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La música de concierto en el país vive un neonacionalismo

La compositora Nur Slim asegura que la autora Gabriela Ortiz es la abanderada de ese movimiento

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▲ Para Nur Slim, los nuevos compositores mexicanos tienen mucho que agradecer a Juan Gabriel, porque debido a ese legendario cantautor, el Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas a la música popular.Foto Yazmín Ortega Cortés
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▲ Hoy, la compositora estrenará Silencio son con la OSN en ese recinto capitalino.Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Viernes 14 de marzo de 2025, p. 3

Los nuevos compositores mexicanos tienen mucho que agradecer a Juan Gabriel (1950-2016), señala mitad en broma y mitad en serio Nur Slim, al recordar que, gracias a ese legendario cantautor, el Palacio de Bellas Artes se abrió a la música popular.

Él nos dio esperanza a todos, porque antes Bellas Artes era inal-canzable, como si fuera un lugar selecto, no para todo el mundo, muy clasista. Y no tenía por qué ser así. La música no es clasista, es para unir y sumarnos.

La referencia al llamado Divo de Juárez −quien se presentó allí por vez primera en 1990 en medio de controversias y polémicas, al tratarse de un recinto que había permanecido cerrado a las expresiones populares− la trae a cuenta la compositora y pedagoga debido a que, a su decir, cada vez son más los autores de música de concierto en México que abrevan en las expresiones tradicionales y populares de nuestra nación.

Incluso, plantea que hoy se vive un nuevo nacionalismo: Sí podría ser un neonacionalismo, porque está mezclada nuestra esencia musical tradicional con aspectos de la música de concierto europea, aunque ya no hay nada puro.

Atribuye que tal movimiento se debe en mucho a la compositora Gabriela Ortiz, a quien considera la abanderada del mismo. Gracias a que le ha ido muy bien, otros compositores mexicanos voltean a ver qué está haciendo, y se dan cuenta de que es música del país, explica, para luego reconocer el papel que también han desempeñado autores como Arturo Márquez y Enrico Chapela.

Para las nuevas generaciones es darse cuenta de que también existe eso, porque no es algo que se enseñe en la escuela, sostiene Nur Slim, de quien la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) hará hoy el estreno mundial de su obra Silencio son, como parte de su sexto programa del año.

Hoy estrena Silencio son en Bellas Artes

En el concierto, que tendrá lugar en el Palacio de Bellas Artes a las 20 horas, y que será repetido el domingo a las 12:15 horas, figuran también la tercera sinfonía de Beethoven, la Heroica, y el Concierto para piano del ecuatoriano Eduardo Florencia.

Nacida en 1986 en México, de origen libanés, aunque sin parentesco con el empresario Carlos Slim, aclara Nur Slim que esta nueva pieza, su segunda para orquesta, sale de la línea que caracteriza su producción, ya que gran parte de su quehacer está orientado a la música infantil, incluso cuenta con dos óperas para ese público.

En lo que se mantiene firme, subraya, es en su lenguaje musical, mediante el cual busca asentar de forma muy clara el orgullo que siente por ser mexicana y la cultura y las músicas del país

“Está bonito que en la escuela te enseñan a orquestar y todo lo de la tradición clásica europea, pero también es lindo fusionarlo con aquello de donde uno es originario y ha crecido. Silencio son es resultado de eso”, explica.

De alrededor de 10 minutos de duración, en esta obra Nur Slim rinde homenaje a tres de las figuras más insignes de la música nacional del siglo XX: Manuel M. Ponce, Silvestre Revueltas y Carlos Chávez, además de que la escribió en el compás de 6/8, tan representativo del son jarocho.

Resalta que una de las principales constantes que han marcado su vida profesional es su compromiso con la música mexicana y la continua exploración de ésta en la composición.

Aclara que este pie en lo tradicional, a diferencia de otros compositores, es natural para ella, porque vengo de la calle, de la música popular; ése es mi camino; después fue aprender el lenguaje de la música clásica.

Para ella es difícil asimilar que en los conservatorios y escuelas de música del país no se escucha la música mexicana, no existe. Apunta que en la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México sólo existe etnomusicología.

“Se había dado la espalda a la música tradicional y popular, como pensando que la de concierto debe ser más exclusiva, para cierta clase social, y no creo que vaya por ahí la situación, menos ahora, siempre fue todo lo contrario. No debemos olvidar que la hoy llamada música clásica en algún momento era popular.

“Mozart, Beethoven, los grandes compositores fueron autores de música popular. Entonces, ¿qué vamos a hacer para que regrese? Quizá no vamos a lograr el gran hit, pero sí ayudar a recuperar esos espacios para esta música.”