Un viacrucis en verso
rescura y seriedad, nada contradictorias, se dan u ofrecen en la película –la obra– de Pasolini El Evangelio se gún san Mateo. Frescura y seriedad (no menos, y ¿para qué más?) nos convocan desde el Romancero de la vía dolorosa, de Fr. Asinello, fray borriquito, seudónimo de Benjamín Sánchez Espinoza (1923-2011), franciscano cuyo trabajo literario más popular son las 14 estaciones, en verso puestas, del viacrucis, que, seguramente promovidas por la Iglesia católica, suelen interpretarse durante esta temporada en varias ciudades de la República.
En cuanto a la popularidad, entre comillas o no, señalemos que hay (ultrasolemne) grabación por parte del llamado declamador de América
, Manuel Bernal (1901-1975) y, lo ya apuntado, que el romancero no ha dejado de tener presencia entre los fieles por los tiempos de Cuaresma.
Los textos, sugeríamos, son poemas (seguimos en esto a Raúl Bañuelos, autor de una antología de Fr. Asinello) en verdad de amor: por la poesía, por Jesucristo. Pero vayamos adonde hay que ir, a las citas ( Jesús se encuentra con su madre): Manecitas de jazmines / que en diciembre florecieron, / ¿por qué os alejáis crispadas / sobre ese oscuro madero / y ni podéis despediros / de mí, perfumando al viento?
La Verónica enjuga el rostro de Jesús: En el pesebre, de niño, / eras estrellita de oro; / de joven, entre los lirios, / el más fragante de todos; / bajo los soles maduros / pareciste el más hermoso; / mas hoy, cuando todos dicen / que no tienes ni decoro, / es cuando me gustas más: / eres ¡el Divino Rostro!
(Concedamos que quizá al final el vuelo lírico decae un poco).
Pero… ¡Que no me falten espinas / ni lágrimas en los ojos, / ni sudor, ni bofetadas, / ni manchas de sangre y lodo! / Con tal que a ti me parezca, / sufrir me parece poco
.
Luego de afirmar, de las almas: todas quieren consolarte / ¡y todas vienen llorando!
, se advierte: Yo sé que por fuera sufres, / mas, por dentro, estás gozando, / porque el amor, cuando hiere, es como aroma de bálsamo / que mientras más nos traspasa / es más suave y delicado
.
XI estación: Hay en tus claros abismos / veneros de vida eterna; / nosotros tenemos sed / en nuestras áridas venas
.
Y bueno, se termina el espacio. Rematemos con esto ( Jesús es desclavado de la cruz y puesto en los brazos de su madre): Mi Jesús tiene sueño, / por el camino / se me durmió tres veces / el pobrecillo
.