
Sábado 5 de abril de 2025, p. 5
La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) conmemorará mañana el 50 aniversario luctuoso de Dmitri Shostakóvich con un concierto en la sala principal del Palacio de Bellas Artes. El programa reunirá obras del nacionalismo mexicano y de la tradición rusa, dos vertientes musicales de gran riqueza.
Con dirección de Ludwig Carrasco, la agrupación interpretará una composición inédita de un autor mexicano, un estreno en México y una de las piezas más representativas de Shostakóvich. Cada una refleja una sólida tradición musical, así como los acontecimientos sociales y políticos que las originaron.
La función dará inicio con Espalda mojada, compuesta en 1954 por el michoacano Paulino Paredes Pérez. Inspirada en la travesía de los migrantes que cruzan el río Bravo hacia Estados Unidos, la pieza retrata desde la esperanza del sueño americano hasta la crudeza de la persecución y la nostalgia por la tierra natal.
Aunque fue escrita hace más de 70 años, sigue vigente por la crisis migratoria actual. México continúa siendo un país de tránsito para miles de personas en busca de una vida mejor, una realidad que exige reflexión
, señaló Ludwig Carrasco en entrevista con La Jornada.
Estas composiciones, a menudo pasadas por alto o con ediciones incompletas, requieren una labor minuciosa de restauración. Aunque es un proceso desafiante, resulta sumamente gratificante, ya que nos brinda la oportunidad de ofrecer una versión fiel a su esencia original.
El programa continuará con el Concierto para violín y orquesta de Behzad Ranjbaran, que fusiona la música tradicional iraní con la estructura sinfónica occidental. Será su estreno en México y contará con la participación de William Harvey, segundo concertino de la OSN, como solista invitado.
La música de Ranjbaran es una puerta abierta a Oriente
, añadió Carrasco. Sus sonoridades evocan la tradición iraní y, al mismo tiempo, se integran de manera brillante en el lenguaje sinfónico. El reto para Harvey será demostrar su destreza técnica y capturar la esencia de esta fusión cultural
.
Para cerrar el programa, la OSN interpretará la Sinfonía No. 1 en fa menor, Op. 10, con la que Dmitri Shostakóvich, a los 19 años, culminó sus estudios en el Conservatorio de Leningrado.
Estrenada en 1926 con la batuta de Nikolai Malko, la obra sorprendió a la crítica por su audacia y madurez técnica, así como por la profundidad expresiva que evidenció un compositor tan joven.
Shostakóvich, quien falleció un 9 de agosto, ya mostraba en esta sinfonía la semilla de la denuncia social que marcaría su legado
, añadió.
“Con una sonoridad exuberante y un trasfondo melancólico, esta composición sigue conmoviendo al público casi un siglo después. Representa un desafío tanto técnico como expresivo, siendo conocida por su complejidad y por una estructura emocional cambiante, que abarca desde momentos de desolación hasta explosiones de alegría juvenil.
Para los músicos, lograr esta transición entre estados emocionales opuestos será una tarea exigente. No sólo requiere destreza técnica, sino también una gran capacidad para transmitir las emociones que atraviesan la partitura.
Carrasco también reflexionó sobre el papel que desempeña la agrupación en la difusión de repertorios nacionales y extranjeros. “Como la orquesta más relevante del país, nuestra misión es promover la música mexicana, pero también abrir espacios para composiciones de otras partes del mundo.
El público está ansioso por descubrir más y es esencial que, desde nuestra posición, podamos ofrecer propuestas variadas, menos enfocadas en el repertorio clásico europeo
, concluyó el director.
El concierto Shostakóvich 50 se celebrará mañana, a las 12:15 horas, en la sala principal del Palacio de Bellas Artes. Los boletos, con precios que oscilan entre 100 y 250 pesos, estarán disponibles en Ticketmaster y en las taquillas del recinto.