Lunes 24 de marzo de 2025, p. 5
En un panorama teatral colmado de previsibilidad, el unipersonal Parrot contestatario irrumpe como una propuesta que desafía lo convencional; interpretado por Natalia Goded, comenzó temporada este fin de semana en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.
Con dirección de Omar Esquinca y Goded, quien también es la dramaturga, la obra introduce a un personaje cargado de ironía y crítica social que cuestiona las estructuras actuales.
Mediante la improvisación, el espectáculo convierte a los asistentes en participantes activos de un juego que fusiona lo absurdo con lo humano.
En entrevista con La Jornada, la directora explicó que el montaje surgió en un contexto inusual: “durante la pandemia, cuando los espacios teatrales se vieron limitados y las obras en las que había trabajado se detuvieron.
En ese momento decidí explorar la improvisación y la interacción con el público, proceso que comenzó a gestarse con los niños con los que trabajaba en clases a distancia.
Esa labor formativa con los más jóvenes sirvió de laboratorio de ideas, donde las preguntas de los pequeños y la capacidad del personaje para responderlas pasaron a ser el núcleo de la obra.
Para la también actriz, Parrot no es un personaje común, sino una creación compleja que se nutre de las historias que recoge a su paso. Aunque tiene un perfil marcado por su nacionalidad española, su esencia se vuelve universal gracias a la habilidad de Goded para adaptar el espectáculo al contexto local de cada función.
Cuando llego a un nuevo lugar, lo primero que hago es investigar, hablar con la gente y adaptar la propuesta a sus realidades. Esto hace que el personaje se vuelva aún más cercano y relevante para cada público
, añadió la dramaturga.
El concepto de improvisación, en el que Natalia Goded ha profundizado durante más de una década, juega un papel central en la puesta en escena.
Trabajo mucho en el estado presente, en estar aquí y ahora, y en activar la imaginación. Esto requiere una preparación física y mental esencial para que el personaje reaccione de manera espontánea, sin perder energía ni conexión con los espectadores
, explicó la también protagonista sobre su proceso.
La improvisación es tanto una herramienta actoral como una forma de construir el espectáculo, que se va formando a partir de las interacciones en tiempo real con el público. Así, cada función se convierte en una creación única, distinta a la anterior.
El teatro debe ser un espacio de interacción viva, un lugar donde se cuente una historia y, al mismo tiempo, se fomente el diálogo con la audiencia
, comentó la directora.
“Parrot invita a los espectadores a dejar de ser meros observadores y a integrarse como participantes activos en una fiesta en la que las grandes preguntas sobre la vida, la identidad y la naturaleza humana se exploran a través de la risa.
Reírse de uno mismo es liberador. Parrot se ríe de sí mismo y esa actitud genera una empatía inmediata con quienes lo acompañan en su viaje. Este es un personaje que no se toma demasiado en serio, pero que, a través de esa ligereza, logra tocar temas profundos
, concluyó.
Las funciones de Parrot contestatario son los sábados y domingos a las 13 horas en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (Revolución 1500 (colonia Guadalupe Inn, alcaldía Álvaro Obregón). Los boletos cuestan 205 pesos. La temporada finaliza el 4 de mayo.