El músico español dirigirá hoy al Coro de Madrigalistas en la sala Xochipilli de la Facultad de Música de la UNAM

Domingo 23 de marzo de 2025, p. 2
Para Marco Antonio García Paz, considerado uno de los directores españoles de orquesta y coro más audaces y creativos en la actualidad, la voz es el único instrumento vivo que existe y, por tanto, el que llega más directo a la emoción.
Los demás instrumentos son preciosos, maravillosos, pero no están vivos; tenemos que hacerlos vivir. La voz está viva entre nosotros. Cuando oyes a un grupo de voces bien ensamblado, bien enfocado con la energía, se produce algo inexplicable
, sostiene.
El mundo instrumental impresiona con la capacidad técnica y rítmica. Diría, entonces, que los instrumentos impresionan y la voz emociona. Cierto, los dos pueden generar esas reacciones, pero la voz llega más directa a las emociones, por su condición orgánica. Y, claro, cuando esos dos mundos se juntan, no hay palabras.
Originario de Luanco, Asturias, donde nació en 1972, el también violinista y ex director del Coro de la Radio y Televisión Española (RTV) se encuentra en México por segundo año consecutivo para dirigir de nueva cuenta al Coro de Madrigalistas en un par de conciertos.
El primero fue el viernes en el Anfiteatro Simón Bolívar del Colegio de San Ildefonso, mientras el segundo será hoy a las 12 horas, en la sala Xochipilli de la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Luego de que en su anterior visita estuvo al frente de un programa de corte ibérico renacentista, en esta ocasión su presencia se inscribe en el ciclo Palestrina 500, con el cual se conmemora a Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594), el máximo exponente de la polifonía renacentista, a cinco siglos de su nacimiento.
El repertorio incluye una selección de las obras representativas de ese compositor italiano y establece un diálogo con autores virreinales, como Hernando Franco, Manuel de Sumaya y Juan Gutiérrez de Padilla, explorando la influencia y los poderosos vasos comunicantes entre dos tradiciones.
El salvador del arte sonoro occidental
De buen talante y animoso, Marco Antonio García Paz destaca en entrevista que a Palestrina se le conoce como el salvador de la música occidental
, debido a que vivió la época de la Contrarreforma, del Concilio de Trento, donde en la música de la Iglesia católica fueron muy exigentes con la comprensibilidad del texto y, gracias a él, se continuó haciendo contrapunto, ya que se quería volver a la monodia, algo muy básico.
Gracias al contrapunto de Palestrina tenemos a Bach, Brahms, Beethoven, a toda la música occidental; el propio Bach estudiaba sus partituras, por su perfección. Sin embargo, él no era el contrapuntista más elaborado, existe gente con más sofisticación, pero él sintetizó perfectamente un mundo sonoro que es un legado para la música occidental.
Un aspecto que el músico asturiano considera determinante para la obra del autor italiano es el contexto histórico y religioso que le tocó vivir, ya que viajó por Italia y Palestina, además de que tuvo muchos amigos del papado y fue el elegido para hacer esta sintetización del Concilio de Trento.
Él y otro compositor fueron los responsables de la nueva música eclesiástica, porque Lutero, con la Reforma, había vuelto a hacer que el pueblo cantara de manera simple, que todo el mundo participara, que el texto fuera lo primero; iba en contra de la complejidad de la música eclesiástica, que empezaba a ser algo muy florido
, explica.
Entonces, a él se le encargó intentar dar un paso atrás y redondear eso, pero no imitar a Lutero. Que éste lo influyó, totalmente, aunque Palestrina no era sacerdote; sólo al final de su vida intentó ir al seminario unos años, pero se volvió a casar. No fue beato, pero su música es de una elevación inigualable, por su perfección.
Incluso, agrega, es una expresión mística: Dicen que el don de Palestrina viene directamente de Dios. Es una leyenda, pero sí creo que hay algo de ello. Sobre todo, destaco la gran relación entre la música y el texto; o sea, la importancia que tiene el texto, no como una manifestación muy evidente, sino como algo que también hay que imaginar. El mundo sonoro que él crea no es de una elaboración muy evidente, sino muy sutil. Es de otro grado
.
Para finalizar, Marco Antonio García Paz destaca el alto nivel y la gran capacidad de adaptación y versatilidad del Coro de Madrigalistas, pues, reconoce, además de contar con excelentes cantantes en lo individual y en conjunto, un día hace música renacentista y al otro se presenta con una orquesta.
Es un ensamble con un nivel impresionante, de talla internacional, y este tipo de programas le vienen muy bien, porque sirven mucho a los coros para hacerles muy resistentes, para coger músculo; es como un gran gimnasio, porque exigen afinación, ritmo, calidad vocal, empaste; no hay margen, tiene que hacerse perfecto.