Los vicios de Kavak
l mercado de automóviles usados se transforma para bien. Aunque todavía muchas personas recurren a la informalidad para comercializar un vehículo, ahora hay empresas legalmente constituidas que operan en lugares establecidos.
En México predomina el mercado informal, donde el negocio depende de la buena fe de las partes. Se confía en la sabiduría
del mecánico para revisar superficialmente el automóvil y en la buena voluntad del vendedor en la entrega de papeles. En ocasiones se acude a lugares inseguros con dinero en efectivo, y en un robo se puede perder hasta la vida.
En este contexto, firmas como Kavak representan un avance en el mercado. Se realizan revisiones a fondo de cada unidad y de los documentos en establecimientos seguros. Además, no hay manejo de dinero en efectivo, sino transferencias electrónicas. Sin embargo, esta firma dirigida en México por Juan Cruz de la Rúa, sobrino nieto del ex presidente argentino Fernando de la Rúa, presenta irregularidades que van en contra de los intereses de sus clientes.
Inicialmente ofrece un precio determinado por el vehículo, luego lo reduce y en el contrato hay cláusulas poco claras y difíciles de cumplir. Al firmar el acuerdo, cambia la relación de fuerza entre comprador y vendedor y este último queda desprotegido, a expensas de un fuerte grupo de abogados.
El plazo del contrato para entregar papeles vence en 15 días naturales, tiempo insuficiente para realizar la cancelación de placas, porque las oficinas correspondientes están saturadas. Otro elemento es el reclamo de documentos ficticios, como seguros no contratados, de los cuales no proporciona información, ni siquiera de la supuesta institución financiera involucrada en el convenio. El cliente tiene que ir de aseguradora en aseguradora para ver si ahí hay una póliza abierta y es imposible visitar todas las instituciones financieras. En consecuencia, Kavak rebaja 4 mil pesos por cada documento reclamado.
Al final, el vendedor del auto recibe menos dinero del ofrecido, ya sea por incumplimiento del plazo del contrato o por trámites de los cuales la empresa se reserva la información. Urge que De la Rúa ponga orden en su empresa, porque en lugar de generar aliados convierte a sus clientes en críticos acérrimos de sus servicios.