arece increíble, pero es cierto. Por la ciudad de Campeche se anuncia con gran éxito el espectáculo de luces, sonido y teatro que tiene lugar en la histórica muralla en la puerta de tierra. Mucha gente acude, unas 100 personas por noche.
Sobre la muralla un espectáculo acompasado por una voz profunda que narra la historia de Campeche –y de México entero– dicta una versión inaudita: la conquista se apaciguó rápidamente, para que las dos culturas, la maya y la española, se fundieran en el amor, la redención y la productividad para el bien de todos. Sobre la puerta de tierra, poderosas luces iluminan a un grupo de muchachos que parecen estudiantes de primer año de universidad, quienes escenifican el encuentro
con un gran abrazo tierno, la fusión de unos güerillos vestidos de soldados españoles con cascos y de unas jovencitas guapas morenitas vestidas con trajes bordados, que serían las mayas. Disney ya nos había brindado este romance en Pocahontas.
Fui a Campeche al 24 Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Estudios del Caribe. Se presentaron interesantes ponencias en múltiples mesas, lástima que ya no se publican. Ignoro si otro participante fue a ver el espectáculo; algunas compañeras del CELA de la UNAM fuimos una noche. En medio de un evento académico, la desproporción histórica nos atacó esa noche.
No podíamos creer lo que estábamos escuchando y viendo. El resto de los asistentes, en cambio, estaban entusiasmados, los turistas tal vez no llegaron a entender todo, aunque la teatralización lo explicitaba. Los locales iban en familia a disfrutar del evento, a pesar de que el boleto cuesta 120 pesos por persona.
El relato comenzó con un tour por la muralla, subiendo y bajando a lo largo. El entusiasmo se hizo presente desde ese momento, pues aparecieron malvados piratas que, por sus gritos y actitudes desproporcionadas, parecían miembros del cártel Nueva Generación o actores de una casa de vampiros. El público aplaudió cuando dijeron que los dejaban encadenados en la muralla a morir de sed y hambre. El recorrido llegaba hasta un pequeño espacio frente a la puerta donde había sillas para presenciar el espectáculo.
Ahí se inicia el sonido que presenta a Campeche, lugar que se llamó Ah Kin Pech o Kaan Peech, lugar de serpientes y garrapatas
. La historia brevísima iba bien hasta que se divisaron las carabelas y llegaron los españoles… el relato comenzó a convertirse en una razón
de la conquista. Cuando los mayas son asesinados y esclavizados la voz profunda dice textualmente que los habían abandonado sus dioses
, quienes les exigían sus corazones y su sangre cada día
.
Al abandonarlos sus dioses sanguinarios
, tuvieron la bendición de la paz benefactora, los españoles les trajeron a un nuevo y verdadero dios, único y piadoso, que sólo pedía su amor
. Allí aparecen dos Pocahontas mayas que se abrazan y casan con su respectivo buen soldado español en un eterno lazo de amor. Y los campechanos fueron felices para siempre. La paz reinó y gracias a sus conocimientos, productividad y nostalgia por sus tierras españolas, se erigieron grandes ciudades con imponentes y bellas iglesias y todos compartieron la benevolencia y el progreso.
Cuando terminó el espec-táculo, todos entendimos
que la Colonia sólo había aportado grandeza y desarrollo para toda la península, construyendo gloriosas ciudades como Valladolid, Mérida o Campeche para el bienestar. Atónitas fuimos a la caseta donde aún se encontraba personal de la muralla custodiada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como monumento histórico.
A la pregunta: ¿este espectáculo es producido por el INAH? Dudosos estaban hasta que uno de ellos dijo: este audio tiene unos 40 años haciéndose y es responsabilidad de la Secretaría de Turismo del estado
. ¿Será que alguna de estas instituciones de estado se ha asomado a ver este denigrante espectáculo indoctrinante, presentado a nombre de Campeche? Sería imperdonable que lo hayan visto y permitido que continuara.
¿Acaso los académicos del INAH no han producido y divulgado la verdadera historia de la conquista y colonización? ¿Nadie sabe en Campeche qué fueron las haciendas ganaderas, la encomienda esclavizante y tributaria, impuestas por los colonizadores?
A pesar de que aparecen nombres mayas en los restaurantes, calles o tiendas, a los que hicieron y mantienen este espectáculo no parecen importarles los intentos por resguardar su lengua y su maravillosa cosmovisión. ¡Qué diferencia con Valladolid!, Zací su nombre real, donde se proyecta sobre los grandes muros de su catedral una reconstrucción del origen histórico con grandes imágenes a color.
Inicia con el Popol Vuh: el verdadero relato del nacimiento del mundo mesoamericano, aparecen los dioses mayas más importantes, la gran serpiente emplumada, Kukulcán, que desciende al inframundo y renace, para florecer en su pueblo. Una increíble reconstrucción de la cosmovisión maya, rica en símbolos y significados, proyectada sobre la muy española fachada. Ojalá que las instituciones de cultura de Campeche hagan un trabajo digno y eliminen el show de Pocahontas, que en cambio presenten verazmente nuestra historia.
*Investigadora de la UPN. Autora de El INEE