Hace cinco años la pandemia obligó su cancelación // El montaje está a cargo de la CNO // Rinde homenaje a Dmitri Shostakóvich en su centenario luctuoso


Es la ópera perfecta, lo difícil es montarla, consideró el director argentino Marcelo Lombardero en conferencia.Foto cortesía de la Compañía Nacional de Ópera
Martes 18 de marzo de 2025, p. 3
Por estas fechas, en 2020, todo estaba listo para el estreno en México de Lady Macbeth de Mtsensk, de Dmitri Shostakóvich, considerado uno de los títulos fundamentales de la ópera del siglo XX. Sin embargo, la pandemia de covid impidió el que estaba previsto como uno de los acontecimientos musicales en nuestro país de aquel año. Incluso, la escenografía permaneció montada en el Palacio de Bellas Artes toda la emergencia sanitaria y fue descolgada hasta la reapertura del recinto.
Justo un lustro después se cumple esa cita con el destino y esta obra podrá ser apreciada en estas latitudes por primera vez en ese escenario durante cinco funciones, del 20 al 30 de marzo.
El montaje está a cargo de la Compañía Nacional de Ópera (CNO), que lo presenta como parte de su temporada anual y en homenaje a aquel célebre músico ruso (1906-1975), con motivo de su cincuentenario luctuoso.
La producción que se verá en México es la que estrenó en julio de 2009, en Chile, el director de escena argentino Marcelo Lombardero, y que luego fue llevada a Argentina, Polonia y Montecarlo, para regresar más tarde a Chile. En total, con ésta, suman siete reposiciones.
Como ocurriría en 2020, Lombardero es ahora el responsable de llevar a buen puerto esta puesta escénica, aunque con el añadido de que ahora también se ocupa de la dirección artística de la CNO, nombrado hace unos meses por las nuevas autoridades culturales del país.
Un acto de justicia
En conferencia de prensa, el ex director artístico del Teatro Colón afirmó que Lady Macbeth de Mtsensk es la ópera perfecta, lo difícil es montarla
; asumió este estreno nacional como acto de justicia
, pues se trata de uno de los grandes títulos del repertorio operístico
de la pasada centuria.
Conjuga los elementos musicales, líricos, operísticos tradicionales con una mirada vista desde la década de 1930, y además un libreto fascinante y poderoso
, dijo, para luego ponderarla como una obra de gran envergadura
, conformada por cuatro actos y casi tres horas de duración, en la que participan más de 200 artistas, de los cuales 22 son papeles solistas, además de la orquesta.
Ha sido un gran desafío, sobre todo porque es una ópera en ruso. Nuestros cantantes no están acostumbrados a esa lengua ni a ese repertorio
, indicó el creador escénico, quien aclaró que los integrantes del elenco y el coro han recibido apoyo especial en el tema fonético y de dicción.
Destacó, asimismo, al equipo creativo, en el que están el director de orquesta ruso Migran Agadzhanyan; el italiano Andrea Faidutti, director huésped del coro; Ekaterina Venchikova, responsable de la preparación musical, y Diego Siliano, en el diseño de la escenografía, entre otros.
Es una obra que habla de la carne y de la sangre. Hay crímenes y pasión
, señaló Lombardero, quien tomó de referencia un recuerdo de adolescencia sobre una película erótica para desarrollar su propuesta escénica, la cual está ambientada, no en el siglo XIX, donde se sitúa la historia original, sino en la segunda mitad de la pasada centuria, en algún país de Europa del Este, Sudamérica e, incluso, el norte de México.
El funcionario indicó que, aunque Shostakóvich tenía menos de 30 años cuando escribió esta pieza, en 1932, ya era un gran compositor que venía de ser pianista de cine y árbitro de futbol, además de un militante comunista dogmático.
“Tenía la idea de armar una trilogía sobre la mujer rusa, cuyo primer espectáculo era Lady Macbeth, basada en la obra homónima de Nikolái Leskov, y tomó ese texto para retratar a la mujer primitiva prerrevolucionaria”, apuntó.
La idea, en su segunda obra, era la mujer en la revolución, aquella que se junta al obrero, al estudiante y al trabajador, y toma la revuelta en sus manos. El tercer proyecto era la mujer del futuro, la liberada, la comunista. Nada de eso ocurrió, porque se metió Stalin en medio, y ordenó censurar la primera obra.
El director Migran Agadzhanyan resaltó que en esta partitura se advierte ya un lenguaje muy personal, muy especial
, del compositor ruso. Se nota pasión; está muy bien estructurada y es muy transparente. Tiene las características de un gran maestro, a pesar de que era un compositor muy joven
.
A su decir, Shostakóvich tiene un don especial para la música vocal. Aquí se manifiesta de manera brillante. Las líneas melódicas que crea son muy lógicas, incluso comparables con los estilos románticos. Es curioso, porque, aunque es el primer tercio del siglo XX, se podría hacer un paralelismo con la música romántica del siglo XIX, tanto francesa como italiana, e incluso con el estilo verista
.
Para la soprano Lada Kyssy, originaria de Kazajastán, quien interpreta el papel protagónico, el tema de esta obra es muy vigente, ya que narra una historia de opresión y deseo encarnada por una mujer víctima de maltrato por su esposo y la familia de éste; incluso, reconoció sentirse identificada con ella en ciertos momentos.
Es una ópera muy actual para cualquier país. Aborda la posición de la mujer en la sociedad: cómo la ven y qué puede suceder en su vida y alrededor de ella. Veo a Katerina (la protagonista) como la víctima de las circunstancias. La casaron muy jovencita con una persona muy rica. Eso sucede también en México, ¿verdad?
, refirió.
Me casé cuando tenía 16 años y a los 17 ya tenía mi hijo. Entonces, ella es un personaje actual. Katerina pudo haber matado en algún momento a su suegro y su esposo, porque la maltrataban. Un día llegó a su vida un hombre que la amaba, que le descubrió ese mundo de placer, del amor carnal, porque su esposo no se fijaba en ella; ni la tocaba. Le creyó con toda la inocencia de una niña, porque era muy joven. Muchas veces, cuando suena la música en la ópera, es la voz de una infancia destrozada, como de una muñeca rota.
En su opinión, es esencial que las mujeres reaccionen ante el abuso familiar y las visiones incorrectas prevalecientes en la sociedad. La forma de evitar situaciones traumáticas y ser víctimas, sostuvo, es prepararse, tener trabajo y ser independientes.
“Es la conclusión que se puede hacer. Pero, en general, Lady Macbeth… resulta muy interesante. Es como una película de Quentin Tarantino: hay violencia, asesinatos y sangre, mucha sangre. Insisto: una ópera muy actual.”
Las funciones son hoy y el jueves a las 20 horas, y domingos a las 17 horas, en la sala principal del Palacio de Bellas Artes.