
Miércoles 19 de marzo de 2025, p. 22
Denver. Jeanette Vizguerra, destacada activista que creó una red de espacios santuarios para migrantes, fue detenida el lunes a la salida de su trabajo en Denver por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) que se rieron en su cara
, denunció su familia.
Madre de cuatro hijos, Vizguerra fue arrestada en una tienda, en el área donde trabajaba, mientras se encontraba de descanso, indicó Jordan García, de la organización humanitaria American Friends Service Committee, quien ha estado en contacto con su abogado y familiares.
Desde 2020, Vizguerra ha intentado obtener la visa que se otorga a las víctimas de delitos y que les permite permanecer en Estados Unidos, agregó García. El alcalde de Denver, Mike Johnston, criticó al gobierno de Donald Trump por el arresto de la activista y organizadora sindical, quien llegó procedente de México en 1997.
La noticia de su detención provocó una protesta ayer frente a un centro de detención del ICE en el suburbio de Aurora, donde su familia reportó que estaba retenida. Por la mañana salieron autobuses del centro, lo que hizo temer su deportación, pero sus cercanos aseveraron que sigue ahí.
A su vez, una mujer perteneciente a la etnia hmong, de Tailandia, y madre de cinco hijos, fue deportada a Laos, de donde la sacaron sus padres a los ocho meses. Ma Yang nació en Tailandia y era residente regular permanente de Estados Unidos; se declaró culpable de cargos relacionados con posesión, venta, cultivo, distribución o uso de mariguana y, en consecuencia, cumplió más de dos años de cárcel.
Su abogado llegó a un acuerdo con la fiscalía y aseguró a Yang que su residencia legal permanente no se vería afectada por dicha negociación; sin embargo, ahora está detenida en una pensión de Laos, rodeada de militares, reportó el diario Milwaukee Journal Sentinel. No habla el idioma, no conoce a nadie y asegura que los guardias le retuvieron sus documentos.
En tanto, el jefe de la diplomacia estaunidense, Marco Rubio, amenazó al gobierno de Venezuela con nuevas sanciones si no acepta a sus nacionales deportados desde Estados Unidos y aseguró que el hecho no es tema de debate ni de negociación
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