violencia propicia su multiplicación y agravamiento", expresó.
De hecho, la funcionaria de la CDHDF sostuvo que "en un tercio de las mujeres víctimas de homicidio en el DF había reportes previos ante el Ministerio Público de violencia doméstica. Servidores públicos que no se inmutan en lo más mínimo ni prestaron atención al riesgo que corrían las vidas de estas personas. De haber actuado oportunamente, quizá estarían vivas".
En su ponencia presentada ante los asistentes al foro sobre violencia familiar, Sonia Araujo destacó que las agencias del MP "son verdaderos zoológicos en los que la ignorancia, los prejuicios, la corrupción, la deshumanización y la pereza saltan a la vista. Ante los casos de maltrato familiar y particularmente de violencia conyugal son frecuentes la negación del servicio con diversos pretextos; fingimiento del inicio de indagatorias o apertura de actas especiales que no tienen efecto para investigación y que a los tres días se borran del sistema", entre otras situaciones.
En síntesis, añadió, "hacer que una averiguación previa por hechos de violencia familiar llegue a buen término es toda una proeza, parecida al recorrido de un intrincado laberinto".
Ante este panorama, Araujo Osorio manifestó que "es indispensable modificar la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar vigente, pues presenta incontables errores, lagunas y deficiencias; la calidad de la respuesta institucional necesita ser mejorada en todos sus niveles; hay que fortalecer la capacidad del sistema de justicia para hacer frente al problema de la violencia de género. Corresponde a diferentes instituciones públicas y privadas trabajar juntas para formular una respuesta comunitaria coordinada ante este problema".