Domingo 23 de marzo de 2025, p. 21
San Cristóbal De Las Casas, Chis., La organización de la sociedad civil Las Abejas de Acteal expresó su solidaridad y respeto
a las madres buscadoras de Jalisco, que encontraron restos óseos, zapatos y otras pertenencias, presuntamente de personas desaparecidas, en el rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán.
La tierra ensangrentada ya no debe ser el presente ni el futuro abominable dominado por el crimen organizado y cómplices enquistados en los malos gobiernos en turno
, señaló. La agrupación, a la que pertenecían los 45 tsotsiles masacrados en Acteal el 22 de diciembre de 1997, señaló que nosotras y nosotros, experimentamos que el camino de la verdad y la justicia conduce a la armonía, a la paz
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En un comunicado difundido durante la misa con la que fueron recordadas este sábado las víctimas de Acteal, agregó: ¿Cómo olvidar a nuestros mártires que nos han marcado el camino sin violencia que Jesús nuestro maestro nos enseñó con su vida; del cual los señores de Xibalba, encarnados en los esclavos del poder y del dinero, desde la oscuridad del inframundo se empeñan en desviarnos?
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Manifestó que los señores de la muerte son hoy los gobiernos de Estados Unidos y de Israel que se creen y se sienten dueños del mundo, provocan guerras militares y comerciales en países ricos en recursos naturales.
El primero, abundó, “expulsa a los trabajadores mexicanos como si fueran criminales, con ‘su legitimidad’, y se escandaliza del horror desatado por el crimen organizado que controla de forma ‘ilegal’, territorios, pueblos y comunidades”.
No obstante, dijo, los dos, gobiernos y delincuentes “se apropian de tierras que no le pertenecen, trafican con la vida de las personas y para ellos, ‘los derechos humanos no existen’”.
Las Abejas afirmó que también nos duele el proceso de deshumanización que se ve como normal, al que contribuyen políticos corruptos, cómplices de los criminales, que permitieron la masacre de Acteal y hoy, barbaries como la de Teuchitlán
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Años atrás se encontraron frente a la lucha digna de los y las sobrevivientes, hoy, con las madres buscadoras de sus hijas e hijos desaparecidos, haciendo el trabajo que la ley les obliga hacer a las autoridades
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