La pintura está a la venta por más de 16 millones de dólares, según la feria Tefaf, de Maastricht
Martes 18 de marzo de 2025, p. 5
Madrid. El retrato del artista Gustav Klimt al príncipe de Ghana Guillermo Nii Nortey Dowuona reapareció después de 97 años en la feria de arte contemporáneo Tefaf, de Maastricht, gracias a la galería vienesa Wienerroither & Kohlbachepor (W&K). Fuentes de Tefaf confirmaron que la pintura está a la venta por más de 16 millones de dólares.
El retrato −fechado en 1897−debería haber hecho su primera aparición pública en el estand de la galería austriaca en la pasada edición de la feria. Sin embargo, medios locales explican que repentinas incertidumbres legales
impidieron su presentación.
Este redescubrimiento comenzó en 2021, cuando una pareja de coleccionistas acudió a W&K y presentó el cuadro, mal enmarcado y muy sucio, en el que se encontró un sello de propiedad de Gustav Klimt apenas visible
, explica la propia galería.
Alfred Weidinger, profesor experto en pintura de Klimt y autor del catálogo razonado publicado en 2007, aclaró que se trataba de un cuadro perdido
de un príncipe africano que él buscaba desde hacía dos décadas. Esta pintura pertenece a los primeros años de trabajo del artista; en ella se muestra a un importante representante de los Osu (Ga) de Ghana y fue creado en el contexto del Völkerschau de Viena de 1897.

Weidinger asegura que no sólo documenta una fase de cambio estilístico
en la obra de Klimt, sino que también refleja las complejas interdependencias
históricas entre Europa y el resto del mundo.
Después de que Klimt pintó el retrato, este permaneció probablemente
en poder del artista hasta 1923, cuando sería subastado en S. Kende, de Viena. Posteriormente, en 1928, se documenta como préstamo para la exposición conmemorativa de Klimt en la Secesión de Viena como propiedad de Ernestine Klein.
Klein y su marido, Felix, que habían convertido en villa el antiguo estudio de Klimt en el barrio vienés de Hietzing, se vieron obligados a huir en 1938 debido a sus orígenes judíos, y aunque sobrevivieron a la guerra en Mónaco, el cuadro permaneció perdido hasta que fue redescubierto en 2023.