Viernes 28 de marzo de 2025, p. 13
Con casi 12 años de lucha y resistencia en defensa de los maíces nativos, el movimiento Demanda Colectiva Maíz aseguró que buscará en las nuevas reformas promulgadas por la presidenta Claudia Sheinbaum mayor fuerza para todos su procedimientos legales, con la finalidad de evitar que los cultivos transgénicos estadunidenses lleguen a México.
Mercedes López Martínez, líder del movimiento, cuya historia está plasmada en el documental Semillas de soberanía, estrenado recientemente, explicó a La Jornada que en las modificaciones a los artículos 4 y 27 existen sustentos suficientes para emitir nuevos recursos en defensa de los maíces nativos y la soberanía alimentaria nacional.
La demanda se firmó el 5 de julio de 2013 por 52 personas y 22 organizaciones de la sociedad civil, que no sólo han defendido los granos, sino el territorio y las tierras de comunidades indígenas y campesinas en México, como con la campaña Sin Maíz No Hay País.
Siembra ilegal y daño irreversible
Entre las principales medidas que pide en la querella, presentada ante el juzgado federal 12 de distrito en materia civil, figura una declaratoria para la prohibición de estos cultivos, bajo el sustento de haber siembra ilegal y el daño irreversible que eso puede causar en México como centro de origen y diversificación permanente de ese grano.
López Martínez recordó que el 29 de septiembre, en el Día Nacional del Maíz, un juez otorgó una resolución a favor de las trasnacionales agroalimentarias, que suponemos está totalmente de acuerdo con ellas, porque sus argumentos fueron redactados tal cual como la industria los ha presentado
en el contexto de esta batalla.
Pese a no haber más avances por el momento, la demanda, respaldada por la fundación estadunidense Pax Natura, tiene una medida precautoria que ha detenido la firma comercial de maíz transgénico en México.
Pax Natura otorgó su premio 2024 al movimiento por esta lucha y defensa de la biodiversidad de México, representada en nuestros maíces que han sido desarrollados durante más de 10 mil años por nuestros antecesores.
Durante el estreno de Semillas de soberanía, Randall Tolpinrud, presidente de la organización estadunidense, dijo a La Jornada que México ahora es un ejemplo para todo el mundo porque la industria de la agricultura está destruyendo toda la vida de la Tierra, matando los suelos y a los seres vivos.
Señaló que Estados Unidos no tiene derecho a obligar a ningún otro país, como México, a sembrar maíz transgénico
.