Con 61 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones, el Congreso local aprobó en lo general y en lo particular las reformas a las leyes de Protección y Bienestar Animal y para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México, con lo que los legisladores de todos los partidos pusieron fin a la fiesta brava tradicional y avalaron que las corridas de toros se realicen sin violencia, en las que el animal no será sacrificado ni lesionado.

La sesión ordinaria se caracterizó porque alrededor del recinto legislativo se desplegó un operativo de elementos de la Policía Metropolitana y vallas metálicas que lo blindaron, mientras grupos a favor y en contra de la tauromaquia se movilizaban.

Alrededor de las seis de la mañana, empresarios, ganaderos, toreros y trabajadores se congregaron en la esquina de Donceles y Allende para exigir diálogo porque, decían: a mí no me preguntaron.

Minutos antes de las 9 de la mañana, algunos manifestantes protagonizaron un zafarrancho con los uniformados al burlar el cerco policiaco y llegar a las escalinatas, tras no lograr ser escuchados por los legisladores.

Al llegar a la puerta, los policías impidieron el paso, por lo que empezó el forcejeo. Un manifestante pateó en la cara a un policía, causándole fractura de nariz, quien fue trasladado a un hospital; tres personas fueron detenidas y trasladadas ante las autoridades ministeriales por las lesiones infligidas.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana informó que a petición del Congreso se realizó el resguardo con la Policía Metropolitana para salvaguardar la integridad física de legisladores y trabajadores.

Brugada se congratula

Sobre el tema, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, se congratuló por la aprobación en el Congreso local de las corridas de toros sin violencia, con lo que se da cumplimiento a la establecido tanto en la Constitución capitalina como en la federal, para el bienestar animal.

Subrayó que no se acaba con la fiesta taurina, sino que se transforma acorde con los tiempos. Dijo que los empresarios podrán continuar con esta industria, cumpliendo con lo que hoy dice la ley.

El diputado del Partido Verde Ecologista de México, Jesús Sesma, presentó ante el pleno reservas al dictamen, previo consenso con los miembros de la Junta de Coordinación Política, los cuales son de forma y no de fondo.

Por lo que el tiempo máximo de actuación para cada toro o novillo en el espectáculo taurino sin violencia ahora es de 15 minutos y no de 10; se precisó que el toro regrese a la ganadería o a su propietario, así como las acciones de las personas toreras y rejoneadoras que serán siempre sin causarle lesiones o la muerte al animal.

Además, se prohíbe expresamente el uso del rejón, que debe estar incluido dentro de objetos punzantes que provocan heridas, lesiones o la muerte del toro o novillo. Refrendó que es el inicio del fin de la tauromaquia y el maltrato animal.

En la sesión no hubo posturas a favor ni en contra del dictamen, aunque el diputado de Morena Pedro Haces votó en contra y reprochó que la oposición haya evidenciado su oportunismo político, queriendo cargar una bandera o lucha que no les pertenece, e impulsar la prohibición total de la fiesta brava a cambio de caerle bien a un sector.

Mientras, las organizaciones que impulsaron la iniciativa ciudadana con carácter preferente para prohibir las corridas de toros marcharon desde el Hemiciclo a Juárez al Congreso y al llegar corearon ¡Sí se pudo!, ¡sí se pudo! y ¡Ya cayó, ya cayó, esa plaza ya cayó!